“Detrás de cada vida hay un epitafio, que respetuosamente se convierte en lección…
Por eso toda vida es potencialmente útil.”
Jeanne Lombard cerró sus ojos en la noche del 29 de julio del corriente año, en la pequeña village de Saint sauveur sobre el río Tineé, en los altos Alpes ( Francia)
Su muerte fue trágica, a los noventa años se ahogó dentro de un antiguo lavoir, donde las mujeres de antaño iban a lavar sus ropas en el agua fresca y clara que provenía de la montaña. En una de ellas, la que fuera trasladada como fuente en medio de una de las plazas que existen en ese paraje, la encontraron inerte.
Fine , como la llamaban todos los lugareños ( mujer oriunda de allí) desplegó sus alas para un viaje sin retorno y su merecido reposo.
Fine corría descendiendo los caminos que la conducían hasta su casa, detrás el pequeño Jeanno abriendo sus brazos, estirados y libres buscando el equilibrio, seguro junto a su hermana, unos años mayor que el. Sonreía feliz compartiendo junto a ella todos los momentos. Fine se había convertido en sus sombra.
Trascurrían tiempos difíciles en Europa y la guerra como en todo lugar donde se apodera ,es un fantasma perverso y malo, de la miseria humana Allí los ojos se dilatan frente al espanto, y tiemblan las magnolias que acompañaran al espectro de la muerte.
Corren ríos de sangre y lágrimas, en un instante se congela la sonrisa, se diluye en el gesto terrible del grito mudo, que profiere la tragedia.
Así congeló su sonrisa Fines el día que la maldita granada estalló sobre su casa, haciendo volar por el aire las manitos pequeñas de jeanno .Paisaje dantesco donde el horror se instala en la memoria, como las nieves eternas de los picos más altos.
Y hiere el cristal roto de esa imagen constante.
Por qué ahora ahogó su voz Fine, en la Fontaine en medio de la plaza de la Poste?
Sin embargo su silencio me insita a la palabra.
Frente al correo recibo la gracia de poder saber de su existencia y conocerla.
Supe que amó y fue amada, que dio frutos, que prolongó sus raíces en frondosas ramas
(alma servicial) ¿ Qué más puede hacer en la vida, si no amar?
Jeanno llora sobre la margen del río Tineé, agua fresca y clara, bendiciendo la vida de su hermana,
Y en las cumbres de los Alpes, las águilas en círculos sobrevuelan formando un cortejo
entre nubes grises, despidiéndola.
Jeanne Lombart se durmió para siempre a la edad de noventa años, hoy 30 de julliet llueve en Saint Sauveur.