NARRADOR DE HISTORIAS, "Al Escritor Eliseo Alberto Diego"

[Carlos M. Valenzuela Quintanar]

Como parte de un ensayo

empezó a contar historias;

con una gracia implícita

en unos ojos de mirar lejano

hablaba de Maruja, ¿su musa?

En la historia que narraba

sin darse cuenta, pienso yo,

contaba su propia historia

su sensibilidad, sus amores;

pero sobre todo su desnudez.

De pronto, de lo más intimo de él

una lágrima tímida,

como tímido era en su expresión,

se escapó de sus ojos sigilosa

con malicia,

pero llena de naturalidad.

¿Serían lágrimas para impresionar?

¿a quién? ¿a su auditorio?

no creo, no era necesario

porque el auditorio

ya estaba impresionado.

Eran lágrimas,

fuente de una sensibilidad,

eran recuerdos de un ayer

y eran el presente inmediato

en su ingeniosa creatividad.

Su maravillosa narrativa

envuelta en una voz llena de matices,

también de picardía

reflejaban la sencillez en él

que hacían de su ser,

una persona en madurez.

¿Quién contaba esa historia?

¡Eliseo Alberto Diego!

El maestro ¿quién más?

Conocedor de una gran historia

creíble para contar,

porque eran sus ojos

quienes narraban

ojos expresivos

llenos de humildad,

y sus manos que hablaban

más que sus palabras

narrando su vida,

su vida envuelta en personajes.

Hermosillo, Son. 19 de Junio de 2007