Aquel día abordando el avión que la llevaría a aquella tan ansiada vacación a Venecia, cerrando los ojos recordaba, la ultima vez que estuviera en esa tan romántica ciudad, habían pasado muchos años desde entonces y al recordar, sus ojos se habían llenado de lagrimas y su cuerpo temblaba sin querer, había sido maravilloso, inolvidable, tanto que al evocar en su mente aquellos momentos vividos volvía a sentirse joven y se enfrascaba en aquellos pensamientos con un dejo de euforia que hacia mucho tiempo no sentía.
Tendría unos 24 años, y había ido con el que se convertiría años mas tarde en su marido, se habían graduado y un grupo de la universidad decidieron celebrarlo con un viaje colectivo a Venecia, todo había sido normal hasta el momento en que cruzo mirada con aquel chico que también se hospedaba en aquel hotel, todo había sucedido si querer sin planearlo, lo había conocido y había deseado instantáneamente haber viajado sola, pero la realidad era que hasta ese momento se sentía muy a gusto con aquel novio y el estaba allí como su sombra, y ella con unos deseos grandes de desaparecer con aquel chico italiano y conocerlo mejor, tenia unos ojos preciosos color verde, muy apuesto, muy masculino con una boca ¡OH! Dios, recordó que boca, y que besos aquellos mas deliciosos.
Ahora todo era diferente, viajaba sola, con su única compañía, con gente que ni siquiera conocía, se había divorciado muchos años atrás y hasta ahora se había atrevido a viajar y sin querer volvía a aquella ciudad que jamás olvido y que por años se pregunto que hubiera sido de su vida si hubiera tenido el valor de seguir a su corazón de aventurar con aquel italiano con el que en un momento pareciera como si se hubieran conocido de toda la vida, un amor a primera vista, un deseo grande que se le había metido en el cuerpo de quedarse entre sus brazos para siempre, pero fue cobarde, y no hizo nada aunque después se recrimino toda su vida por no haber seguido a su corazón.
Viajaba con un grupo de gente mayor, en un de esos viajes que la llevarían a conocer tres ciudades una de ellas seria Venecia, necesitaba aquella vacación , se sentía sin ánimos de nada y últimamente la melancolía se estaba apoderando de ella, es cierto que dice el dicho que era mejor estar sola que mal acompañada, pero ahora la soledad le estaba pesando, aquel marido le había salido mujeriego y despreocupado, y había perdido todo el respeto por el, ya sus mentiras y su falta de moral la habían dejado vacía de emociones, sin mayores deseos mas que de estar sola y alejada de el.
Su apariencia aunque habían pasado muchos años todavía era atractiva, despertaba aun suspiros y habían muchos por allí diciéndole lo bien que se miraba a pesar de sus años, se sentía alagada, hasta llegaron a decirle que se parecía mucho a esa legendaria artista famosa que fue muy bella Ava Gardner, ella sonreía, pero no quería aceptar otra nueva relación, aquella no le había dejado buenos recuerdos y no seria fácil volverse a enamorar pensaba.
Era su primera noche en Venecia, contemplando las góndolas se había sentado sola a tomar un café, la música suave del lugar le hacia sentir tanta paz, saboreaba su café a pequeños sorbos, muchas miradas se posaban en ella, una mujer sola, y guapa era un poco de tentación y curiosidad para aquellos del lugar, unos turistas, otros nativos, pero ella estaba tan enfrascada en sus pensamientos que no se inmutaba, ni le molestaban aquellas miradas curiosas, al fin no seria la primera vez que viajaría sola, tenia que acostumbrarse, de ahora en adelante trataría de viajar mas seguido, se había dado cuenta que le causaba una gran paz interior.
No se había percatado del tiempo, las luces de la ciudad comenzaban a iluminar las calles, y el agua parecía reflejar aquella vecindad como en un espejo, le entraron unas ganas de recorrer aquel canal bajo la luz de la luna, romántico aunque ella estaba sola, no tan sola , con sus pensamientos y sus recuerdos, que ahora venían con mas fuerza, y la imagen de aquel italiano, y sus bellos ojos verdes le hacían compañía, y la ponían en un estado de sensaciones que le recorrían todo el cuerpo despertando tantas emociones que estaban dormidas.
Se lo imaginaba, compartiendo su boca, como aquella noche, años atrás cuando se había logrado escapar de su novio y se había encontrado con el precisamente en este lugar donde sin querer y sin pensarlo se habían escabullido en un callejón para juntar sus cuerpos, el le había tomado el mentón, y despacio la había besado, con un beso prolongado que duro una eternidad, me gustas le había dicho, me gustas mucho y ella sin responder pero sintiendo un montón de emociones en su cuerpo se dejaba besar y acariciar por aquel desconocido al que parecía conocer de siempre.
Era una noche hermosa con luna como esta, calida y enervante noche, quería prolongarla, llegar hasta el siguiente día al hotel pero como, ya la estarían buscando, por un momento pensó que importa, que la buscaran si aquello era el cielo, todas sus emociones no la dejaban pensar claro, sabia que quizás no estaba bien lo que estaba haciendo pero era muy joven para dejar pasar aquella oportunidad, y no quería arrepentirse después.
Enfrascada en sus pensamientos, no se percato que unos ojos brillaban en la oscuridad y eran dirigidos a ella, por un momento sintió miedo, estaba sola, era de noche en una ciudad desconocida, y aquella figura entre las sombras de la noche no se alcanzaba distinguir, aquel personaje fumaba un cigarrillo, en la oscuridad se veía la brasa que se encendía con cada sorbo , caminó ligeramente tratando de buscar donde había mas gente, pero sintió que aquel personaje también hacia lo mismo seguía sus pasos a corta distancia.
Regresó al lugar donde horas antes había estado y pidió nerviosamente un café, mirando hacia la puerta, para ver si aquel individuo también se atrevería a entrar en el, era tonto quizás no haber salido con el grupo y deambular por su cuenta sin conocer a nadie, pero era ya muy tarde lo había echo y ahora no hallaba como salir de allí para su hotel le había entrado pánico.
Había dejado correr el tiempo solo para cerciorarse que ya había perdido de vista a aquel desconocido, y mirando para todos lados se dispuso a salir a la calle para llamar a un taxi, no se veía mucha gente, era ya entrada la noche, aunque aquella hermosa luna iluminaba el canal y el reflejo en el agua lo hacia lucir como una bella acuarela.
No aparecía ningún taxi, no conociendo mucho la ciudad por un momento no supo que hacer se aturdió un poco, de pronto alguien suavemente le puso la mano en el hombro a lo que ella dio un salto asustada, ¡OH! se dijo, era aquel hombre, no se había ido, quizás la había estado esperando todo aquel tiempo, no tuvo mas que armarse de valor y preguntarle ¿quien es? ¿Me ha estado siguiendo y por que? ¿Que quiere?
No lo alcanzaba a distinguir por la poca luz, pero el si parecía conocerla, por que con una voz suave le respondió, por favor, no se asuste, no soy ningún maleante, hace horas que la vengo observando desde que entró al café esta tarde, me llamó la atención, por que se parece muchísimo a alguien que conocí muchos años atrás en este mismo lugar, y a la que nunca volví a ver, pero que su recuerdo jamás se ha apartado de mi, por eso es que visito este lugar con frecuencia con una sola idea de que un día, la encontraría aquí en este preciso lugar.
Sabe, usted me la recuerda muchísimo, la estuve observando de lejos, sus ademanes, sus facciones, todo me la a recordado, nunca supe su nombre, viajaba con su novio y con un grupo de estudiantes, yo me hospedaba en el mismo hotel, fue amor a primera vista de mi parte, no se si ella habrá sentido lo mismo, le pedí que no se fuera, pero siempre se fue, la busque el siguiente día para insistirle, me había prendado de ella después de aquella noche de amor pero se había marchado.
Ella se quedo muda, sin pronunciar palabra, aquello era increíble, de novela, aquel hombre al que no podía distinguir mucho, que estaba frente a ella y que por casualidades del destino estaba allí, en el mismo sitio, a la misma hora la hacia pensar que estaba alucinando, o en un sueño, se pellizco para volver a la realidad, que hacer, había deseado toda la tarde aquel encuentro, lo había soñado desde que había puesto los pies en aquel avión y ahora estaba allí, solo tenia que acercarlo a la luz y mirarse en sus hermosos ojos verdes para saber que aquella historia que le acaba de contar era su historia.
Esta vez fue ella la que lo tomó de la mano para llevarlo a un farol de aquel canal y ya en la luz se quedo extasiada allí, en frente de ella tenia a aquel chico, ya no tan chico esta vez sus sienes eran grises sus ojos verdes penetrantes la miraban con una mirada que no había sentido en años, aquellos ojos la había hecho enamorarse de el de tal manera que se había perdido con el en una noche una sola noche inolvidable, era el, y la noche estaba aun joven, y ella estaba deseosa de perderse en aquellos brazos,y todos aquellos sentimientos que por años había mantenido ocultos ahora podían salir y desbocarse sin pensar, sin reprocharse nada.
Se había acercado a ella y con aquel hacer suyo tan peculiar le había tomado el mentón y le había dado un beso, un beso que duró una eternidad, se escuchó un suspiro prolongado que irrumpió el silencio, aquello era el cielo, sus besos perdidos en su boca, sus brazos sujetándola fuerte y la luna siendo testigo único de aquel maravilloso encuentro de dos almas que jamás dejaron de pensarse, u olvidarse y ahora podían hacer realidad aquel sueño, que duró por muchos años, un te quiero, se escuchó, otro te quiero y se besaban como dos chiquillos por primera vez, estaban continuando lo que habían dejado atrás por tantos años y que ahora parecía el comienzo de una hermosa historia de amor.
Gladys Alvarado copyright © 2013
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"... pero siempre se fue..."· En amor, muchas veces no se puede decir " nunca" ni " siempre". Encantadora historia que despierta esperanzas. Felicitaciones Gladys y saludos.
Querida Gladys
Qué maravilloso relato,
me has dejado extasiada
con tus palabras y la calidad
de tu obra. Me pareció estar viviendo
una mágica historia de cuentos
de hadas y princesas.
¡Feliz día del amor y la amistad!
Me encantó leer tu trabajo.
¡Felicitaciones!
Un beso y un cálido abrazo desde mi verde valle.
Cecill Scott.
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
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CUADRO DE HONOR
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