Opuestas latitudes (cuento en capítulos-4/5)

[Beto Brom]

Cuarto capítulo

    -Confieso que leí y releí tu mensaje; tardé en contestar pues el asombro me impidió encontrar las palabras adecuadas. Luego de recapacitar, me atrevo, si, es el término exacto, me atrevo a tratar de restablecer la comunicación contigo, (aún no sé tu nombre, hasta saberlo te llamaré Amiga, con mayúscula). Ante todo, querida Amiga, debes ser un persona de un carácter muy fuerte, de convicciones firmes y que sabe muy bien donde esta parada. Quiero agradecerte que tuviste el valor de desenmascar tu verdadera identidad, al punto tal que, de estar en tu situación, dudo que hubiera sido capaz de tal acto. En cuanto a la condena que pesa sobre tus hombros, es difícil de captar, sintiéndote inocente, como me lo revelas. ¿Qué puedo decirte? Ahora comprendo todas y cada una de tus frases, tus escapaditas y tus insinuaciones; quiero decirte algo, estoy más que contento el haber entrado al Chat, te he conocido, virtualmente eso si, pero...algo es algo, ¿no? Sin duda toda esta ida y venida de mensajes, ayudaron un poquito para amortiguar tus horas de soledad, que sin duda son huecas y nada fáciles de sobrellevar. Mañana nos encontramos aquí, ¿OK?

    -Al leerte, un soplo refrescante y luminoso me ha invadido. Gracias por darte el tiempo de la reflexión que nos permite que sigamos comunicándonos a pesar de ser nuestros contextos cotidianos tan diversos y distantes… Por ahora es mejor no escribir mi verdadero nombre, pues puede traerte problemas por asociarte a él. ¿Revelarme? ¡Claro que lo hago!, pero debo ser inteligente, para que me dejen vivir. Este mundo es sórdido, pero como ves, de tanto en tanto aparece una lucecita. Gracias por dejar el aroma de los jazmines en tus palabras. Ok… hasta mañana.

    -Aquí estoy, Amiga querida, cuanto gustaría saber tu nombre, y ello tal vez sea pretexto para acercarme un poco más a ti; desde que recibí tu mensaje no puedo pensar en otra cosa, quisiera ayudar en alguna forma, ¿Lo ves posible?, ¿Tienes familiares que te visitan, amigos? en fin, cuéntame un poco de tu vida allí, con seguridad al compartir te sientas acompañada, ¿Puede ser? piénsalo...

    -Hola….mira amigo mío, estos encuentros, que espero con verdadera ansiedad, me hacen acordar al Principito y sus encuentros con el zorro…es el alma que espera, es el escenario que se modifica. Aquí pareciera que sólo la violencia tiene cabida en todas sus manifestaciones, palabras soeces, gestos vulgares, voces destempladas, gritos, blasfemias, sombras, paredes manchadas de moho, olores nunca sentidos…en fin...¡Muchas veces me pregunto qué debo aprender de este sórdido lugar!, pues a pesar de todo y esto es lo mejor, no he perdido la fe y la esperanza. Hace pocos días me ha comentado una guardia cárcel, que corren voces que los “Derechos Humanos” están investigando estos tugurios; me insinuó que escribiera mi caso, ella tratará de acercarlo, sin levantar sospechas. Espero sea así, sería un verdadero milagro. Nadie me visita pues nadie sabe donde estoy, es la forma de aislarme y que no se filtre información. Lo que recibes es a riesgo de la bibliotecaria, noble mujer, que ha dejado la salud y la juventud por un sistema que hasta hace poco defendía e idolatraba. Creo que mi caso, la ha convencido al fin, de las injusticias que muchas veces se cometen y además en las condiciones paupérrimas en que vivimos. Por el momento, ya me ayudas bastante sabiéndote atento a mis mensajes. Debo dejarte, un beso y gracias.

CONTINUARÁ

*/*/*/*

Autores

María de los Ángeles Roccato (Argentina)

Beto Brom (Israel)

[Beto Brom]

Queridos colegas de la pluma, ELÍAS, RONALD y CRÍSPULO, los esperamos en el último capítulo, ¿vienen?

Angelita/Beto

[Ronald Bonilla Carvajal]

Va muy bien este cuento, buena prosa, abrazos

[Elias Antonio Almada]

cuanto talento despliegan amigos