RATERO

[mario manuel montero medina]

 

 

 

 

Bendigo, te juro Señor, la hora

Que mi mano furtiva y clandestina

Estrenó su avaricia cuando otrora

Los callos la ensalzaban como fina.

 

No me salva, lo sé, si mi pequeño

Suplicaba su pan cual requisito,

Con la muerte jugando por su ceño

Y en su mano un mendrugo no exquisito.

 

No quiero ese perdón, Señor, que mengua

La vergüenza de este mal que es latrocinio.

Soy ratero, Señor, pero mi lengua

No te clama perdón, ni patrocinio.

 

No forjo en mi cabeza de crisol

Ese miedo previsto que tu enojo,

Vaticina los   fuegos más que el sol.

¡Te juro, Señor, no me acongojo!

 

Mas Tú sabes, mi Dios, porqué yo timo,

Tú sabes que es venganza mi deseo,

No me duele, Señor, si te lastimo,

Si tengo un buen botín en el saqueo.

 

Fui víctima primero de un ratero

Que roba cortésmente a domicilio,

Llevóse de mi cama lo que quiero,

Atónito déjome sin auxilio.

 

No fue mi colección más anticuada,

Tampoco fue el revólver con que cuido,

Llevóse mi tesoro que es mi amada

Y aquella sin mordaza no hizo ruido.

 

No puedo controlarme de este impulso

Que baso en la conquista de lo ajeno,

Me gusta cuando hurto porque el pulso

Me tiembla de alegría…¡y eso es bueno!

 

Me voy, Señor, en busca de otra presa

Que pueda provocarle un contratiempo,

No puedo ya seguir con la pereza.

Te he robado, Señor, bastante tiempo.