Los caballos no son manos

pero a veces galopan en la oscuridad,

no son sus crines los dedos del viento

ni su lomo la noche

que baja hasta el río

a entibiarse de luna en el sereno.

No van sus melódicos cascos

dejando huellas ante el asombro o el miedo:

va sólo ese espacio, vertiginoso,

que…

Soy ahora el culpable de la soledad

que te convoca.

Yo te infrinjo la ausencia

y te revierto de los besos al abismo,

mas me desangro

jugando en las aceras al olvido.

Pero todavía eres mi poema,

la brisa que pasó auscultando mis…

Yo lo sé: afuera

las luces anuncian que la ciudad

aún sobrevive:

Que tendrían que amarrar todos los postes

para que no se desangre.

Que el aire de la montaña

pasa arañando con su hálito y desciende

sobre la techumbre dispersa de la noche.

Pero pusiste tu lengua de húmeda estrella

sobre mi…

Por esa instancia de dolor que inscribo en ti,



por esas piedras de palabras



que hoy me clavas.



Desde tanta falta de besos,



desde tal hundimiento



del agua que fue nuestra,



hasta donde tanta presencia junta soledades



y desgarra,



y ya no duele tu adiós ni es alegría



tu estar allí, casi…

He jugado a dispersar sobre el mapa

esos pedruscos que el tiempo lijó:

viajero era entonces en tus manos,

en tu bosque de humedades ambiguas,

en tus ojos de maga undívaga

para cada signo ancestral

que nos tocaba.

Todo era el abrazo ilímite

que roza latitudes y las vence;

el ópalo te crece…

Tú eres un caracol

oyendo nostalgias en los tumbos del mar,

en las pescadoras gaviotas

que perdieron su ruta.

Tú eres un caracol

ovillado en la bruma;

va pasando un desfile de celajes sedientos.

Yo estoy empujando con mis remos al mundo,

pero él está encallado con su tromba de fuego,

o con su…

ESTALLIDO DEL  SECRETO                                            

A Lucía Alfaro,

con el amor que espera iniciar la permanencia.

No sé hace cuánto me amaron,

ni cuánto amé como si todo se extinguiera

ante la noche,

y no quedase…

Tómate un tiempo, un brandy,

mira por la ventana cómo pasa el hastío,

o al camionero o a la sirviente del vecino.

Aquí están los libros, Hesíodo contando

sus días como si no sangraran,

el Quijote va por el suelo impulsado

por las aspas portentosas de su incesante enemigo,

Vallejo viene con sus monstruos

a…