Recordando a nuestro Quijote Negro. Jesús Cos Causse.
La Plata. Buenos Aires. Diciembre 11 de 2013
Por Juana Pochet Cala
Denominado cariñosamente como El Quijote del Caribe, Jesús Cos Causse, nació el 15 de octubre de 1945 en Santiago de Cuba, muere en el 2007 debido a una penosa enfermedad que lo tuvo alejado de toda actividad. Poeta, dramaturgo, antólogo y periodista, Cos Causse era una de las voces cubanas más prominentes de la poesía.
Fue ganador de innumerables premios literarios en Cuba y el extranjero; al momento de su muerte era presidente del taller Internacional de Poesía El Caribe y el Mundo y del Congreso Mundial de Poesía, que cada año tienen lugar en Santiago de Cuba junto con el Festival del Caribe o Fiesta del Fuego.
Fue Codirector del Boletín del Poeta (Santiago de Cuba). Publicaciones suyas aparecieron en El Caimán Barbudo, OCLAE, La Gaceta de Cuba, Unión, Santiago y Revista Revolución y Cultura.
Fue responsable general de la Sección de Literatura de la Columna Juvenil de Escritores y Artistas de Oriente y miembro del consejo de redacción de la revista literaria Columna. Trabajó en el Departamento de Literatura del Consejo Nacional de Cultura en Oriente. Representante en Cuba de las revistas Ruptures (Canadá) y Air (España), miembro del comité de redacción de la revista Il Majakovskij(Italia), del consejo de redacción de la revista Del Caribe, del tabloide cultural Perfil de Santiago y de Guía Caribeña.
Durante su vida profesional fue vicepresidente de la UNEAC en Santiago de Cuba, miembro de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) y de la Sociedad Cultural José Martí, presidente del Taller Internacional de Poesía El Caribe y el Mundo y del Congreso Mundial de Poesía, que tiene lugar en esta ciudad durante los festivales del Caribe.
A la par de su labor intelectual, Cos Causse fue segundo secretario de asuntos culturales de la Embajada de Cuba en Jamaica, asesor del Ministerio de Cultura en Cuba, miembro de la Sociedad de Amistad Cubano Africana, y colaboró en numerosas publicaciones cubanas y extranjeras.
En este recorrido por el camino de la negritud en la poesía. Jesús Cos Causse se eleva desde su decir en esa continuidad de integración e identidad.
Permanece en el sitio cálido de quienes tuvimos la oportunidad de conocerlo y aprender a su lado. Anda a todo galope por los aires del mundo, entre las islas avivadas que saludan su paso, en cada rincón donde la poesía emerge con luz de amanecer.
De su poemario Balada de un tambor y otros poemas, Premio Poesía, Julián del Casal (1983) y editado por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, (UNEAC) retomo su poesía Balada de un tambor sobre el mapa del caribe.
Balada de un tambor sobre el mapa del caribe.
Cortaron el árbol después de la lluvia y
después del arcoiris.
Lo contaron en el esplendor de la primavera,
cargado de semillas y de nidos con huevos,
con las hojas muy verdes, y flores y frutas.
Al principio la madera se resistía,
la madera lloraba y se quejaba,
pero fue derrotada por la fuerza del golpe,
por el filo de hacha.
Con el árbol vencido, comenzó a escucharse un rumor,
un rumor de ira, un rumor de marea en las ramas
y en las raíces.
Temerosos, los hombres levantaron un altar
a un dios vengativo y llevaban ofrendas
y rezaban frente al tronco mutilado
Nunca un animal fue tan acosado.
Cruzó, espantado por la muerte, bosques, países, nubes,
pantanos, abismos desiertos y planetas.
Nunca una piel necesitó tanto tiempo para secarse.
Pasaron soles y lunas, todas las estaciones, siglos
y la piel sangraba todavía.
Cuando tocaron el tambor por primera vez,
los hombres cantaron y danzaron hasta el amanecer,
celebrando el nacimiento de la libertad.
Pero de pronto algo detuvo la rotación y
la traslación de la tierra
y un diluvio desbordó al universo
de sangre y de lluvias de colores
y mieles de hojas caídas vistieron al mar
de verde eternamente, y la primavera, alegre,
lanzaba flores y frutas desde abril
y estallaban en llamas las semillas
y de los nidos y de los huevos
salieron pájaros que poblaron el paisaje
de un territorio a otro.
Los animales, huyendo del cazador,
Hechizados, se olían la piel.
Desde entonces,
el tambor es un árbol que habla
y un animal que escapa,
que habla y que espera como castigado
por un látigo.
Un tambor para el Congo y para Guinea y para Angola.
Un tambor de tierra para los barcos
y para las cenizas de los conquistadores.
Un tambor de trueno para la trata y
para los cementerios en los océanos
y para el trono y para la corona y para el rey.
Un tambor para los cantos de los esclavos.
Un tambor de júbilo para las ceremonias
de los cimarrones.
Un tambor de paz y de esperanza para la tumba del buey.
Un tambor para la belleza y para el caballo de batalla
y para la abeja que busca con calma la miel.
Un tambor para el majá y para la jicotea y para la jutía.
Un tambor para la tinaja y la botija.
Un tambor para los signos de los murciélagos
y para la cruz de la lechuza.
Un tambor para el flamboyán y para la yagruma
Y para la Ceiba y para la caoba.
Un tambor para el cobre y para el carbón
y para la bauxita.
Un tambor de alborada para la bruma y de brújula
para la borrasca.
Un tambor de bejuco para tejer una canasta
Un tambor de bandera y de rebelión para el Caribe.
Un tambor con baluarte y una alabarda. Un tambor.
Un día llegó un caminante africano
Con un tambor y una canasta
Venía descalzo desde Níger y tocando
y bailando hizo el camino,
siguiendo la trayectoria de la orilla,
bordeando la costa del mundo.
Cuando tocaba nacía por la boca del tambor
una isla del caribe y al compás del ritmo
saltaban de la canasta estas maravillas:
Bahamas y un búho sonámbulo vuela sin rumbo
sobre Bermudas.
Antigua y una tortuga esconde el crepúsculo
de un castillo de arena.
Puerto Rico y un galeón se pierde en la tormenta,
se pudre en la ruta.
Haití y una caravana de peces asustados atraviesa
El Paso de los Vientos.
Granada y una guitarra guarda la música
que se fuga feliz del oleaje.
Barbados y un navegante la encuentra en el puerto
abandonado y dormida.
Anguila y un águila la separa de sus hermanos
y se la lleva al garete.
Aruba y un niño descubre en una marejada
la infancia del sueño.
Guadalupe y un relámpago gris persigue
a una paloma iluminada.
Bonaire y un alga navega a toda vela a
bordo de su airoso nombre
Curazao y un carroza de coral cruza
con el cadáver de una sirena.
San Vicente y una gaviota muy vieja viene
a morirse en el agua.
Martinica y una muchacha contempla
cómo camina de noche el caracol
Trinidad y Tobago y un pirata de pata de
Palo y tuerto corre con el botín
Monserrat y una sombra, busca monedas
y se roba de paso la espuma.
Jamaica y un manantial se queja y la
montaña responde con una canción.
República Domincana y una langosta
gigantesca se acerca con una espada.
Santa Lucía y un temblor asusta la tarde
y espanta el azul del cielo.
Dominica y un documento a.n.e. escrito
en una piedra dice siempre amor.
Cuba y un ciclón pregunta a un cañaveral
cuál es el camino más cercano.
El ciclón es una culebra que piensa pero
Se sorprende al escuchar el tambor y
se cubre rápida de cólera si le nacen alas
de escamas y comienza a soplar agua
y viento violentamente y a volar sobre el
Caribe buscando barcos cargados de esclavos
y destruyendo los barracones a su paso
peligroso y desborda los ríos para asustar
a los muertos y se muerde de rabia el rabo.
Sus ojos con el vórtice del ciclón. Si casa
el aviso del tambor regresa ansiosa a su morada
y espera pensativa el próximo alerta.
Los esclavos encontraron sorprendidos un
tambor en el cañaveral,
un tabor misterioso que crecía en silencio
como una caña secreta.
Dicen que una vez a un cimarrón
Se le ocurrió tocar aquel tambor
Y que las cañas, clandestinas, se fugaron
Juntas con los esclavos
y que los machetes atacaron a los rancheadores
y a los trapiches y que cortaron las cadenas y
también las cabezas de los conquistadores.
Por eso el tambor es un arma
Y los esclavos son cimarrones.
Hermanos caribeños:
Esta es nuestra historia,
y así las patrias separadas,
y así las aguas náufragas,
los sortilegios y los presagios
de este mapa de pólvora entre
cañas como uñas y uñas como cañas.
Hasta rescatar a golpe y a golpe
De tambor, de barricada y de combate,
Nuestra identidad y nuestra estrella.
Cuando regrese el caminante ya el Caribe
Será una sola isla.
Comentario
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
CUADRO DE HONOR
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