Desde hace unos meses resido en Majadahonda, una localidad cercana a Madrid capital. Era media mañana cuando me subí al autobús que me llevaría a Madrid.
A esas horas hay escaso personal y el autobús iba prácticamente vacío apenas unas 10 personas. En los asientos posteriores al mío iban dos jóvenes sin duda musulmanas porque, aunque iban vestidas con trajes europeos, llevaban cubierta su cabeza con el pañuelo islámico hiyab.
Dado el silencio que había en el autobús se podía escuchar la animada charla que llevaban durante todo el camino, hablaban árabe pero no podría determinar si eran marroquíes o de algún otro país islámico que también hay muchos residentes de otras procedencias.
Me gustaba escucharlas en charla animada; eran jóvenes y charlaban divertidas, no entendía nada, era obvio, pero el árabe es un idioma interesante de observar por la pronunciación gutural de algunos vocablos tan diferente a los idiomas europeos, escuchaba sus voces mientras me adormecía con la musicalidad del idioma. Algo me alertó de que lo que había escuchado lo había entendido…¡¡Había entendido algo de lo que decían estas jóvenes!! …no puede ser, me dije…debo estar dormida del todo, que yo sepa no entiendo ni “papa” *de árabe…Me espabilé y seguí poniendo mayor atención a la charla cuando me di cuenta que intercalaban palabras y frases en español en medio de una gran frase. ¡Qué interesante!! , pensé y seguí atentamente a esas dos chicas.
Durante los 20 minutos que tarda el autobús en llegar a Madrid estuvieron hablando sin parar y cada poco intercalaban palabras españolas de tal forma que el esquema de su conversación pudiera ser esto:
Bla bla bla bla bla bla bla…¡siiiiiii que bonito! ¿verdad? Bla bla bla bla bla…………. ¡claro! Bla bla bla bla bla bla bla bla ………¿Por qué no? bla bla bla bla bla bla ………. No hay que dar pié para…bla bla bla bla bla bla …..etc.
... Y así dialogaban una con la otra respondiendo indistintamente y aleatoriamente en los dos idiomas teniendo en cuenta que cuando hablaban en español su pronunciación era perfecta, apenas un leve acentito gutural que deja el idioma natal.
Venía a mi mente el “spanglish” que los latinos hablan en EEUU y que quedó maravillosamente para la posteridad en la obra “West side story” cuando cantan el tema “América”.
He de reconocer que me impactó este fenómeno de fusión de dos lenguas como son el árabe con el español, nunca en mi vida había escuchado algo semejante teniendo en cuenta que desde niña hasta que me casé he vivido en Ceuta, ciudad española al norte de Africa, donde confluyen muy diversas étnias e idiomas: hebreos, marroquíes e hindúes y jamás había escuchado que ninguno de ellos mezclara los idiomas, todos sabían hablar el español pero nunca lo mezclaban.
Seguiré observando si otras personas de habla arábiga lo hacen o es un fenómeno aislado el que estas dos jóvenes dialogaran en esos términos.
De cualquiera de las formas estos hechos tienen mucha importancia y trascendencia ya que, por una parte pueden significar una integración importante en el país de tal forma que indistintamente hablen en uno u otro idioma expresándose en el que mejor defina lo que quieren expresar lo mismo que yo pueda tomar vocablos de mis amigos de hispanoamérica por ser más precisos que los que nosotros empleamos aquí en España, pero, claro…estoy hablando siempre en español, el caso que dejo aquí es diferente.
Ya que existe este fenómeno vamos a jugar a ponerle un nombre. A mí se me ocurre “Spanarab” ¿qué les parece a ustedes? Se admiten opiniones.
* "No saber ni papa" Frase coloquial que se usa en España y que indica no saber nada en absoluto de algo.
María Dolores Velasco