Crucifijos negros se aprietan en las bocas.

Cicatrices que están doliendo entre todos los ojos.

Una mujer busca en la sombra

la simiente que no termina de plantar

ya para siempre.

Las manos van al mar,

se beben a Dios

disimulando la amargura que les trepa

sorbo a sorbo, de llaga a llaga.

Las manos…

La oscuridad se centra

en estas manos olvidadas.

Yo te concibo silencioso,

hago de la tarde la inmensidad serena, sin luz,

de los niños hambrientos que atraviesan

esta soledad.

Las manos olvidadas

reconstruyen ciudades donde hay besos enormes

y canciones lejanas.

(¡Y, cómo decirte que temo escucharte,

si tu voz siempre es canto de esperanza,

si crece en las mañanas con las gargantas

de…

Empiezo en el raro comienzo de la muerte.

Llevaré la muerte de tus ojos al crepúsculo.

Besaré en tu herida la fe nueva.

Está pudriéndose el silencio en estos dedos.

Los dedos te acarician, te beben las entrañas

sin poderte hablar como a un hermano.

Acércate, también mi herida ha comenzado.

La caricia no traiciona;

alcanza la longitud del…

Iniciamos la segunda parte del libro LAS MANOS DE AMAR, 1971, EDITORIAL COSTA RICA, CON EL POEMA LLUVIA ADENTRO.

II

DEL FRÍO Y DE LA MUERTE

 …

y es que de pronto dejo esta carne 

esta sangre en el tintero de siempre

estos huesos almacenados en la locura

de un desván

pulso teclas y teclas

y me diluyo en la noche

soy un poeta más en el silencio

y me acompañan miles de versos entusiastas

al otro lado del espacio

donde el aire es solo la…