ISBN:978-9978-87-376-0
Derecho Autoral 027805
UNIVERSO MAGICO Y SIN TIEMPO PRIMERA PARTE: Un esnayo literario con algunos rasgos de la novela
36 Capítulos, 372 páginas
Editorial El Conejo: Quito - Ecuador
wilfridotrelles@yahoo.com
DESORIENTADO
(Primer capítulo, fragmento)
En el principio, cuando la eternidad tenía un largo camino recorrido, en medio del todo, estaba el que Es, rodeado del éter infinito, éste más grande que cualquier idea conocida. No se logra definir el horizonte. Sé que están ahí, muchísimas más, o tal vez todas las cosas. No tengo elementos de juicio para poder opinar a primera vista. Quiero expresar mi pensamiento, todas las ideas quieren salir al mismo tiempo. Tampoco puedo dilucidar si es el firmamento el que complica mi entendimiento o si mi entendimiento es el que confunde la percepción. Hoy me siento en mitad de alguna parte, sin pistas para orientarme, busco alguna señal para entender mi posición.
El razonamiento es tan pequeño, pero, luego de desenmarañar este enredo, que parece una telaraña que percibe mi intelecto. Mientras más elucido, más vueltas doy al asunto. Una y otra vez me ocurre lo mismo; mi mente ha establecido un eje, trata de encontrar el sentido, intenta saber hacia dónde camina y, al girar tantas veces sobre él, porque no tengo manera de salir de este círculo, concluyo que es redondo.
Principio y fin del espacio que contemplo, parece que siempre ha sido redondo, por cualquier lado que lo mire. A la distancia, si está inundado de luz, se ve vacío. Cuando ha hecho presencia la oscuridad, se juzga que está lleno de partículas, que aparentemente están muy juntas. Si me detengo unos instantes a contemplar, mirándolas una a una, no sé definir qué entiendo por partículas; si corpúsculos diminutos o mundos descomunales. No las logro condensar en imágenes mentales y digerir en mi conciencia. También se siente la presencia sutil de un soplo que no deja sitio vacío.
Cuando me decido a medir la corpulencia entre uno y otro cuerpo, no puedo tener una apreciación exacta, porque, si me alejo, son demasiado pequeños; si me ubico a una distancia cercana, parece que son de mi tamaño y, cuando me acerco, son infinitamente grandes. En ningún caso, puedo tener los datos exactos, la subjetividad me domina. Tampoco sé cuál es mi tamaño, no sé dónde me ubico; si junto a los corpúsculos o con los mundos descomunales. Pero todo está ahí; nada sobra, nada falta.
¡Dios! Al observar a mí alrededor, cuando miro a un individuo, sin importar el tamaño, me doy cuenta de que me parezco a él. Lo observo y me palpo, me percato que soy una sucesión interminable de migas. Cada una de ellas son independiente de las otras; por pequeñas que sean, son diferentes y cada cual tiene una esencia propia que le caracteriza. Entonces, los que me circundan también deben tener esta característica, ellos también están formados por partículas pequeñas.
Creó mi espíritu la duda; he abierto los ojos de la intuición. Me provoca un embelesamiento, que no puedo describir aunque me resulta difícil narrar este descubrimiento. He descubierto que no estoy solo, que existen individuos de todos los tamaños. Tal vez ellos habrán notado mi presencia, puedo conjeturar cómo me verán: de la misma manera, para unos seré muy pequeño y para otros, demasiado corpulento. Seguiré infiriendo en el asunto, posiblemente, más tarde, pueda tener noticias. Los elementos están definidos, cada uno tiene su función propia y específica. Luego, en grupos, finalmente todos rondan sobre un fundamento.
Los miro y me observo, son inconmensurables, no llego a un punto minúsculo en medio de ellos. Debo detenerme a contemplar, hacia arriba son grandes y hacia abajo, lo contrario. No los puedo mirar a simple vista porque son diminutos, pero sé que están ahí. Mi posición es ambivalente: de lo minúsculo he pasado a lo gigante, ahora sé que es al contrario. Ellos saben que estoy aquí.
Firmamentos infinitos, alguien creó una cadena de interrogantes que no parecen tener respuesta. Luz y tinieblas: la pregunta inevitable para tratar de precisar cada una de ellas. Calor y frío: ¿Cuál es el uno y cuál, el otro? Parece muy sencillo. Arriba y abajo; derecha o izquierda, me pregunto: ¿En dónde estoy? Ahora que averiguo, me doy cuenta de mi ignorancia por no saber cuál es mi lugar. Creía saber mi posición, suponía que ocupaba el centro, y que todo me rodeaba. También estaba convencido que era el más importante de entre todos. Que no me extrañe más adelante, cuando deba preguntarme a cada instante por cada objeto nuevo que mi conciencia capte.
Y los espacios que ocupamos están juntos y superpuestos. Sin embargo, cada uno reclama como suyo el mismo lugar, que es hogar de incontables criaturas. Para pervivir tratamos de respetar la ley, la única ley universal que jamás podrá ser abolida: ¡la libertad! Siempre fue así: ellos tienen un espacio tan grande como el mío. Pensaba que en el cosmos no había conciencia y que, sola, la mía existía. También opinaba que mi percepción era la más clara, la más brillante, la más sublime y la única que superaba, era el conocimiento del que Es.
La amalgama es indiferente entre sí, parece que todo es inerte. Mi concepto de la vida tiene que ser replanteado: porque lo que miro no tiene rutinas similares a las mías, porque su dirección pasa por el lado opuesto; no deben merecer este calificativo. El concepto del término inerte no tiene sentido, trataré de eliminarlo de mi léxico y ojalá, hoy, sea la última vez que lo utilice. También el concepto de inerte debe ser replanteado, ya encontraré una definición apropiada. Ahora, no comprendo su actividad: ellos están ahí, como que no tuvieran sentido su existencia, como que no hubiera comunión entre ellos. Trato de comunicarme, pero es muy difícil, no encuentro los códigos ni la frecuencia apropiados. Cada grupo tiene una o varias formas para comunicarse y todas son diferentes a la mía, más adelante, ojalá encuentre un lenguaje para comunicarme con todos a la vez. El hecho de que no me entiendan, cuando pienso que paso inadvertido, me produce un sentimiento de soledad y me reprocho que, estando tan cerca en algunos casos o muy lejos en otros, seamos desafectos.
¡Tierra y cielo!, pensar que somos tan diferentes del entorno y estamos hechos de la misma materia. La misma energía nos mueve a todos, en esta epata no entiendo si es uno o son varios universos. Si son varios, ¿cuántos son y hasta dónde se extienden? Estoy buscando una medida; quizá la encuentre para comparar las dimensiones y poder decir si son grandes o pequeños o, tal vez, aunque es improbable, si son todos del mismo tamaño...
Comentario
Excelente texto nos entregas gracias por compartirlo
es muy interesante da para un buen debate creo que tu pensamiento hará que te lea bastante seguido gracias y Bendiciones Alicia. D:.T:.
Tus palabras son alentadoras, te agradezco de corazón. Un fuerte abrazo
Gracias por leer mi artículo Mirna, quisiera que me aceptes como amigo
UN PLACER LEERTE
UN ABRAZOP
MIRNA
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
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