A la fuerza no es cariño

[Cecilia Marticorena Zilleruelo]

El que se va, se va
Nadie lo retiene ¡Señor!
¡Y a la fuerza no es cariño!
dice el dicho.
¡La puerta es ancha!
decía mi abuela
que de sabia tenía poco
aguanto las tonteras de mi abuelo.
Total igual la dejo

Nadie lo había invitado
¡Mire que creer!
que era invitado especial
De especial sólo tenía mi corazón
y a medias le diré mi señor.
Pero de esa otra mitad
de la que Usted se ocupó
y en el mercado del amor cotizó.
Y que le digo mi estimado señor
que de negocios de amor
no entiende ni jota.
Y al peor postor
el muy atrevido invirtió
dejando en bancarrota
a mi infortunado corazón.

Se lo dije clarito
que convidado de piedra no quería
pero vaya que porfía y galantería
la suya de golpear mi puerta
cada vez que su pasión lo pedía
y sus manos lo requerían.
Le diré que a mi arrebato
con sus malos negocios
lo canso tanta zalamería
que en su boca aparecía.
Que los ojos de mal amante
que con idolatría y perversión
miraban a esta su inversión.

Por eso ahora
le devuelvo el placer
de la mentada transacción
que esa mitad de mi corazón
me encargo de buscarle
el mejor billete
en el mercado popular.
Y que en efectivo haré
con mi espinado corazón.

[Celia Benfer]

Hola, intenso poema, enfático. Asi como dices en tu obra, nadie puede estar con alguien a la fuerza, pues eso es violencia. Saludos.

[Marita Ragozza de Mandrini]

Con versos irónicos y ejemplar poema dejas en su lugar al hombre que golpea puertas sin responsabilidad y sin darse. El espinado corazón de la mujer, si sabe esperar, tendrá su cotización en el único  mercado posible, sin divisas ni dinero ni postor: el del amor.

Me encantó. Felicitaciones y saludos.