Qué se siente al ser viejo? (Texto anónimo)--- (mi versión)
Luis A. Figueroa Pagés
El otro día, una persona me preguntó: -¿Qué sentía al ser viejo?-
Me sorprendió la pregunta, ya que aun no me creía viejo. Cuando vio mi reacción, inmediatamente se apenó de su ligereza, pero le reconocí que era una pregunta impresionante. Me dejo un poco perplejo ,no lo había pensado con la seriedad que requería. Solo, después de reflexionar detenidamente el tema llegué a la conclusión de que hacerse viejo es un bendito regalo que te hace la vida misma, “a pesar de los palos”
A veces me veo sorprendido del sujeto que vive en mi cuerpo y tengo de testigo a un crítico espejo. Pero no me preocupo de más. Nunca cambiaría lo que tengo ni mi espiritualidad por unas canas de menos y un estomago plano .
No me regaño por hacer mal la cama, o comer algunas "cositas" de más. Tengo el derecho a ser algo descuidado, extravagante para regalar mis versos y pasar horas fabricando ideas incontenibles ,rumiar la noche contemplando las flores del jardín o una estrella perdida en el infinito.
¿A quién le interesa si elijo leer o jugar en la computadora hasta las 4 de la mañana y dormir hasta quien sabe qué hora del día?- Bailaré a solas los ritmos de los 50's y 60's. Y si después deseo llorar por algún amor perdido...¡Lo haré de nuevo! Hasta puedo terminar la tertulia artistiando algún reguetoncito que se me ha pegado en los camiones viajando a la capital.
Caminaré por la playa con un traje de baño que se agarra sobre el cuerpo regordete y haré un clavado en las olas dejándome ir, a pesar de las miradas de compasión de los que exponen sus músculos con el brillo de los aceites. Ellos también serán viejos, si tienen suerte y se dejan acompañar por la inteligencia.
He visto algunos amigos irse de este mundo, antes de haber disfrutado la libertad que viene con la vejez. No los compadezco pues ellos se lo perdieron sin tener en cuenta lo que les pidió el vivir.
.Es verdad que a través de los años mi corazón ha sufrido por la pérdida de los seres queridos, por el dolor de un niño mío o no, ver morir una mascota. Pero es el sufrimiento lo que me dio fuerza y me hizo crecer. Un corazón que no se ha roto con el dolor puede ser estéril y nunca sabrá de la felicidad del ser imperfecto.
Me siento orgulloso porque mis cabellos se vuelvan grises y conservar la sonrisa de mi juventud, antitética comparación de los surcos profundos que marcan mi cara.
Ahora bien, para responder la pregunta con sinceridad, puedo decir:
-¡Me gusta ser viejo, porque la vejez me hace más sabio, más libre de convencionalismos! Sobre todo me permite nunca quedarme con la respuesta que pienso. También de eso deje mucho atrás a favor de falsos patriotismos.
Sé que no voy a vivir para siempre, pero mientras, voy a vivir según mis leyes, las de mi corazón. No pienso lamentarme por lo que no fue, ni preocuparme por lo que será. El tiempo que quede, simplemente amaré la vida como lo hice hasta hoy, el resto se lo dejo a mi familia para que me recuerde en sus memorias de acuerdo con lo que llegaron a valorar de mí y a Dios que ha tomado sus medidas para cobrar.