CASA DE FAMILIA

[Ronald Bonilla Carvajal]

He escogido este poema como homanaje a mi padre, sí , ya se que en el hablo quizá más de mi madre, y es que desde que partió hace dos años, todos hemos quedado muy huérfanos, pero más mi viejo, ya de ochenta y siete años, un ser maravilloso...Bueno, y también hablo de todos mis hermanos, mis sobrinos, mis abuelos...de los que están y de los que ahora nos faltan tanto...          

 

 

                                     CASA DE FAMILIA

 

Yo se que  me olvidé, por los poemas,

regresar en las tardes a ese perfecto suelo

que aún tiene la casa de los padres.

Yo sé que no llegué.

 

Todo puede orillarse entre la calma

donde aún gira invisible nuestra infancia,

y puede quedar así, ya para siempre

todo afiliado a tu sonrisa, madre.

 

Los libros fueron a completar las mariposas

donde yo hurté jocotes sorprendidos

en la primera sal de los potreros.

 

Hermanos, ya no quedan sino reclusos

Mustios en las viejas paredes y retratos

Jugando a los soldados que crecieron.

 

Por qué no volver si estamos todos,

cada quien en su país disímil:

Mi padre y su violín de ingobernables sueños,

Antonio intentando las baladas

que irán descalzas a enardecer la aurora,

Gonzalo y su corazón de violonchelo amado

asaltando las riveras de su trópico

imposible del Mediterráneo,

Lili sombreando los fugaces arcoíris

de los niños crecidos a su vera,

Javier y sus hijos lanzándose incansables

A ese sillón que gira y gira y gira.

Sólo falta el abuelo mostrándonos

Un adusto rosario entre pañuelos idos

que nos dejó una abuela triste

que nunca conocimos.

 

Y sé que tantas veces te soñamos, mami,

Teniéndote tan cerca,

Jugando a tantas escondidas,

enredando nuestros nombres

en los vivos retruécanos del viento.

 

Volvamos de pronto a tus regazos,

a encender en el verde mapa de tus ojos

todos los minutos posibles para el lienzo

trenzado del amor

que nos prendiste en vuelos.

 

De mi libro LA CIEGA CERTEZA, 2005

Ediciones Perspectiva Trascendentalista.

[Ronald Bonilla Carvajal]

Gracias, Gianina, por tu lectura y bello comentario. ABrazos.

[Ronald Bonilla Carvajal]

Gracias Rita Mercedes, por pasar y comentar...tienes razón. En los poemas, debe ir el alma.

Ana María, así es, mis ojos también son verdes por esa bella herencia. Abrazos.

Gracias, Federico, qué bien que mi poema te remitió a tus propios sentimientos . ABrazos.

[Federico Landaeta]

Ronald... tu precioso poema me emociona...

 

Estos dulces recuerdos de familia unida

que luego en la distacia resultó esparcida,

me hacen pensar en mis padres esperando

a los hijos que casi siempre estaban viajando...

 

Bendiciones incesantes

[ANA MARÍA HERNÁEZ]

BELLÍSIMO POEMA ME ENCANTÓ LA ÚLTIMA ESTROFA POR LO VISTO TU MADRE TENÍA OJOS VERDES COMO LA MÍA QUE ADEMÁS TENÍA EL PELO ROJO COMO EL FUEGO