Encuentro con el pasado
Poco después de la medianoche, tumbado en la oscuridad de su estudio, escuchó, como un susurro, los ruidos nocturnos de la ciudad. Los años los había pasado en silencio y soledad, le habían enseñado a valorar todo aquello que más quería. No tenía mucho que hacer allí, excepto leer, comer, relajarse y escribir. Siempre dedicado a la pasión de su vida…la pintura. En ella volcaba todos los sueños y frustraciones que había dejado en el camino.
Con el paso de los años se había convertido en un ser, particularmente, rígido, tanto que parecía marchitado. Era un hombre inteligente, bondadoso, amable y con un personal sentido del humor. Su vida había sido un viaje fabuloso, una gran aventura, pero el otoño llegaba a su vida y se encontraba solo. Hubiese querido estar separado de los recuerdos que lo agobiaban para ser un hombre diferente, pero jamás lo pudo conseguir.
Fue un débil ruido el que lo distrajo de sus pensamientos, con un cigarrillo en la mano, se levantó y se puso a caminar por el largo pasillo, gélido y húmedo, que daba a la estancia. Titubeo un momento y con un gesto de conformidad, decidió continuar deseando que todo fuera una broma. La puerta entreabierta, le hizo ver el reflejo del ardiente fuego que permanecía encendido en la gran chimenea que emanaba un suave olor a humo y madera quemada.
En silencio y discretamente, se asomó a la estancia y con gran asombro encontró a una mujer sentada en un sillón junto a la chimenea, mientras la tormenta de nieve se cernía sobre la ciudad. Ella sostenía un libro sobre sus manos, vestía un largo vestido de gaza y tul color rosa pálido, sus hombros los cubría una finísima estola de hilo de algodón crudo. La miró largamente, todo le parecía increíble, estaba sorprendido ante la bella visión. Aquella mujer irradiaba una dulzura y felicidad que lo asustaba y pensó —Parece un espejismo, es un ángel… ¡No puede ser real!— Confiado en que no lo viera, decidió permanecer oculto entre las sombras de la habitación para contemplarla en silencio, no soportaba creer que la mágica visión no fuese real.
¡Oh Dios mío! Es encantadora —Susurró—
Entonces, incapaz de contenerse, la imaginó, poco a poco, estirándola en la hierba, sintiendo como la pasión iba aumentando entre ellos. Hasta que ambos se encontraban fuera de sí. Más, él no pudo detenerse, tenía la impresión de encontrarse a punto de estallar, penetró lentamente su cuerpo y con una fuerza angustiosa, ella se apretó contra él provocándole con el deseo y, en unos instantes…él abandonó las sombras y se acercó con lentitud, cuando ella lo escuchó dejó caer suavemente el libro sobre sus piernas. Las miradas de ambos se encontraron sosteniéndose durante largo tiempo, él experimentó el poder de haber compartido el don de la vida con ella.
Te amo desesperadamente —dijo— Intentaba absorber toda la energía y la vida que surgía de ella, jamás se había sentido tan feliz en toda su vida, penso haber encontrado a la mujer de sus fantasías, la mujer que se poseía de sus noches, de sus pensamientos, de su cuerpo y de sus sueños. Era un ángel lleno de luz, energía y pasión. Ya en el ocaso de su vida encontró su alma gemela, aquella que extravió en el tiempo, en algún momento de sus vidas pasadas.
Súbitamente, todo quedó en penumbras, rápidamente se giró hacia ella, no la encontró, con gran tristeza y desilusión se dio cuenta que todo había sido un sueño, mismo sueño que se repetía una y otra vez durante los últimos veinte años, pero en ésta ocasión, existió una diferencia, pudo ver su rostro, acariciarlo y besarlo.
Confiado en que el sueño se repitiese conforme avanzaran los días, se acomodó en el taburete de su despacho y dijo —Encontraré la forma de traerte junto a mí, te traeré desde cualquier lugar en que te encuentres, así fuese de otra dimensión, época y distancia, encontraré la forma de que estemos juntos por el resto de la eternidad—
Cecill Scott.
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Querido José
¿Realmente buscarías la forma de estar
juntos por el resto de la eternidad?
Si encuentras la forma, el método
y el modo, no demores en llegar…
¡Gracias!
Un beso y un cálido abrazo desde mi verde valle.
Cecill Scott.
CORAZÓN. YA LA ESTOY BUSCANDO...¿ Y TÚ?
Querido José
¿Yo?
Yo espero tu llegada con tu maleta
llena de amor, un amor que
es compartido y eterno.
¡Gracias!
Un beso y un cálido abrazo desde mi verde valle.
Cecill Scott.
PUES, SI DIOS ASI LO QUIERE, CON MI MALETA LLEGARE PARA QUE ME MUESTRES TU VERDE VALLE. BESO DESDE MIS SIERRAS
Querida María
Un mágico y soñado encuentro
que algún día tendrá su final feliz,
mientras, resta esperar.
¡Gracias!
Un beso y un cálido abrazo desde mi verde valle.
Cecill Scott.
Hallo en tu texto, Cecill, toda la energía subyacente de tu alma femenina puesta al servicio del amor, de una especie de amor única e inimitable. Así como ese pintor halló a su musa anhelada, hallo en ti a una mujer embriagada de sueños y fantasías, tanto como dispuesta a no cejar en su precioso emprendimiento. ¡Así sea, bella hada glamorosa!
P/D: Abreso de monoerectuscasisapiensenestadoelocuentedetípicaenajenaciónpresexagenaria...
Querido Hugo
Pienso que los sueños, las ilusiones, la fe y la esperanza
han de ser nuestras armas de combate diario.
Hay que vivir soñando, pero también hay que vivir
intentando cumplir los sueños con los pies bien puestos
en la tierra. Mi alma está cubierta de luz y es ella quien
cuida mis sueños.
¡Gracias!
Un beso y un cálido abrazo desde mi verde valle.
Cecill Scott.
Felicidades Cecill
Por tu hermoso relato de amor y por el destaque así como el turpial logrado. Bendiciones.
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
CUADRO DE HONOR
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