A MANERA DE CANCIÓN

[ALBERTO O. CABREDO ECHEVERRIA]

A MANERA DE CANCIÓN

La Mascarilla

La acera está vacía y el miedo me acompaña.

La distingo allá a lo lejos, bien compuesta y cadenciosa,

con su cabello danzando, a pesar de la prisa que trae,

casi corriendo diría, con su cabello danzando.

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Yo no salgo a la calle sin ponerme mascarita,

que la mascarilla es como un seguro de vida.

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Observo a su vez que me mira,

y con aquella mascarilla,

saber quién es imposible,

así que me lanzo y pregunto la hora.

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Yo no salgo a la calle sin ponerme mascarita,

que la mascarilla es como un seguro de vida.

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Mirando su reloj me dice que son las diez menos cuarto

y allí se queda planada, yo aprovecho y le cuento

adónde voy, pa´ prestarle un escalón, ella se sube y

contesta hacia dónde se dirige.

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Yo no salgo a la calle sin ponerme mascarita,

que la mascarilla es como un seguro de vida.

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Nace el incómodo silencio pero ninguno da el paso.

De una ventana oigo el coro de una canción cubana:

"Palo que nace pa´ violín desde que está en el monte suena",

aquello me anima y le digo, el encierro nos marchita,

Ella asiente sonriendo y dice, solo imagino tu rostro,

estas macarillas nos hacen curiosos.

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Yo no salgo a la calle sin ponerme mascarita,

que la mascarilla es como un seguro de vida.

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Dudo, dudo mientras oigo otra vez la antigua y rumbosa

canción titulada "El palo de ya ya": "Alai alai alai, palo

que nace pa´ violín, en el monte no se quema",... aquello

a mí me animó y me quité la mascarilla.

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Yo no salgo a la calle sin ponerme mascarita,

que la mascarilla es como un seguro de vida.

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Solo han pasado diez días y aquí estoy, en Cuidados

Intensivos,..- tanto encierro para qué, para qué fregarme

tanto, ahora estoy -por incauto- con una pata en la fosa.

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Yo no salgo a la calle sin ponerme mascarita,

que la mascarilla es como un seguro de vida.

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Qué si salgo de aquí, quién sabe, nadie predice eso.

Alalai alalai alalai, no te quites la mascarilla, que no te la quites...

ALBERTO O. CABREDO E.

[hugo]

Amoroso mensaje nos regala tu poema, amigo Alberto. Agradezco compartir este noble gesto y envío apretado abrazo desde Argentina. 

[Beto Brom]

La cuarentena y sus regalos...

[Elias Antonio Almada]