""UNA FORMA DE VER LA VIDA""

[Rafael Vicente Padrón Ruíz]

Allí estaré, frente a la guadaña, delante de la indiferencia, la precisa

 tan solo un minuto se sobrevive tras el propio final extinguido

Y en otro andar, acompañado de unas sombras sin color,

que son tan solo como el viento, que no se cansa de andar.

Un clandestino paso, pero seguro;

al lado de las rosas y los crisantemos de cristal pulido,

silábico barranco de orfandad eterna.

Veanme aquí,  allí o  tal ves mas allá.

si no yo también frente a la misma, tal cual,

con un corazón apagado, por el manantial que nace en las ojeras.

Si frente a la misma, la suspensa feliz de las esquinas callejeras.

Con la calma mentirosa y lastimera, siempre a la caza de los limpios manantiales.

¿ Por que mejor no la espero?

Se que puede llegar mórbida, oscura o tal ves mejor, llegara rápida y veloz

Seguro estará escondida, rondando entre las copas de vino y licor fino.

Una puerta, un balcón, un reloj que frena el tiempo, 

¿ Por que se vestirán de color azul, los lamentos?

Seguro es que quieren enamorar a las rosas de una tierra campesina, 

para fingir o para darse aires de frescura cotidiana. 

Por que llamar a los que sueñan con un viaje largo a través de nuestro Dios

¿Y si mejor  yo la espero ? 

Con ropa de ella misma, entre los descarnados huesos del triste esqueleto que ya soy.

Oh, penuria inevitable ,

es seguro que se le presiente en algún oscuro folletín de propaganda;

si, allí en una mesa y su lampara de keroseno, con papeles y un tintero.

 Poder renunciar a esa penuria, sufrimiento y meterse en un marco en la pared,

 que aguarda y espera tranquilamente que tú llegues.

Separar lo que puede hacer huella y lo que guarda dentro la calavera.

Cuando muera, si seguro cuando yo muera.

Todo sera cenizas, recortes de hojas secas pisoteadas,

un cometa sin alcurnia, soledad, desvaído, lindero que se soñó,

espíritu, cualquier cosa soñada, cualquier cosa por muy lejana,

que se perdió en el silencio de mis lagrimas.

 

Verso que no se puede entender.

No sabrás lo que oculte, pues yace para siempre debajo de los parpados de mis ojos.

Tampoco sabrás del hada azul que no te quiso visitar,

no sabrás de los pecados capitales,

por que tenemos lo mismo que Adan y Eva

tenemos tan solo,  la tierra, el agua y el fuego. 

 

Eso es lo que nos complica y enreda la verdad.

Cuando yo muera, si seguro será cuando yo muera ,

persistirán en cada brisa, en cada rayo de luz,

mis dudas y los laureles de un desvelo,

tal ves seguro, alguien sospeche de la caída del crepúsculo

y la bajada de un telón.

RAFAEL VICENTE PADRÓN RUÍZ

[Miriam Inés Bocchio]

[Elias Antonio Almada]

[Delia Pilar Checa]

Hermoso poema... ¡fascinante! Te felicito, Rafael.