De nuestro  amor

A un jardín,

Es  poca la diferencia:

El jardín sin agua muere,

Y nuestro amor desaparece

Por la falta de una flor.

H e aquí tres Hai –Kai del poeta

Japonés  Matsuo  Pascho:

En el estanque

El salto de una rana:

Sonido de agua.

De la cigarra,

El canto no revela

Su pronta muerte.

¡Oh, la frescura

Del son de una campana

Que se diluye!

De que el sol sea de fuego.

De que la tierra gira sobre

             Su propio eje.

De que las estrellas tienen

             Luz  propia.

De que exista  la Resurrección.

De que sean nueve los planetas

                  En el universo.

Pero:

Nunca dude mi vida del amor

Que por ti siento.

Cae  la copa  rota

Y  se  desliza  la sangre

En mi hondo Corazón,

Por  la herida que dejaste

En la traición de tu amor.

Fue una herida tan profunda

Que no la pude cerrar,

Porque yo te supe amar

Con todo mi corazón.

Me ha causado en la vida tu amor

Muchos daños:

Y entregados a mis sueños construí

Muchas thules,

Soñé con ser marino y naufragar

En tu pecho,

Me esforcé en mi vida y mi alma

Quejosa,

La convertí en una gloria,

Y pase horas muerta escribiéndote

Prosas;

Escribiéndote: versos y canciones

Hermosas,

Y mi alma se agota, y mi cariño

Enmudece,

Con la traición de tu amor

Que es lo que tú me…

Ahora que no te veo

Y que estas lejos de mí,

Es cuando siento el deseo,

De estar más cerca de ti.

A ti, que tanto te quise

Con todo mi corazón,

Quisiera tenerte cerca

Aunque sea mi perdición.

Viene primero el furor,

Después la  melancolías;

En mi angustia no tenía

Otro alivio ni consuelo

Sino  regar aquel suelo

Con lágrimas noche y día.

Y así sufrí ese castigo

Tal vez por culpas ajenas.

Si te fatigan las penas

Y no sabe en quien pensar,

No olvide que aquí lo tiene

El cariño de ese hombre 

Que siempre te supo amar

Por toda una eternidad. 

Ya su alma está cansada

y su cuerpo está abatido,

por el trajín de los años

que le han pasado sin ganas.

Su rostro triste y, ya viejo,

por las arrugas del tiempo

que acabaron su pellejo,

para quedar los recuerdos

del anciano

y del esfuerzo

que en un rincón

de la casa

se acongoja en el invierno,

y nos dejas sus consejos.

I

Quisiera verte

Todos los días,

Quisiera verte

Cada mañana.

Cuando me mira

De cara al sol,

Este se alegra

De tu hermosura.

II

Tus ojos brillan

Con férrea ley,

Cuando se fijan

Al astro rey,

Y mi mirada

Se queda fija,

Mirando en ella

Tanta ternura.

III

La brisa loca

De la mañana,

Al tu ponerte

De…

I

Quisiera verte

Todos los días,

Quisiera verte

Cada mañana.

Cuando me mira

De cara al sol,

Este se alegra

De tu hermosura.

II

Tus ojos brillan

Con férrea ley,

Cuando se fijan

Al astro rey,

Y mi mirada

Se queda fija,

Mirando en ella

Tanta ternura.

III

La brisa loca

De la mañana,

Al tu ponerte

De…

Jesús en las Alturas quizás yerra

Por siempre,

Para así imponernos el dolor

Y la duda;

Jesús hijo tierno de toda

La verdad que es el Dios verdadero

De quien no puedo dudar;

Jesús por siempre hijo del Padre Celestial

Padeció por nosotros en una cruz mortal,

Para enseñarnos siempre

La furia del dolor,

Y en la vida final el don de perdonar.

Cada hoja que arranco del  viejo calendario,

Sacude mis entrañas y anubla  mi conciencia,

Porque sé que despojo de una cuenta al rosario

De los días que retan de mi propia existencia.

Cada día que pasa más te acercas a mí,

Cada día que pasa mi duelo es más profundo,

Más también es un paso que me acerca a tu mundo,

Que corta la distancia que me aleja de ti.

Nunca hubiera sabido que te quería tanto

si la muerte soñada no pone entre los dos

la destrucción infinita, de ese cariño interno

que era el de nuestro amor.



Mi amor por ti fue dulce, fue puro, y callado

jamás use siquiera levantarte la voz,

para mi solo fuiste comprensión y dulzura,

nunca oíste en mis labios una palabra dura.



Nunca recibí besos más dulces que los tuyos,

y tus mismas caricias me parecían inconfundibles,

por lo…

Nuestra juventud es una cámara nupcial,

llena de luces, de perfumes y flores,

en ella esperamos la visita de la vida.

Y ella llega y la desfloramos con frenesí,

la gozamos con violencia,

ajamos todas sus flores,

apuramos todos sus encantos,

agotamos sus besos;

Nos embriagamos de sus caricias,

la coronamos con todas las rosas

de la lujuria y la ilusión.



La envilecemos y nos envilecemos

a nosotros mismos,

con ella...…

Llevo en lo más profundo de mi alma enterrada

Una duda que el tiempo no ha podido borrar,

Y que no obstante toda la distancia pasada

Atormenta mi vida como un largo pesar.

Cuando a mis pies se ha abierto de súbito un abismo,

Cuando ha estado mi vida por algo amenazada,

Sintiéndome incapaz de afrontar por mí mismo

La ira que se lanza contra mí desbordada;

Cuando he caído víctima de un hondo pensamiento,

Y he…

Jacques Isorni, en su obra ´´Los Casos de Conciencia del Abogado´´, nos dice en su Capítulo V titulado ¨¨El Deicidio y la Conciencia´´, página 289 y ss.) Que el juicio seguido a Jesús fue el más corto y el más largo de la historia. Si en realidad necesitaba Jesús ser juzgado como lo fue. Si en consecuencia necesitaba Jesús de un abogado para su defensa, de ningún modo, ya que, como hijo de Dios debería ser así tal  como lo expresan las Escrituras.

Jesús no…

El ´´Boom´´ Latinoamericano fue un fenómeno editorial y literario que surge entre los años de 1960 y 1970, cuando el trabajo de un grupo de cuentistas latinoamericanos relativamente jóvenes fue ampliamente distribuido por todo el mundo.

Estos autores denominados del ´´Boom´´ los fueron Gabriel García Márquez de Colombia, Mario Vargas Llosa de Perú, Julio Cortázar de Argentina y Carlos Fuentes de México. Estos escritores desafiaron los convencionalismo establecidos en la…

Un amor se me fue… y otro ha venido,

Pero al sentir sus pasos en mi puerta

Nada en mi corazón ha respondido,

Porque ya mi ilusión se hallaba muerta.

Tras la traición de su amor

Que nunca olvido,

Un amor se me fue, pero he sufrido

En el fondo de mi alma

La traición del querer que nunca olvide.

En la ilusión del recuerdo permitido,

Que me acongoja el alma

Del olvido,

Y  yo, en cambio,…

Del atenuado lis macilento

De donde brotan lloviznas

De tristeza cuan el vuelo

Del aire que se esparce.

¿Han de llorar como la lluvia

Cual vigorosa ausencia de refugio

El candil amoroso del recuerdo

Como espigas sueltas que mueren en el otoño?

Donde late taciturno tu amor bello,

Sintiendo el palpitar de mis pasiones

Donde florecen las rosas y albo Liz

Sus  cálices eternos cuan de las…

Te has marchado como el viento,

Has cruzado la mar,

Corriendo de mi  amor,

Has buscado la forma

De siempre escapar.

Has cruzado los mares,

Buscando otras fronteras.

Has cruzado las aguas,

Para llegar a otras tierras.

Has buscado otros vientos,

Que te lleven tan lejos,

Pero nunca has buscado

La orza de regreso.

Te has ido sin saber lo que yo te quería;

Te has ido sin saber que yo…