LA AVENIDA SUR
(relato corto)
¡Vaya que el amor es juguetón! Si lo sabré yo que el amor más recordado es aquel que viví en tan solo hora y treinta minutos, justo el tiempo que duraba mi recorrido entre mi casa y la academia de sistemas a la que hace muchos años asistía… ¡sí! Llámese amor, romance, desliz o aventura, han sido los noventa minutos más intensos, más complejos y más plenos de mi vida.
Recuerdo que ese día a regañadientes mi madre me obligó a levantarme a las cinco de la mañana, y es que el tráfico en mi ciudad es tan fluido que un trayecto de treinta minutos suele durar mucho más de una hora. Me bañé, cepillé mis dientes, arreglé con gel mi cabello y me puse mi uniforme azul marino; maquillé mis labios con el típico tono rosado de una niña bien y, como buena adolescente que quiere verse esbelta, no quise desayunar. Tomé mi mochila a cuadros y despidiéndome de mamá con un fuerte apretón, salí como loca corriendo a mi cercana estación, pero fue inútil, esta vez el tiempo no me alcanzó para tomar el autobús a la hora indicada, justo en el momento en que llegaba a la estación mi autobús estaba partiendo y por más que corrí y grité para alcanzarlo desapareció entre las calles dejándome boquiabierta y angustiada, tenía que esperar diez minutos más para abordar el próximo y para ese entonces ya era tardísimo.
¡Que mala suerte la mía! Fue lo primero que me vino a la mente. Sin más, me senté a esperar con tal enfado que no me di cuenta que del otro lado de la calle unos ojos me observaban.
Pasaron unos minutos cuando justo a mi lado derecho escuche una vos decir… “No tardará en pasar el próximo autobús”… de inmediato viré la cabeza y frente a mis ojos estaba la mirada más tierna que nunca antes conocí y me atrevo a decir que aún no he visto otra mirada igual, un apuesto y medio flaco chico de piel canela, de ojos color esmeralda y con una sonrisa tan dulce, me sonreía amigable… Como arte de magia el enfado se me esfumó y con voz entrecortada dije tan solo un “SI” (Vaya, tremenda tonta di otra cosa, me dije regañando mi interior) pero nada, ni siquiera la voz me salió.
-Voy a la avenida sur- Me dijo – y si no te molesta esperaré el autobús contigo.
Yo sólo asenté la cabeza como diciendo de nuevo otro sí.
A los pocos minutos llegó el otro autobús, lo aborde como quien aborda una enorme montaña rusa, llena de nervios y emoción… Iba vacío (como cosa rara) y me senté del lado del ventanal para distraerme en el aburrido recorrido, cuando de pronto escuché un ¡HOLA!… viré y era de nuevo ese chico angelical que se sentaba a mi lado –Te haré un poco de compañía- me dijo sonriendo mientras se acomodaba. El estómago me subió a la garganta y con la misma me cayó hasta los pies y sonreí como quien recibe un premio nobel. Me dispuse a emprender mi recorrido habitual entre nervios y asombro. El chico olía tan bien que era imposible ignorarlo, nunca antes me sentí tan bien acompañada, tan cómoda, como si lo conociera de nacimiento y él… él solo sonreía. Pasando unos minutos observé intrigada que de entre sus cosas sacaba un pedazo de papel… ¿Qué hace? Me dije en voz baja… la doblaba de un lado a otro, la acomodaba, la doblaba y la volvía a doblar, me parecía ver magia saliendo de sus manos y es que le daba forma de manera tan delicada que a cualquiera asombraba su talento… De pronto esa hoja de papel adquirió una forma especial y con su linda mirada la extendió sobre mis manos… -Una rosa para otra rosa- Me dijo con tierna voz. ¡Que linda! Exclamé emocionada con un suspiro profundo… una hermosa rosa de papel se había formado de tanto doblez y fue entonces cuando mis ojos no dejaron de mirarlo. Comenzamos la charla más inocente de todos los tiempos… su edad, la mía, su pasatiempo, el mío, sus gustos, los míos, una sonrisa por aquí, otra sonrisa por allá y un cruce de miradas conquistando el interior de dos almas desconocidas… Mientras avanzábamos por las calles de la ciudad reíamos por todo (quizás por los nervios) supe que era el maní su tentación favorita y que odiaba el futbol, que la música lo relajaba, que era carmín su pijama, que ser piloto aviador era su sueño a cumplir y que sobre el buró conservaba la foto de un padre que un día partió para nunca volver. Hablamos de todo un poco, sin reserva, sin temor, descubrimos el uno del otro nuestro profundo interior, más nunca supe su nombre y El tampoco preguntó el mío, quizás porque no fue necesario.
Fue tan intenso ese encuentro inesperado, que sin darnos cuenta ya íbamos de la mano, los minutos parecían horas a su lado, su mirada verde intenso se pintó en mi corazón y sé que mi risa coqueta impactó su corazón… Todo era extraño, pero perfecto, cuando de pronto… ¡¡¡Avenida sur!!! Gritó el encargado del autobús avisando la llegada a la próxima estación. ¿Qué? Exclamamos ambos como si hubiéramos visto un fantasma… -Es mi estación- dijo con preocupación, mientras sus manos se desataban de las mías, su mirada me observaba como fijamente como tomando una fotografía y de nuevo ¡¡¡Avenida sur, alguien de la avenida sur!!! gritaba el piloto… me parecía tan cruel su insistencia. Viendo tristemente la partida de mi amado, exclamé tan sólo un adiós, cuando de pronto, sin pensarlo, sin planearlo, sus manos temblorosas sujetaron mi rostro mientras sus labios se acercaron a los míos plantando en el valle inocente de mi boca el beso más dulce de toda mi existencia. Me quedé sin aliento, sin voz, sin palabras...
-Gracias- dijo con una triste sonrisa mientras se levantaba del asiento para bajarse del bus. Sin poder decir nada yo… simplemente lo observé tras el ventanal que despedía con nostalgia su mirada, como quien observa por primera vez una estrella fugaz en el firmamento, sin saber si pedir un deseo o apreciar en silencio su brillante resplandor. El autobús partió rápidamente de la avenida sur para continuar el recorrido que me llevaría a mi destino, dejando un vació en mi alma, una sensación de haber perdido el mayor de los tesoros. Y claro, llegué tarde a mis clases, y aunque la puntualidad siempre ha sido un tema que causa preocupación en mí, esa vez ni siquiera me importó, había vivido la experiencia más bonita e inesperada de mi dulce juventud.
Nunca más volví a ver al chico de piel canela, como nunca más volví a sentir un beso tan sincero como el de aquel día. Han pasado casi veinte años y lo recuerdo como si fuera hoy, su aroma, su sonrisa, su mirada esmeralda, y hasta el calor de sus manos son sustento para mi alma cuando muero de nostalgia por el paso de los años. Y por supuesto, esa rosa de papel que sus manos fabricaron para mí, aún la conservo.
Ese día descubrí que tan hermoso sentimiento, sin importar circunstancias, lugares, momentos, y el tiempo que dure en nuestras vidas, vale la pena sentirlo, pues con cualquiera de sus nombres y etiquetas, el amor... siempre será "AMOR"
Beatríz Vielman S.
Guatemala
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Muchas gracias mi dulce amiga Mab
Querida Beatriz
Qué hermoso y verdadero lo que
has escrito, me gustó mucho lo
del beso, creo que es lo que da
la fuerza al amor y al deseo.
Una historia para no olvidar jamás,
pues la inocencia reinó aquel día.
¡Feliz día del amor y la amistad!
Me encantó leer tu trabajo.
¡Felicitaciones!
Un beso y un cálido abrazo desde mi verde valle.
Cecill Scott.
Gracias mi linda Cecill, tu visita siempre es acertada entre mis letras, un fuerte abrazo
Su nombre es Amor. El mas puro amor que existe en el acto de comunión angelical de dos almas bellas mi querida amiga Beatriz. Más allá de la rosa, de los ojos verdes del chico, de la coincidencia necesaria de haber perdido tu autobús. Más allá y más acá del tiempo y del espacio, has tenido la dicha inconmensurable de conocer al verdadero amor.
Y, obviamente, tienes la sabiduría y el talento necesarios para escribir y describirlo y la nobleza y la generosidad que hacen falta, para compartir tu arte con nosotros.
Dios te bendiga por ello amiga querida de mi alma. Besos y flores para ti. "De corazón a corazón". Ricardo.
Muchas gracias mi buen amigo Ricardo, por tu valiosa visita, tus palabras motivan, ya que estoy en este taller de narrativa a base de prueba y error, escribir cuentos, cartas, prosas y este tipo de narraciones es todo un reto para mi, no se hacerlo, así que me lanzo al agua para aprender, como bien dicen en mi país, echando a perder se aprende un poco más... tus palabras en verdad me impulsan a continuar con el intento de escribir algo más que poesías, anhelo ser una escritora polifacética, conforme pasen los años espero en Dios poderlo lograr.. TQM, mil gracias por todo.
Precioso romance del recuerdo. La ilusión es lo último que debemos de perder... y soñar no es pecado.
Felicitaciones.
Rafael.-
Muchas gracias! no esperaba ni clasificar jeje no suelo escribir relatos pues en mi caso es muy dificultoso,
es mi punto débil y se que debo pulirlo y participando en estos talleres es como lo estoy intentando, planeo sobre esta senda como aprendiz y me causa mucha emoción este reconocimiento.
Bendiciones y muchas gracias.
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
CUADRO DE HONOR
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