“Rumbo de Calandrias” de Alfredo Ma. Villegas Oromí
Primer Premio del Certamen Nacional de Poesía – 2009
Organizado por la Gente de Letras – Buenos Aires – Argentina
I
“…pero existen las rosas, el mar y los trigales.”
Álvaro Figueredo
Caigo desde la noche sin decirte más
porque un silencio solo
fue cerrándome hacia adentro.
Ha sido tan alto el viento,
tan fría la huella,
que quedamos sin señas en las manos
como pájaros oscuros.
Y me guardé tu voz,
el eco de tus ojos en la pampa
entre salitrales
de un horizonte abierto.
Sigo sin domar tanta nostalgia,
tanta distancia inmerecida.
La tarde se asoma por la ausencia
y el sol lleva la luz hacia otra parte.
Entonces,
otra vez
vuelve la noche
y el silencio,
y la derrota
de no entender
por qué pierden su rumbo las calandrias.
II
No he de decir el campo
aquella luz, la piedra
al pié del canto en las orillas,
el árbol que fue antes.
No he de decirlo así:
como se cuenta una historia desde afuera
como se habla de otro,
como ajeno,
sino
desde el unomismo que somos con la tierra,
no el paisaje sino uno,
con esa lengua profunda
y mestiza que me adentra
ese verbo enquistado en las entrañas.
Es tiempo de parir tanto silencio
porque es hora de decirlo
y punto.
III
Alguien sabrá
que la noche nunca es demasiada.
Que los grillos
no son alma de la luna
y su cuerda
es hojarasca abierta al horizonte.
Que andamos por ella a la deriva
como ciertos ángeles perdidos
que cruzan sin amparo
la soledad preñada de los ecos:
esos candiles encendidos y fugaces
que suelen sorprender a medianoche.
Que no hay que esperar una voz que nos proteja
sino dejarse estar sin hacer nada
Ella nos penetra hasta la sangre
y abre en dos el alba que se quiebra,
para volver a empezar
una y otra vez.
Una nueva vez
desde la noche.
IV
Es tan larga la noche
y tan vacía
con sus extravíos de piedras sin regreso
como cuerpos obstinados en la escarcha.
Y eso que la luna no bajó como otras veces
a beberse la luz de la laguna.
Es tan pobre el horizonte entre las sierras
como escasa la tierra en sus heridas.
Ella abruma la intemperie
y el hartazgo
de mentirme claridades en la niebla.
V
Un árbol se empecina en la distancia
y busca
detrás y al sur
otros árboles
que crecen habitados por el miedo.
Él sabe que no hay luz en la tormenta,
que hay pájaros que nunca lo protegen
que hay voces ausentes en los pájaros
y cantos que no tienen esperanza.
Pero una vuelta más ha sucedido:
un destello azul fue el eco
de un cielo sin ocasos,
de un huerto con sombra,
una acequia viva,
una piedra de paz en cada uno.
Y así se vio de lejos otro árbol erguido en horizontes,
con hojas crecidas en las manos
y nidos
y frutos
y promesas.
Mañana no habrá riesgos en la lluvia.
El agua se vendrá
sin desgarrarnos.
Comentario
Hermoso... para ser leído varias veces! Felicitaciones por tan merecido premio!
Mis saludos,
Tere
A L F R E D O M A R I A
BELAS LETRAS, PALABRAS SILENCIOSAS QUE SE UNEN A MAGNIFICAS METÁFORAS PARA FORMAR TAN HERMOSA CREACIÓN...
FELICITACIONES POR TUS LETRAS Y POR EL PRENIO NACIONAL DE POESIA
Bendiciones incesantes
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
CUADRO DE HONOR
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