Sabes amor, cierra los ojos y duerme...

tomaré de la mano tu sueño y te llevaré de paseo,

no por esos lugares que acostumbramos a ir

hoy será a un lugar muy bello,

viajaremos tu y yo, adentro de ti, juntos, ven...

Flotemos entre…

Para ti que rezumas la belleza

por ser madre y mujer a toda hora

y tienes esa capa bienhechora

que es cielo del amor. Delicadeza

de pétalo. Paisaje de riqueza

infinita . Luz exquisita dora

el amor de sus hijos sin demora

dando su  maternal naturaleza.

Tienes en tu mirada aquel paisaje

colmenar que en el cuenco de tu mano

es manantial de luz y de dulzura.

De estrellas…

TU HORIZONTE Y MI ORQUÍDEA…





Allí,

horizontalizado,

desprovisto de tallas y de modas

con tus labios…

Otro poema de mi libro  escrito en Barcelona, durante mi breve estancia,  y rememorando los besos más besos de su boca, de la boca de mi amada. Espero  les guste.        

  RIZOMAS DE HUMEDAD

Mi boca está reseca en su lugar.

He atravesado muchas calles

que antes no tenía, muchas piedras y edificios

entre esos bulevares

He visto mosaicos diminutos que imaginan

árboles, dragones de colores invitando

al salto de…

ENCUENTRO

Cada vez que me encuentro con tus ojos.

En mi mente solo existe tu nombre.

Como una ráfaga de viento tus pupilas me desnudan.

Tu cuerpo alto y de esbelto caballero… me tiene hechizada.

Tu traje…

A LENDA DA PRINCESA NEGRA QUE INCENDIOU O MAR

Maria Felipa é uma heroína negra

A poderosa Princesa da Bica

Uma Iabá guerreira pela liberdade

Que pôs fogo no mar de Itaparica

Incendiou os navios da escravidão

Era uma princesa negra poderosa

E…

FOLHA SECA

Francisco

aflita por não saber de tua vida

filho

dizem que emagrecestes em teu leito manancial

e que tua vazão estreita dia a dia

será que não te alimentas direito

da seiva original?

ou não te…

Nocturno

El carro del sufrimiento, tirado por cerriles jamelgos  de manto lóbrego, rasga los aires nocturnos  salpicando sus hálitos con las gotas de sangre seca de cuanta ilusión entregó mi existencia  para engendrar verdades y esperar, confiada,  a que el albor sucediera a la sordidez.

El carro del sufrimiento  explora mi alcoba, desde tiempos remotos, hasta sus más secretos lugares: se hace presente allá donde el…