SEGUNDO OBANDO CASTILLO

[ELISEO LEON PRETELL]

Aquí dejo constancia de mi profundo pesar, al enterarme del sensible fallecimiento de mi querido profesor, maestro y guía; SEGUNDO OBANDO CASTILLO.
Abrazo a toda la familia Obando Castillo, y claro, a la gran familia de mi glorioso “Ciento cinco” alma mater de muchos contumacinos, especialmente los que tuvimos el honor de egresar del aula del “Gran maestro”

Con todo mi cariño y admiración

SEGUNDO OBANDO CASTILLO
Autor: Eliseo León Pretell
*Poeta escritor peruano
“Ciudad Satelital”
Houston Texas, E.E.U.U.

(DÉCIMA ANTIGUA)
Rima entrelazada

I
Sábado treinta de Marzo
se graba en Contumazá,
un día de opacidad
oscuro, como una nube.
Mientras victorioso sube
al llamado del divino
el líder contumacino
con escala de: ¡¡Señor!!
Un eximio profesor
de trayecto diamantino.
II
Llora el Calvario y el pino,
el “Ciento cinco” y la Ermita,
llora la plaza chiquita
las aulas y la pizarra.
El corazón se desgarra
de sus alumnos de ayer,
gime el recuerdo postrer
de su enseñanza certera.
Él ya cruza la frontera
del suelo y su padecer.
III
Se fue el que supo querer
la clásica poesía,
el que en sus clases ponía
la pasión de su alma buena.
La lucha no le era ajena
en su afán de construir,
se daba hasta conseguir
germinara su simiente.
Hizo del saber un puente
para el hombre y su vivir.
IV
A dejado de existir
el dechado de maestro,
el hábil preceptor diestro
sin maltratos ni palmeta.
No utilizó esa receta
clásica de ese momento,
recurrió al arte y el cuento
para embeber su enseñanza,
aplaudiendo cuando avanza
la niñez con fe y aliento.
V
Vuelve su gentil acento
propio del sabio mentor,
la voz del educador
que sabe el punto seguro.
El que esturga sin apuro
imaginando el final,
de su obra trascendental
sin confiar en la suerte.
Hoy nos arranca la muerte
al maestro sin igual.
VI
Segundo Obando Castillo
cumpliste con tu misión,
goza de la bendición
en la patria celestial.
Fuiste un río y su caudal,
lluvia presta en mi sequía,
la mano diestra que un día
encendió mi verde lira
viste que no fue mentira,
siempre mata la porfía.

Derechos reservados
Te llora tu recitador silacotino.
Descansa en paz ¡¡Maestro inolvidable!!
ELP

[liliana gonzalez]

 Un muy buen poema a alguien muy querido

Bravo!

Gracias

mary

[Elias Antonio Almada]