iEs todo un silencio, lo que atrapa mi voz...
y es un destello de luz, tu dulce mirada,
en el atardecer de un bermejo horizonte...
pero te siento nacer como una fuente de agua
que se deja absorver por la humedad del aire,
y de un suspiro que baja hasta las oscuras
profundidades y llanuras de tu cuerpo!
iAbro mis labios y roso tu boca...
abro mis ojos y consumo, con ellos,
ese hermoso sortilegio que cae desde tus senos,
y se enreda lentamente, en las elongaciones
más agrestes y bien osadas de tus caderas
para irse perdiendo como la noche
bajo el negro embrujo de tus cabellos!
iVuelvo, otra vez, a la quietud inexacta
de mis manos... y abro, con ellas,
cada rincón de tus secretos, para conocer,
desde mis limitaciones, el aroma, color y sabor
de cada fruto... atrapado en tu epidermis,
como el más cercano tesoro... escondido
en esas islas de ardientes arenas y frescas aguas!
iY ya no hay remos para arrastrar mi barca,
sólo mis manos para hendir el agua...
y hundir, con el peso de mi ancla, cada sonrisa...
cada gemido, desde la inocencia de tus labios!
Autor: Dalit R. Escorcia Marchena.
Barranquilla, 13 de Octubre/2023.
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