OSLAIDYS...

[Francisco Molina Infante]

¡Diosa del amor tallado! 

Que el viento me hizo sentir:

El embrujo de tus mares,

Hasta hacerme sucumbir.

¡Flor que surgiste en mi vida!

Con los deseos de abrir

Las puertas de tu castillo,

A mi alma juvenil.

 ¿Por qué?

 Al cruzarte en mi camino,

No dejaste, los jugos de mi sino,

Esparcirse por las rudas escaleras de la vida.

Has cogido por los bordes mi quimera

Y pretendes moldearme, a tu manera...,

Para hacerme un hombre digno.

Se han abierto mis carnes a tu fuego

Y en las grietas, que  en ellas has dejado:

Los besos de tu amor temprano,

Han florecido;

Como brotes de tu campo, negro y dulce...:

Cual, cañadú de tus tierras de oriente;

-Esparcidos por las Tunas de tu isla-.

¡Ole las Tunas!:

Donde mi amor creció...;

Que, sin conocer siquiera, sus costumbres; 

Ferviente admirador de sus gentes,

De sus campos,

Sus mares

Y horizontes...,

Prendieron me

Por sus encantos:

La niña, de la calle treinta y dos.

Has salido del confín de mis recuerdos,

Como un duende,

Que enfila mi destino,

"Samurái...:

Que cortas con el filo de tu espada",

Los flecos de mis días en desatino.

Hoy contemplo, con nostalgias,

Las noches estrelladas....

Y la noche: me transporta a tu infinito,

Dejándome

Llevar en su luz,

Como luciérnaga,

A tu puerta: 

¡De allende del mar...!;

Donde los fríos:

Han dejado al margen su equipaje,

Por gozar del clima

Y de tus mares. 

 

[Elias Antonio Almada]

Excelente. Felicitaciones