Allí estaba yo, frente a mi hermano, mi alter ego, un hombre que no tenia respeto por ningún ser vivo en el mundo. Me sostenía del cuello y me levantaba con un solo brazo, su apretón decía furia y ganas de matarme, su mirada penetraba mis ojos como si no hubieran límites entre el dolor que quisiera infringirme, estaba al tanto de lo que quería. Ahora o nunca él podía lograrlo si yo se lo permitía, se reía confiado pues en el fondo sabía que me vencería, pero sentía curiosidad sobre mí, podía leerlo en sus sangrientas ganas de descuartizarme vivo, con su fría mano aplastando mi garganta.
— ¿El único veneno que puede matarnos y aun así lo bebes como si se tratara de cualquier alcohol humano? Ni yo caigo tan bajo hermanito — exclamó sobre mi cara mientras la lluvia caía sobre nosotros.
—Nunca entenderás porque hice lo que hice, prefiero morir como un humano, que vivir por siempre como un…
— ¡Cállate¡ — Me interrumpió apretando con fuerza mi cuello y haciéndome difícil el respirar — ¡No te atrevas a insultar lo que somos, tú y yo aquí seriamos unos dioses, poseemos todas las cualidades necesarias para apoderarnos de toda esta basura, el ser humano es complejo, lleno de estupideces, errores, no se aplican en lo importante. La disciplina, el orden, el perfeccionamiento de las cosas y el honor — atenuando su voz hasta la última palabra en la cual, apenas pude oír su voz.
— ¿Tú aun posees honor? — lo reté con dolor en mi garganta sabiendo que me respondería como yo quería.
— Si hay algo en lo que has sido bueno, hermano, es a sacarme de mis casillas — me tiró en la arena, estábamos en el desierto de Krietzel, famoso por sus arenas doradas como el sol y su calor intenso, sin embargo llovía, el destino al parecer así lo quería. Las gotas de agua que caían sobre mi hermano se evaporizaban al tacto. Poco a poco se abría camino un campo de aire y calor que impedía el paso de la lluvia sobre él y la arena húmeda que pisaba. Su cuerpo empezó a llenarse de una llamarada de fuego negro y sus ojos se tornaban violeta, sus ropas, las cuales eran de seda fina y delicada, se desvanecían por completo. Las llamas de todo su cuerpo se concentraban en su espalda como si estas tuvieran vida propia, estas se extendieron convirtiéndose en dos grandes alas de color negro como el fuego que las creó, éste a su vez se hacía tenue hasta extinguirse, dejando a su paso plumas renacientes y oscuras, casi marchitas.
Ya no era caliente y furioso, ahora era frio y metódico, pero con incluso más poder y con el mismo deseo de asesinarme. En esta etapa solo podía hacer una cosa, lo cual era mi arma secreta desde que fui atrapado, no podría hacerle frente pero buscaría sin duda la victoria en esta batalla y me encargaría de hacer las cosas bien.
— Interesante — mencionó sin emociones ni sentimientos, frio como el hielo y mirando sus manos todo el poder que sentía dentro de sí— es increíble lo que el odio puede producir, el mal en este mundo causado por millones de cucarachas—fijó la mirada en mí, ocasionando un gran dolor de cabeza— ¿Tú me odias hermano? —preguntó.
— Ugh… en lo absoluto… —sonreí a pesar de todo el dolor mental que me causaba, sabía lo que me esperaba, pero lamentarme por ello solo hacia disfrutar a mi enemigo.
— Es increíble enterarme de todo lo que has logrado en este insignificante planeta, al menos pudiste haberlo mejorado, reformado, revolucionado, tienes tan poca imaginación— se acercaba a mi mientras hablaba.
— No soy yo quien decide el destino de Terraz, ese derecho no está en nosotros, tú lo sabes… — dije tirado en el suelo, respirando con dificultad mientras observaba como el destino se revelaba ante mis ojos, era una sensación poco agradable, pero a la vez era tan placentero presenciar tal espectáculo dentro de mi mente, el Oráculo me lo dijo, sabía exactamente lo que debía hacer para salvarme a mí y a este mundo de un caos mayor. Aunque el destino es incierto y solo dicho mago sabía si funcionaría.
Me levanté lentamente con el honor en mis manos y un corazón que latía a todo pulmón, mientras él se detenía a pocos metros de mi — ¿Por qué no terminamos esto de una vez por todas, hermano? — sonrió presuntuosamente.
— Esperaba que dijeras eso ¿Estás preparado? — ocultó su sed de asesino, dejando ver en su mirada, a un honorable guerrero. Era lo más cercano que pude ver de mi hermano ese día, percibió lo mismo de mi parte, aunque estaba en desventaja, el miedo ya no estaba entre mis emociones.
— ¡Kiritsu! —
Un grito de ambos lados resonó entre la lluvia y la arena, un combate que decidiría el destino de este mundo, el final y el comienzo de una nueva historia al caer la última gota del oscuro y nublado cielo.
“Confiado estoy… hasta el final de mis días…”
Comentario
Eres muy bueno!!!Desplegaste un inmenso mundo de fantasía!!!
Gracias por compartirlo.
ABRAZO ARGENTINO
E S T U P E N D O C U E N T O... V I D Z U L I A N O
eres capaz de mantener la atencion del lector en el relato de principio a fin y escribes con gran fluidez.
F E L I C I T A C I O N E S
Bendiciones incesantes
La fértil imaginación, los sueños y las fantasías, todo eso es parte integrante de una creación literaria y tú lo logras, joven escritor. Tienes todo un mundo por delante... mis felicitaciones por esta maravillosa creación!
Mi abrazo,
Tere
Bienvenido al mundo de lo que todo es posibles…nuestra imaginación nos lleva a un mundo de sueño, fantasía, tristeza y dolor……llena este mundo para que todos podamos entrar en él…….Gracias por compartir tus sueños…Excelente participación, felicitaciones………..Que Dios te Bendiga.
Buen cuento
Un abrazo
Mirna
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
CUADRO DE HONOR
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