El hombre más importante de mi vida está de cumpleaños hoy, el Sr. "Cástor Agustín Olivier Olivier", un dibujante de caminos, un poeta con dignidad, y no podía dejar de expresarle lo que él siempre me ha brindado y me ha hecho sentir: admiración, respeto, confianza, honestidad, disciplina, esperanza, gratitud, lealtad, humildad, perseverancia, entre tantos valores que me ha inculcado a través de su ejemplo. Es por eso que le dedico estos versos que una vez escribí para él, donde se figuran, de alguna u otra forma, los caminos andados y desandados que nos tocó recorrer a lo largo de “los andenes del tiempo”.
Feliz cumpleaños papá...
Los andenes del tiempo…
Hay muchos caminantes, pero andan distraídos
la mayoría evade el sendero que yo procuro
me miran con desdeño, como si fuera un extranjero
y a lo lejos puedo escuchar ¡Cómo me gritan iracundos!
En las noches me recuesto encima del pavimento
en las sombras del destino y en los andenes del tiempo
¡Tendrán sus propios apeaderos! ¿Habrá tantos caminos?
¿O será que todos olvidaron el pasaje de regreso?
Otra vez ha llegado el día, debo seguir mi sendero
sin compañero ni destino y por resguardo el hastío
a veces me detengo y los miro pasar desconsolados
¡Quiero llegar a mi casa! No quiero estar más perdido.
¿Será que todos andan distraídos y no consiguen regresar?
No me atrevo a preguntar, pues temo ser agredido
¡El sendero es tan largo! ¿Será que es hora de parar?
Si tan sólo pudiera descubrir a dónde me lleva este camino.
En ocasiones, estando entre dormido, sueño
con la casa del ayer y vagamente puedo ver
flotando entre las nubes el abrigo que me ofrece
una luz radiante, sigilosa, queriendo renacer.
Abriendo hendiduras en el firmamento, ella, florece
haciendo de sus pétalos alfombras y paredes
¡Qué tal si fuera cierto! Y algún día pueda ver
sus hermosos ventanales y pasillos de laureles.
Escucho canciones a lo lejos, tal vez estoy delirando
o quizás son alabanzas que el viento susurra desesperado
quisiera viajar con él y acariciar las paredes del cielo
pues de seguro hacia ya me guían los pasajes del tiempo.
No se atrevan a detenerme, ya que voy de regreso
mi demencia es mi cordura, mi delirio es mi esperanza
los gritos del destino se perciben en los puertos
avasallando el canto dulce de las olas encrestadas.
Escucho un murmullo allende en la distancia
quizás sea tu voz o el eco bermejo de la muerte
que en las noches cruje como las hojas mustias
haciéndose dueño de mis caminos, bendita sea mi suerte.
Las olas del mar me recuerdan tu elegante aspecto
el ápice de sus blancas olas atrapa mi cordura
haciendo que mi vergel y mi estupidez sean inseparables
rompiendo paradigmas y desatando cualquier tipo de ataduras.
¿Por qué me siento tan solo si me rodea tanta gente?
Pensaba que la soledad era la ausencia de compañía
sin embargo, ahora me doy cuenta de mi error
pues la soledad se apodera, sólo, de las almas que están vacías.
Regularmente la brisa de los andenes vuelve a mí
trayendo en su revés postreros aromas de un ayer persistente
que estimulan y sugieren a los sentidos haciéndome pensar en ti
en el candor que un día me brindaste y tendré siempre presente.
Si tan sólo pudiera verte de nuevo y apreciar tu lienzo
los trazos que atesoras y tus escalonados relieves
el brillo de las noches y las sombras de los días
que en tu marco añejan el castaño salpicado de la vejez.
Dulce historia sin sentido, sin retorno ni vestigio
recuerdos aletargados esperando ser recordados
esperando pacientemente que el presente sea mi pasado
para que ellos vuelvan a vivir y dejen de ser añorados.
El camino me hace dudar, pero sólo pienso en el regreso
en regresar para germinar de nuevo y salir de este capullo
tan obscuro y frígido como el sendero mismo sin consuelo
como el quejido silente que en ocasiones emite el orgullo.
Me detengo y espero sin pensar, pero mi mente viaja
no obstante, mi cuerpo no da más ¡Se ha rendido!
Yace tendido en el suelo esperando el llamado iracundo
que en ocasiones emiten los sueños perdidos.
Disipado en los andenes del tiempo pienso en regresar
volver a sentir de nuevo el calor de tu bondad
la realeza de la esperanza que viaja con su gracia
sin merecerla, aún así, quisiera que fuera verdad.
A veces creo que estoy durmiendo y he soñado sin cesar
que nunca he perdido tu cobijo y reposo sobre las hojas
que revisten el tapiz que cubre el híspido camino al andar
quizás no vengo de regreso y tan sólo quiero fantasear.
La indiferencia me frecuenta a cada instante
al advertir lo poco que puedo hacer sin ti
los jardines no prosperan, sus flores envejecen
y sin poder evitarlo tan sólo pienso en ti.
Los colores de la noche iluminan mis sórdidos días
un sonido sigiloso invade mi tranquilidad,
las hojas caen con estrépito haciendo eco
en mi conciencia esparciendo semillas en mi soledad.
Nada es como se espera, pero sí como se teme
el miedo nos detiene en momentos imprevistos
haciendo mella en la suela de nuestra mocedad
dibujando en nuestro rostro lo que nunca hemos visto.
Las cicatrices no se ven por las noches
pero se percibe el silbido del tiempo
acariciando nuestros rasgos sin revés
y haciendo de la vejez nuestro último convenio.
Los andenes del pasado son sinuosos y silentes
especialmente en las noches cuando duermes
carecen de forma alguna y residen en tu mente
como queriendo volver y estar siempre presentes.
Sin embargo ¡Qué bello es recordarlos!
Recordar los hermosos momentos que vivimos
cuando reímos hasta llorar, cuando lloramos hasta reír
al final quedan los recuerdos queriendo ser revividos
Y como un sueño fingido se detiene el tiempo
se confunden los lamentos con la sonrisa de un niño
las distancias se acortan esperando estar unidos
estar tan cerca de nuevo sentir tus besos conmigo.
Sentir que respiras, porque escucho tu aliento
saber que vives, porque tu pecho es mi pecho
y aunque sienta estar perdido tu mirada es mi guía
tu sonrisa es la música que escucho a lo lejos.
El camino eres tú, es la noche y las estrellas
es la luna entristecida con su color rutilante
es un pensamiento noble que viaja hasta las orillas
y anda entre las olas en busca de la tarde.
Y aquel cansancio de años ha dejado de doler
se ha convertido en arrojo y en luz al transitar
el camino sigue siendo el mismo, pero ahora sé
que no voy de regreso, pues acaba de comenzar…
©Jhonny Olivier Montaño
Jhon Cásmer
Octubre, 2009
Comentario
FELIZ CUMPLEAÑOS PARA EL SEÑOR CASTOR AGUSTIN, QUE DIOS LO BENDIGA Y LO MANTENGA TAN JOVEN , UN ABRAZO CON CARIÑO DESDE LEJOS,!!!!!
Cástor !Feliz cumpleaños! que la salud, el amor y la felicidad guien tu camino. Y a tí Jhonny te felicito por dedicarle esas letras tan hermosas a tu padre. Besos y bendiciones para ambos,
Maigualida
Al Estimado amigo Castor Felicidades en esta fecha tan especial que bella familia, que bello regalo poetico.. Abrazos! Robert
GRACIAS ESTIMADAS AMIGAS: LILIANA GONZÁLEZ, STELLA MARIS, JUXTINE VALDECASAS, VILMA LILIA, ISMARI MARCANO, ALMENDRA AGUIRRE, ANDREA FARÍAS, MILAGROS HERNÁNDEZ, POR SUS GENEROSOS COMENTARIO, ES UN PLACER COMPARTIR CON USTEDES...
QUE BELLOS VERSOS PARA UN GRAN PAPÁ!!
Feliz cumpleaños y que los años se le multipliquen en musa para que siga creando de parte de una extraña pero no muy diferente ya que tengo corazón y alma de artista...
Muy... tierno ese Poema, apreciado Poeta.
Saludos
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
CUADRO DE HONOR
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