De viaje por Venecia con el alma en las manos. (Crónica – abril 2015)
Viajar por viajar es algo que se hace con el alma en las manos. Se corre por el mundo buscando aprender, vivir, sentir el aire con otros olores, saborear los sabores nuevos, mirar el cielo desde otro ángulo y saber que somos extranjeros en tierra de otros.
Eso quise hacer, eso hice, y me fui a Venecia a vivir unos días de cambio, celebrar mis 67 años de edad sobre este planeta que me rige y me cubre con su vida...
Me tocó nacer en una Isla rodeada del Mar Caribe y del Océano Atlántico, y nací con alas para volar, y vuelo cada vez que se me antoja. Me fui a Venecia, y la encontré más hermosa de lo que la recordaba. Han limpiado sus canales, han pulido sus edificios y palacios, y se siente en su aire miles de años de la historia de un imperio que cambió al mundo.
El italiano veneciano se parece mucho al español, y me puedo comunicar bien con su gente. Los venecianos son muy amables, pero sobre todo tolerantes con las caras de perdidos que a veces ponemos los visitantes.
40 millones de turistas la visitan todos los años, pero en abril no es temporada alta, lo que permite vivirla con más calma. Vaporetos, espaguetis a la pesacatore, y aire marino inundan el alma desde que llegas.
Venecia es un museo al aire libre, lleno de magia y esplendor. Hice una fila de horas para entrar y arrodillarme ante el altar mayor de la Basílica de San Marcos. Por fin pude ver su fachada sin andamios, limpia y dorada como en sus primeros tiempos. Hermosa con sus impresionantes mosaicos, majestuosa.
Pasé unos días en la Isola de Bursano, pintoresca, con sus casitas de múltiples colores, aún conserva ese aire de pueblo de pescadores. Allí me compré un abanico bordado en mundillo, para cuando lo use acá en Puerto Rico, sentirme reina medieval. Es que tengo alma antigua, y hasta puedo imaginarme caminando por sus recovecos, así como en la película “Muerte en Venecia”. Así, esperando la muerte con los últimos rayos de su sol sobre mis mejillas.
La primavera me regaló sus flores y un aire frio me sonrosaba la piel. No puedo pedir más regalos, sería injusta. He regresado cargada de un sentimiento de paz y agradecimiento a la vida. Tengo para escribir poemas un saco lleno de recuerdos, de rostros, de palabras, de sentimientos y de vida para dar. Poco a poco lo compartiré con ustedes, mis amigos. De vuelta a casa retomo mi sol y su música.
Carmen Amaralis Vega Olivencia
Comentario
Vilma, Mab, Norma, Elías, María Adiela, Senda y Luis, con compañeros como ustedes no es difícil escribir con el corazón, amigos, muchas gracias, Amaralis
Felicidades
Gracias amiga mía, ya estoy de vuelta y me pongo al día con ustedes, traigo el alma cargada de imágenes y sentimientos, los compartiré poco a poco, un abrazote, Amaralis
Qué suerte limpiaron los canales,porque daban olor feo.!!!
Parece que lo han realizado para festejar tu cumpleaños Carmen!!! Disfruta mucho de ese bello paisaje.
Cariños de Inesita
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
CUADRO DE HONOR
########
© 2024 Creada por MilagrosHdzChiliberti-PresidSVAI. Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL para agregar comentarios!
Únete a SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL