EL DIA QUE TE VEA, TRANSITARE ESA PARTE MUY TUYA.

[Horlin Alberto Doubront Armas]

EL DIA QUE TE VEA, TRANSITARE ESA PARTE MUY TUYA.

En el día que te vea, voy a pintar esa parte muy tuya,
esculpir y moldear la piel de tu exquisito cuerpo
mis manos amplias calientes y ardientes y desencapotar a tu astro,...
del norte al sur, del este al oeste y llegar al centro del atlas planisferio de tu ser el aroma de mi atolondradamente y hechizado aliento.

Deseo transitar sin fronteras ni limites lo ilimitado de tu contextura frutal apoderarme sin misericordia de tus metas y objetivos,
como también de tus concupiscencias sensuales y eróticas,
invadirte, filtrarme en tu cuerpo de potranca y cabalgar,
desplazándome por toda tu piel y llegar a tu ser

Y dejar marcados mis dedos, impresas mis huellas que destruyen el callado de tu ser.
No tendrá reposo, holganza, desahogo u pausa
por el éxtasis en cada sentir de mis caricias, tocar de mis labios junto a los tuyos,
en el fondo de tus cobijas y profundo de mis sabanas del día a día
así como en el tronar de la oscura noche serás únicamente mía
y yo exclusiva he implacablemente tuyo.

Hacerte sentir vivir orgasmos múltiples en tu cuerpo de musa
el conflicto desbordante de la erupción de mi volcánico placer,
fusionarme pausadamente en el solido de mi perfecta virilidad,
llenarme, nutrirme bestialmente del manjar traspasable de mis labios.

No exista nadie ni nada que frene tu trastorno maniático
existen las llamas del fuego, los pucheros, aberración y demencia a sazonar suavemente,
suave y sutil como el ardor de los rayos solares, de la mañana que nos resguarda.

Ya no percatas lo sereno, ni sientes pánico a la locura
si por una vez más te tengo en lo profundo sin diferencia de sexo,
con el ser y el alma fortalecido, tan cómico y chistoso,
con amplia desnudes
tan alocadamente al desnudo del alma,
que tus palmas ya son dueñas de todo lo que soy
de todo lo que me satisface
desde el ancho lineal de la cadera,
hasta el estrecho chaparrón de mi beso
que somos dos lunáticos amigos con derecho,
que viven sin sensatez cada orgasmo al limite, al éxtasis;
sin armonías, sin batallas
y sin pausa ninguna.

Horlin Alberto Doubront Armas
Caracas Venezuela.-
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