Por el sendero que da al taller de carpintería de don María Victoria, un hombre que toda su vida la había gastado preparando los cortejos fúnebres del pueblo, se dejó sentir el olor de unos pasos de un hombre maduro que se deslizaban deprisa.
-¿Está don Victoria?- inquirió el extraño visitante.
-Ese soy yo-respondieron desde adentro.
-Me dicen que usted es el que se encarga del asunto de los entierros-aseveró en voz alta el visitante.
-Así es-repuso don Victoria acercándose con una sonrisa.
-Pues, quiero que prepare uno enseguida-dijo el visitante con cierto nivel de arrogancia y autoridad-pues, se trata de alguien…-súbitamente detuvo su explicación.
-Pero no me dijo de quien se trata-dijo don Victoria algo extrañado pero aun con la sonrisa que lo caracterizaba.
Eran las cuatro de la tarde y era domingo. La calle estaba llena de gente.
-Pobre hombre, tan bueno que era- dijo en voz medio cortada un lugareño.
-Ahora, dicen que dejó unos cuartos- murmuro una mujer de mediana edad.
-Tú siempre de mal pensada mujer-reprocho un señor con indignación, que al parecer era su marido.
-Algún día tenia que sucederle-dijo una voz desde atrás del grupo, mientras todos se voltearon asombrados a ver quien había hecho tal inoportuna declaración.
-y pensar que yo pude heredar toda su fortuna-dijo una mujer con aires de señorona a los demás-fíjate que una vez me pidió que me casara con él- concluyó con aire triunfal, mientra los demás le echaban una mirada de reojo y desprecio.
-Muy importante- prosiguió diciendo el extraño.
-¿y donde?- preguntó el viejo carpintero.
-No se apure, yo lo paso a buscar luego-replicó el extraño con cierta indiferencia.
- Pero, todavía usted no me ha dicho de quien se trata-insistió el viejo.
-ya le diré a su tiempo-agregó el recién llegado.
Aquel extraño había desaparecido tal como había llegado-pensó el carpintero enterrador-¡Qué diablos debía preparar si no me indicó bien de lo que se trata todo eso!-dijo irritado don Victoria al ver alejarse de prisa al visitante, mientras estrellaba de rabia el martillo hacia un grupo de tablas que estaban a su costado izquierdo, yendo a parar debajo de un mueble.
-Ahora este jodido hombre llega y me pide que prepare un entierro.-dijo disgustado y algo perplejo, mientras continuó haciendo el trabajo que había dejado minutos antes de irrumpir a su taller aquel extraño, quien le había encargado un trabajo sin darle detalles.
-¡Que prepare un entierro!-dijo- ¿Pero usted ha visto que desatino este?-se preguntó-seguro que es uno de esos charlatanes que andan siempre molestando a los demás- aseveró con ironía- sin oficio- dijo despectivamente-Pero ¿Cómo voy a preparar un entierro si no sé ni quien es ni donde vive?-volvió a preguntarse.-
-Además, tampoco se su tamaño. ¿Cómo voy a hacerle una caja sin saber si es gordo o flaco, largo o enano? Terminó diciendo.-
-Dizque lo encontraron dentro de una caja de muerto con las piernas cortadas-dijo sombríamente un espectador.
-¿Quién sería ese monstruo que hizo semejante crimen? Pregunto para sí en voz alta indignada una señora de unos treinta años.
-¡Quien lo diría! Después de que él enterrara a más de una centena de los del pueblo, ahora es el pueblo quien lo entierra- dijo un viejo rascándose su anciana cabeza desnuda mientra se quitaba su sombrero en señar de respeto…
Ransés 10-08-08 5:47 PM
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
CUADRO DE HONOR
########
© 2024 Creada por MilagrosHdzChiliberti-PresidSVAI. Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL para agregar comentarios!
Únete a SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL