Opuestas latitudes (cuento en capítulos-3/5)

[Beto Brom]

Tercer capítulo

Nuestro indeciso escritor, leyó y releyó todo el desarrollo del ya extenso chat, gracias a que, como era su costumbre, lo fue archivando en una nueva carpeta en sus documentos de su PC. No quiso pero llegó a la conclusión de que la atractiva e interesante mujer, ocultaba su verdadera personalidad... ¿Quién pudiera saber qué persona se escondía tras aquella máscara?, se preguntó durante dos largos días. Al tercer día, al comprobar que no llegaron señales de la susodicha, optó por mostrar sus cartas.

    -¡¡Hola!! Esta vez mi demora la ocasionó una intriga a semejanza de un jeroglífico, que no logró descifrar. Si en realidad eres quien eres, vives donde dices vivir, te ocupas en la profesión que atestiguas, pido una contundente prueba que certifique tu identidad. Si tu verdad es fidedigna, no será nada difícil demostrarla. Quedo a la espera de tu respuesta, que en este caso, ningún retraso podrá demorarla. Todo yo ansioso de recibir una luz que alumbre nuestra relación. Sea cual sea tu verdad, seré capaz de afrontarla.

    -Hummm ...vaya vaya, acabas de mostrar ansiedad y dudas tremendamente dimensionadas e injustificadas. A eso llamo carácter, resolución y vasallaje. Jajaja...no te asustes, soy difícil de amedrentar y no me retiro tan fácilmente de una contienda. A lo que quisiera recordarte que no se tu nombre verdadero por ello no te nombro y además de tu lugar de origen solo conozco pinceladas del mismo, sin contarme de qué país o lugar del mundo se trata...jajajjaja, sólo que yo no me enredo en pensar que algo escondes....propuesta, dejemos que sigan fluyendo nuestras búsquedas...

    -Resulta ahora que en vez de "corazones abiertos", deseas jugar a la "búsqueda del tesoro", pensándolo bien, es muy apropiado a tu profesión. Sin duda ya, de tu consecuente decisión de quedar en el anonimato, buscas mil y un pretextos para lograr tu cometido. Damian O., es mi nombre, el verdadero, y no el seudónimo con el cual firmo mis novelas; nací en un pequeño pueblito de Honduras, hace ya tiempo, y deambulo por el mundo en busca de mis personajes, por lo tanto no tengo hogar ni familia que me imante a un lugar, la curiosidad es mi rutina y los caminos que recorro mi casa. Supongo que mis cartas sobre la mesa, reflejan mi transparencia. Quedo a la expectativa de un nuevo y original artificio de tu ingeniosa astucia, pues descarto la posibilidad de tu vuelo.

    -Hola Damian O., todo un hallazgo tu nombre dado que el apellido da la posibilidad de pensar...Oro, Oropel, Ozamis, Olotis, en fin...me gusta y me da seguridad. Que bueno que seas escritor y que viajes por el mundo, vale decir sos un hombre de mundo, que nada puede asustarlo y que posee experiencia y don de gente. Que seas de Honduras, no es un dato menor, es un país que conozco poco, pero amo, especialmente por su gente gentil, alegre, apasionada. En cuanto a mí, poco para agregar ya que lo principal es conocernos, en ese momento mirándonos a los ojos nos descubriremos al fin. Espero con ansiedad, la confirmación de mi vuelo. Besos muchos.

    -Que bonita forma de salirte del paso. Te dejo mi nombre, revelo mi origen, comento sobre mis actividades y mis pensamientos...y tú no logras (o no te animas) sacarte la máscara. Y te arriesgas a solucionar todo enviando muchos besos. Sigo sin comprenderte...

    -¿No te parece riesgoso que me juzgues de tener máscaras? Dudas y parece que no te basta con lo que te escribo, créeme me cuesta entender tu actitud.

    -El ser escritor, me ha permitido, en el correr del tiempo, desarrollar más y más mi imaginación, logrando, en más de una circunstancia, mezclar presente y futuro, e inclusive tambalear en la fina cuerda de lo real y lo ficticio. Es por ello, que creo encontrarme, en esta virtual charla, con uno de mis personajes, que trato de develar su identidad, su personalidad, y en especial su verdad, a semejanza de otras tantas decenas de veces, que lo he efectuado en mis novelas. En cuanto a tu pregunta, la contestación es un rotundo NO, pues actúo y reacciono frente a palabras, que fueron escritas y enviadas por....Soy admirador de las sorpresas, por lo tanto continuaré con tu juego, veremos dónde llegaremos.

    -¿Juego?...no, este no es un juego, es una realidad que te aprisiona o libera, que te nutre o te deja la boca y el estómago apretados y con sabor áspero. Soy reclusa de un penal de máxima seguridad, hace años que hundo mis delirios entre estas paredes malolientes y abarrotadas, estoy por asesinato. Solo escucho con alegría cuando la llave de la celadora, me da el paso a la biblioteca para poder entrar a internet……

    -¡¡¡Ohhh!!! Una estocada formidable...ahora te has convertido en una asesina, ni más ni menos. Resulta, así lo interpreto, que eres una escritora que trata de imitar a un personaje, de una de sus novelas, que bueno...Vale la pena analizar, dices que eres hindú, quizás eres portuguesa, o vietnamita o tal vez una simple neoyorquina...lo que si conseguiste enredarme en tu tela de araña, ¡que iluso he sido! Aun no comprendo cómo se me ocurrió aventurarme a participar en un Chat; ¿Dónde quedó tu interesante profesión, tus viajes de investigación?, bla, bla, bla. Confieso que lograste desconcentrarme. No se si reír o llorar, prefiero lo primero, ja, ja, ja,

    -Me aventuro por el sendero que deja tu risa y respondo sonriendo…Has pasado en la brevedad de un suspiro, por varias reacciones…te muestras colérico, confundido, reflexivo, pero poco misericordioso. Sólo te importa que supuestamente te haya mentido. ¿No te preocupa saber porqué llegué hasta aquí, como fueron los acontecimientos? ¿O por qué te tiro esta bomba? ¿Y si fueras un compañero del pabellón de los varones? ¿Nos hemos conocido, hemos escuchado nuestras voces, hemos mostrado el contexto desde donde escribimos?¡¡¡No, no y no!!! Pero si te desencantas…¿Y si esta es una mentira para encubrir mi timidez? En fin…quedas liberado a tus conclusiones….

    -Ok, interpreto, con la esperanza de no equivocarme, que te sientes ofendida, o más bien dolorida por mis quejas ofensivas. Ahora resulta que me devuelves la pelota, acusándome de egoísta, y por si esto fuera poco, insinúas que quizás estoy entre rejas. Que veloz eres en tus apreciaciones, cuanto desearía conocerte y ver tu cara, enfrentarme a ti, cara a cara, y no continuar imaginando, esa verdad, que sólo tú conoces. Eres muy magnánima al permitirme o mejor dicho aconsejarme tomar mis conclusiones. Comparto aquí mis pensamientos, lo haré en voz alta, quizás tus antenas logren captarlos...creo que tu confesión es legítima, me atrevo a componer una historia, nada agradable, que concluyó en un trágico desenlace al tomar una decisión de la cual no existió el regreso. Sólo dime si voy en buen camino....

    -Más que ofendida, molesta. La soledad y el desprecio, nos vuelven felinos, aprendemos a “husmear”, “otear” las miradas, las voces, los gestos…es la selva contendida entre barrotes y el agobio permanente del sello que te ponen y que jamás van a sacarte. Te marcan como ganado arisco, llevas sobre vos la increíble marca de “convicta”. Es fuerte. Tienes horas multiplicadas al infinito para repasar cada instante que te llevó a este infierno y todo es poco, todo es nada. Estoy, si por asesinato, así reza la caratula y estoy a perpetuidad. ¿Doloroso? ¿Terrible? ¿Sorprendido? ¡Ahhhhhhh!... ¿Qué puedo decir si hasta ahora nadie ha creído en mi inocencia? Soy inocente, todo se debe a una trama bien urdida y aquí estoy, pagando un crimen que no cometí y que el poder político me hace pagar….mi profesión es verdadera, estaba investigando un yacimiento que mostraba hechos de corrupción a nivel nacional y de la cúpula mayor…fue fácil para ellos comprar testigos, plantar pruebas…en fin…aquí, sin pensarlo ni sentirlo, estoy sacando y compartiendo mi drama a la luz.

CONTINUARÁ

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Autores

María de los Ángeles Roccato (Argentina)

Beto Brom (Israel)

[Elias Antonio Almada]

como ya nos tienes acostumbrado, muy buen trabajo, me gusta esa idea de publicar por capítulos