La Historia de Weenhayenike

[amir ibn tawfik seeman]

La Historia de Weenhayenike

Era el período de la estación de la abundante algarroba y el mistol llamada "Yakyup". La arboleda era infinita y su verdor se perdía en lontanza. El cielo estaba teñido de colores fuertes y la sinfonía del Chaco Boreal -con sus típicos sonidos sacudía el ambiente. El río Pilcomayo dibujaba en la superficie destellos, como cientos de estrellitas diurnas que desplegaba el astro rey.

El "Ijwala"( el sol), tenía una cara sonriente y era muy bueno con los habitantes del lugar-estos le querían y adoraban-la vida misma de la tierra dependían de él-brotaban las semillas de "Ijpat"(maíz), "Wom'si" (porotos), "Inathis"(sandia), "sapeta"(camote) y tantas mas.

Cerca del río estaba la "Wikyi" (aldea), allí vivía Weenhayenike. Este era un niño de ocho años aborigen. Veloz como el suburí y corría por la selva silencioso como el jaguar. Mucho gustaba de explorar los alrededores "honhat" (de la tierra).

Esa mañana el niño arrastró su chalana al río, le acompañaba el "ele"(loro),el " ha'yaj" (jaguar) y el "imawo"(zorro).

El "Ijwala" (el sol) al verlos les saluda:

- Buen día!-mis amigos-¿vais de pesca?-

Lo que Weenhayenike, responde:

- ¡Buen día-padre Ijwala!-vamos a explorar hacia el este.

El "Tewok" (río Pilcomayo), que como nunca había amanecido buenito-les dice:

 - Niño-te enviaré buenas corrientes para tu rumbo y cuidaré de tu chalana

Y allí iban río abajo, Weenhayenike y sus tres amigos, alegres y cantando.

-"Ijwala tú tsupipha" (el sol brilla fuerte)-dice el jaguar. Era el mediodía ,la chalana se deslizaba con placidez ,alrededor saltaban los dorados y se volvían a zambullir. 

 

Luego llegó la hora 'Ijwala'i'pe'nayij pes (el sol está sobre la entrada) y los viajeros siguieron navegando río abajo.

En la orilla desfilaban frondosos árboles, matizados de colores. Mas allá una bandada de garzas levantaban vuelo, una nube de loros cruza el cielo, con su gorgoteo estridente. Las antas, conejos y corzuelas se asomaban a saludar a los intrépidos viajeros.

Las primeras sombras se dejaron caer, los rococo entonaron su monótono canto. El cielo

comenzó a pintarse de colores suaves y parieron millones de titilantes astros:

- 'ijwala yuy ( se pone el sol)-exclamó el jaguar

- Weenhayenike, debemos detenernos-dijo el zorro

- Claro, detenernos, detenernos!-replicó el loro

Lentamente la chalana se detuvo ante una tranquila ensenada. Encendieron una fogata y tiraron los cueros en la arena.

Recién se habían sentado a comer, cuando escuchan una voz entre las sombras que decía:

- ¡Tengo sed...tengo sed!-...-¡tengo hambre, mucha hambre!-

Apareció de la tupida arboleda, un niño blanco, que venía con su rostro mojado de sudor y su frente llena de rasguños sangrantes, una corona de raíces espinuda sostenía su larga cabellera.

Weenhayenike, le alcanza la calabaza con agua. El niño bebe copiosamente. Sus manos tenían grandes heridas como llagas-Luego, sonríe y habla:

-          En verdad tenía mucha sed- ¡gracias!,¡muchas gracias!-Es largo el camino-Luego alzando ambas manos transforma la noche en día. El zorro, el jaguar y el loro se asustan-exclaman:

-Es Ahutsaj ( el dios bueno) o el espíritu de él-

. Weenhayenike, se sorprende y pregunta:

- Acaso eres un Chamé ?-

- No-sólo un forastero que sufre por los hombres!- Responde el niño blanco. Luego los invita a subir a la chalana.

Todos suben temerosos. El desconocido hace un gesto hacia arriba y la embarcación comienza a elevarse lentamente.

Iwe'la (la luna) que había permanecido en silencio y observando cuanto ocurría abajo-agrega:

- Los sueños son fantasías y estas a veces se convierten en realidad- -¡Veis el día..la noche!-.En cambio aquí arriba no existe el tiempo. Nuevamente vuelve la oscuridad. Iwe'la (la luna) sonríe picarescamente.

- !Veis!, el tiempo es un abrir y cerrar de ojos-

-Observen, lo que sucede en la tierra- exclama el niño blanco y agrega :

-¡Vean como los hombres destruyen los bosques!-¡Otros matan animales por matar!  y enormes chimeneas envenenan el aire!- Se han vuelto ciegos y la ambición mora en sus corazones.-

Y por tiempo incalculable recorren la madre tierra escudriñando los males de la humanidad-

Lentamente se acercan a la aldea de Weenhayenike. Comienzan a descender y suavemente se  posa la chalana en la blanca arena.

Las sombras comenzaban a replegarse y el Ihokwetaj (lucero de la mañana) alumbró el despuntar del nuevo día. El niño blanco le regala una bolsita muy bellamente adornada, tejida en seda e hilos de plata. Luego colocando su mano en el hombro de Weenayenike, le dice:

- Este es mi recompensa para ti- Me has dado de comer cuando tenía hambre-Me has dado de beber cuando tenía sed- Serás un gran jefe-.Obra siempre en el bien..Ahora, seguiré mi viaje...adiós.-

Caminó por la arena sin dejar marca de sus pisadas y luego sobre la superficie del río hasta que se perdió en el horizonte . Por el cielo cruzó un cometa desplegando una larga cola muy luminosa.

De vuelta a la aldea, Weenayenike-fue en busca de su abuelo y le pregunta:

- Abuelo- que día es hoy- El abuelo que era ciego, tomo entre sus manos unos dientes de piraña y los lanzó a la arena. A un lado habían dos dientes y en el otro cinco.

-Cuenta-hijo mío-

Weenakenike, abrió la bolsa que le había regalado el niño blanco y en su interior habían semillas, un pequeño árbol a punto de ser plantado y un pececillo de oro.

 Era el día veinticinco de "yakyup" (la estación de la abundante algarroba). Y en el cercano pueblo blanco se escucharon hermosos villancicos. . .

 

Amir Ibn Tawfik Seeman

Copyright

octubre de 1997

Unión Libanesa de Ultrama S.Lebanon

Project Manager / Research Assistant 

Lebanese Emigration Research Center (LERC) 

Notre Dame University - Louaize 

Tel: [phone] ext 2262 

Fax: [phone] 

URL: www.ndu.edu.lb/lerc

Beirut, Lebanon.

[marco gonzalez]

Muy bueno amigo, saludos as salam