MÍA
Era un viernes por la noche lo recuerdo muy bien como si fuera ayer. Era una noche serena de luna llena.
El cielo estaba lleno de estrellas aunque las mismas casi ni se veían y el viento soplaba fuertemente como si quiera levantar todo a su paso logrando transmitir un frío delicioso que tocaba cada parte de tu cuerpo, cada parte de tu ser.
Yo estaba sentando afuera de aquel sitio esperando aburrido mientras en mis manso leía los poemas de Neruda y miraba tranquilamente aquella hermosa luna y aquel viento que acariciaba mi cuerpo como si nada más existiera.
Pero de repente la vi salir. Era una mujer hermosa con unos ojos azules como el cielo, cabello rubio como el sol, piel bronceada y blanca como la espuma, una sonrisa capaz de derretir los glaciares más fríos, una mirada seductora que enloquecía y atrapaba, unas piernas bien formadas (después me enteré que era jugadora de fútbol soccer) en fin un cuerpo digno de una reina de belleza.
Sin embargo iba tomada del brazo de aquel sujeto un amargado sin igual, un hombre a quién le gustaba jugar con las mujeres, un mujeriego sin corazón y sin alma que lo único que tenía era miles de millones para botar porqué de atractivo nada tenía sin embargo como dicen por la plata baila el mono muchos lo alababan, lo idolatraban y seguían para ver cuando dinero le podían sacar y aunque quería yo hacerme una idea contraria de ella en el fondo sabía que ella andaba con él como todas por la plata.
Sin embargo mis ojos no querían ver más allá de lo que tenían que observar y no era la primera vez que la veía pasar pero si era la primera vez que mi corazón saltaba de mi pecho y sentía no sé en el estómago (después me dí cuenta de que eso era amor).
Ella me miró, nuestras miradas se chocaron y sentimos algo difícil de describir sé que ella también lo sintió lo sé.
Él fue a buscar su auto último modelo mientras ella se quedó solita afuera de aquel lujoso lugar y yo no sé porqué decidí llenarme de valor y acercarme y si previo aviso le dije que ese hombre no le convenía que ella necesitaba un hombre de verdad, un hombre que la hiciera sentir mujer, que la hiciera sentir que vale y no un tonto a quién le gustaba engañar a las mujeres y utilizarlas como máquina sexual.
Ella me miró con una sonrisa leve y me tiró un garnatón que todavía hoy lo siento aunque pasará el tiempo de aquella primera impresión.
Pero como un poeta no se da por vencido yo le dije antes que él llegará que algún día sería el dueño de su corazón.
Los vi cuando se marchaban y me prometí a mí mismo que esa mujer sería mía porque sin quererlo me había robado el corazón.
Para qué describirles todo lo que pasó lo importante aquí sin dar muchas vueltas en el asunto es que al final logré conquistar su corazón y esa mujer hoy es mi esposa la dueña de mi corazón.
Autor: Robert Allen Goodrich Valderrama
Panamá
Derechos Reservados
Febrero 2016.
Etiquetas:
Muchas gracias
"Pero como un poeta no se da por vencido yo le dije antes que el llegará que algún día sería el dueño de su corazón.
Los vi cuando se marchaban y me prometí a mi mismo que esa mujer sería mía porqué sin quererlo me había robado el corazón.
Para que describirles todo lo que pasó lo importante aquí sin dar muchas vueltas en el asunto es que al final logré conquistar su corazón y esa mujer hoy es mi esposa la dueña de mi corazón".
Excelente RELATO.
gracias
Muchas gracias
Muchas gracias
Excelente historia de amor, narrada por un hombre apasionado que marcó su destino desde el día que la vio.
¡Me encantó!
Gracias Eva
ROBERT, QUE RELATO TAN HERMOSO, TE FELICITO, ME LO GOCÉ, APASIONADO EN EL AMOR, AMARALIS
Muchas gracias por tus palabras mi estimada Amaralis
MUY BUENO
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
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