Ella vivió su vida en plano intenso: plasmó la gracia de las garzas y los cisnes, ahondó en la poesía leyéndola
con destellos de esmeraldas en sus inmensos ojos, fue por el mundo con plenitud con el amor en la piel, en el
cutis de nácar, de porcelana de Limoges, a llevar su palabra, a llevar el poema. Ella se puso de rodillas y le pidió
a Dios por sus amores, por sus hijos, sus nietos, sus poemas, sus discípulos.Ella no sospechó de las tormentas
con los ángeles y los arcángeles en el pecho. Ella nos dio la voz de la nostalgia y la alegría.Nosotros esa noche la
esperamos, porque sigue andando sin tropiezos a los 90 frescos años que festejó el 31 de mayo,
en el Salón Martín de Güemes del Círculo de Gendarmería Nacional, acá, en la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires que la alberga desde sus cinco años de edad, cuando de la mano de su madre vino desde Asunción del
Paraguay a buscar al capitán del ejército argentino que le ofreció auténtica paternidad. Y se quedó a vivir,
estacionó de este lado del tiempo sus ansias, sus saberes, su amor y su dolor. Nosotros, escuchamos esa noche
música argentina y paraguaya hábilmente diseñada para homologar el momento. Envueltos en
milongas, chamamés y guarañas saboreábamos mini empanadas de exquisito maridaje con vino de Bodegas
López, de varietales malbec y cabernet sauvignon. Charlábamos, la evocábamos en miles de anécdotas
compartidas, comentábamos sus trece libros de poemas, dos de cuentos: Yo soy el tiempo, Último domicilio
conocido y la novela Ayer no ha terminado todavía; obras con las que obtuvo las siguientes distinciones: Primer
Premio Municipal de Cuento, por unanimidad, y sus jurados fueron Manuel Mújica Láinez, Silvina Bullrich y Hermes
Villordo; fue Tres veces Premio Fondo Nacional de las Artes, Gran Premio Dupuytren,Faja de Honor de la SADE,
Pluma de Plata del Pen Club, Premio Municipal de Poesía, y tantos. Como profesora en Letras, egresada de la
Universidad Nacional de Buenos Aires, obtuvo cargos académicos por concurso en las Cátedras de Literatura
Argentina y de Estética en la misma Universidad y se fue a trabajar a California con Anderson Imbert y Juana
Arancibia, a París, a Granada. “En el mar que anidaba nuestros sueños, /adiós no es vigilar tiempos y aduanas,/ni un despegue de avión entre la bruma./Es ver que el sol nos miente de distinta manera,/que si a mi lado se abren los copos del invierno,/allá casi florece feliz la primavera./Adiós es una gota de piel en la mirada,/los nudillos de un viento que gime en la ventana,/adiós es acostarse sobre la tierra húmeda/y apretar bien los dientes,/poner cerrojo al alma/para que nadie vea/ el triunfo de las lágrimas.”
Y así la evocábamos hasta que a las 9,30 p.m. llegó del brazo de uno de sus nietos, pollera negra con
floresplateadas, camisa negra bordada de piedra y con encajes, foulard color fucsia y un broche antiguo como
delicado soporte. Tapado negro de nutria sin depilar. Nos besó… a todos. Sonrió, caminó despacio, se sentó enla
mesa preparada para ella con flores de colores en el centro, al lado de su vicepresidente, su secretario general, su
tesorera, y encargada de preparación de actos, Nuri Escorza, funcionarios todos de la Asociación Americana de
Poesía que ella fundara hace 20 años, con otros intelectuales prestigiosos. “Hubo un país de cunas y presagios/de guardapolvo blanco y navidades, /de reyes distraídos y cumpleaños fugaces/de estrenos de zapatos y verdades. /Un tiempo en el que el tiempo me sobraba/y sobraban la luz y las palabras. /Yo no crecí, se fue achicando el mundo./Yo no callé, se impusieron los cantos y pregones./No envejecí, la vida se me espeja en la mirada./No soñaba, había una realidad para los otros. /Sin embargo, seré la que mañana/ ya no crezca ni calle, ni envejezca ni ame, / y aun así, esencial y despojada, /en un día como hoy de primavera,/mi sombra irá buscando todavía/ aquel país en el que estuve entera/” Ay Ester ¡cuántos recuerdos!
Llegó el momento en que el maestro de Ceremonias, poeta Norberto Barleand anunció la llegada del Coro de la
Escuela Superior Técnica del Ejército Argentino, dirigido por la profesora Hebe Batisttone reemplaza con
eficiencia por la soprano Sofía Skelé. Ester escuchó, todos escuchamos a este magnífico grupo coral que integra
los convocados por la Casa de la Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Y Eladia Blázquez apareció
en la noche: “Buenos Aires tiene un río/que lo acuna, /que lo besa, /si no fuera así, así, / ¡ay qué gran tristeza!/Tiene noche y en su magia, /una gris melancolía,/si no fuera así, así,/yo no lo querría./Tiene canto, tiene vino,/al amanecer,/y un amigo en el camino,/siempre ha de tener,/siempre ha de tener./Tiene el tango tan sentido, de Pichuco, de Piazzolla,/si no fuera así, así,/ que cuidad tan sola./ Buenos Aires tiene el vuelo/de palomas, que alegría,/si no fuera así, así,/yo me moriría./Tiene el juego de los niños/en las plazas asoleadas,/si no fuera así, así,/no tendría nada.”
Y Ester escuchaba, deleitada, pensativa, acompañando. El coro cantó también entre otras, Antonino fue por
vino, Vivo per lei, Ride the chariot, negro spiritual, Donde estarán nuestros mazos, de la zarzuela La del Soto
del Parral, Vals de Adela, de la opera El Murciélago y terminaron con el brindis de La Traviata. Ester sonreía,
brindaba con champagne, mientras degustábamos un crepe de espinacas y ricota con nueces y castañas de
cajú. Luego, apareció el poema dedicado a Ester, en la voz de Alfredo De Cicco, Carmen Escalada, Sarita Dassat que
leyó con maestría singular poemas de Carlos Velasco, el mismo Norberto Barleand, la sonetista Mabel Fonatu que le
dedicó un acertado acróstico,la escritora UHE Teresa Palazzo Conti. Después que la poeta consagrada Graciela
Bucci leyera las adhesiones, nosotros gustamos un pollo al champiñón con salsa demiglase y papas españolas que
Ester seguía acompañando con champagne. ¡Qué noche, amigos, qué noche!
“Recuerdo y no sé a quién. /Quisiera regresar y no sé a dónde,/mientras la muerte lame las cortezas/que vamos arrojando por la borda./Todo es mar. Toda noche. /En qué isla lejana/quedó anclado tu nombre./Porque el amor es eso:/descubrir los abismos y quedarnos /con los ojos malditos y despiertos./Porque el amor es eso:/un confuso desafío/y un deseo ferviente/de entregarse al olvido.”
Ay, Ester cuántos recuerdos: desde las tertulias de la inmensa novelista Luisa Mercedes Levinson, en su casona
del barrio de Belgrano, y las de la no menos grande intérprete del verso, Lily Hartz, en su coqueto
departamento de la avenida Santa Fe. Nos besamos, nos abrazamos, nos amuchamos. No nos hizo falta hablar,
sólo le dije que le compré una joya en Perú de la mano de Betty Vargas Tarrijo, mi amiga del alma, como ella. Y
sonrió y se iluminó el salón y se llenó de estrellas.
Y llegó el tango, la milonga y el tango-jazz estas cosas nuevas que hace la también nueva generación tanguera
y son tan bienvenidas en el mundo. Las chicas se llaman Eleonora Barletta y Maia Varés y el guitarrista eximio,
Leonardo Anderson. Hicieron una síntesis de un espectáculo que se llama “La Mirada, Tango y Otras Músicas “que
les trae muchas satisfacciones. “Yo soy la morocha, /la más agraciada,/la más renombrada/de esta población./Soy la que al paisano/muy de madrugada/brinda un cimarrón./Yo, con dulce acento,/junto a mi ranchito,/canto un estilito/con tierna pasión//mientras que mi dueño/sale al trotecito/en su redomón./Soy la morocha argentina,/la que no siente pesares/y alegre pasa la vida/con sus cantares./Soy la gentil compañera/del noble gaucho porteño,/la que conserva el cariño/para su dueño.”
Y desgranaron las cuentas de un rosario de ofertas, en dueto y como solistas con las variaciones de una viola
monumental, mostraron sus voces de color y estilo y afinaron tangos como Tinta Roja, Garufa, hicieron humor con la
solterona del barrio que no tiene apuros porque “quien le quita lo bailado” mientras Eleonora sintetizó su predilección
en una glosa: “El tango le dio sentido a mi necesidad de expresión más íntima, a la comunión del canto con la
actuación, al encuentro de la rigurosidad de la técnica con la libertad de la interpretación, a la búsqueda del equilibrio
entre el virtuosismo y el desparpajo. El tango me enamoró despacito a medida que lo fui degustando, y fue el testigo o
quizá el co-autor de la metamorfosis hacia la mujer que hoy soy...”. Maia Varés confesó “El tango, al que llegué
después de algunos desengaños amorosos, forma parte de mi día a día en este Buenos Aires que tanto quiero. Me
define como mujer con su pasión y es lo que quiero cantar y contar”. Y las chicas se fueron y nos dejaron un lindo
recuerdo de gente joven rescatando la identidad argentina y Ester las aplaudía, las llamó, las abrazó, se sacó fotos,
con ella y con todos. Saboreamos helados de dulce de leche y crema en tulipa y nos fuimos a bailar tangos, cuartetos, cumbias, jazz, y “Adiós Lucerito Alba, Adiós Lucero porá”.
Apenas soy Ester,/aquello que será después del tiempo,/sin libros y sin prólogos./Yo sé que volveré sin este nombre/que me pesa en los labios y en el miedo./Lo dejaré al acaso de una esquina/como un traje con la forma de mi cuerpo,de todo esto que soy sin elegirlo,/y me iré hacia la noche,/casi entera de luz, recién creada./Un gran silencio será el nombre mío."
Llegó la torta, el champán, Enrique Abad, esposo de esta cronista bailó un vals con Ester, hubo más fotos, más
besos, todos nos dijimos que nos queremos mucho, fue una fiesta del amor. Ester cortó la torta que decía como
en el título de su último libro “La palabra inalcanzable” pero habló y aclaró “No es inalcanzable, cuando hay
amor como esta noche.” juntó sus manos y se puso a rezar.
Antes de irnos una nonagenaria como ella bailó una milonga con Enrique Abad, cruzada, porteña, con cartera
y todo calzada en su hombro y se fue y salió diciendo “Ahora, cuando llegue, le cuento a mi marido que me
bailé una milonga con un chabón, a ver si se me da.” Después de una noche sublime ¡Lo que hay que escuchar ¡!!
Vilma Lilia Osella
Comentario
Magnifico homenaje!
Gran trabajo. Te felicito. Saludos.
Qué buen homenaje para tan grandiosa mujer. Gracias, querida Vilma, por compartirlo.
GRACIAS A VOS MARITA POR COMPARTIR Y RESPONDER. ESTER SE VA A PONER MUY CONTENTA PORQUE SE LO VOY A ENVIAR.
BESO
VILMA
Encantadora reseña en el. homenaje rendido a una de las mejores escritoras contemporáneas dignas de llevar el título de GRAN POETA.
"Apenas soy Ester . . .no, diría con todo respeto, " es mucho Ester.
Felicitaciones Vilma y gracias por tu generosidad al compartir.
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
CUADRO DE HONOR
########
© 2025 Creada por MilagrosHdzChiliberti-PresidSVAI.
Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL para agregar comentarios!
Únete a SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL