Dulce Niña Blanca, novela de Cesar Chupina, parte II, Juguemos a morirnos luego


Dulce niña Blanca, parte II

Juguemos a morirnos luego

A Mauricio Avilez, el nica, mi eterna gratitud

“La vida ha sido un libro en cuyas páginas murió lo que yo amaba”, Luís Alfredo Arango

Evelyn fue contactada por Mauricio en Internet. Este, dedicado al oficio más antiguo del mundo quedó apantallado por el trasero de la joven modelo en una serie fotográfica que se mostraba en el ciberespacio como parte del calendario que ella protagonizó. Evelyn, ansiosa de aventura accedió al contacto y fue a la cita donde Mauricio servía de guardián y a la vez atendía a la clientela por una hora para entretenerse y ganar dinero por las noches ya que de día era el dedicado esposo de Juana y padre de su hijita de dos años. Esto fue lo que más gustó a Evelyn porque la dejaría libre sin pedirle cuentas de sus actos. Desgraciadamente, no fue así…

El tiempo, el espacio, la realidad, la ficción, la vigilia y el sueño se confundían: Evelyn acababa de bañarse. Desnuda se secaba mientras unos ojos lujuriosos la observaban. Lo que más se frotaba eran los pezones para ponerlos erectos imaginando el dueño de aquellos ojos los lamía. Al empezar a vestirse, se miraba al espejo deseándose a sí misma Siempre se ponía las medias primero, los zapatos de tacón alto. Luego, el calzón tipo tanga y de hilo dental. Pero al sentir más aquellos ojos deseándola, ya no se vestía sino acariciaba su ano, los labios de su vulva y deseaba la presencia de hombre.

Quedaron en que como él la contactaba a ella él no le cobraría y aunque hubiese sido lo contrario, Evelyn jamás pagaría por sexo. El morbo de Evelyn subió con su imaginación pensando muchas cosas al respecto. Desde que era broma de una amiga suya o se trataba de un maniático sexual que iba a asesinarla o que iba a filmar la noche de amor para luego extorsionarla a lo cual ella no accedería nunca disfrutando el escándalo que se produciría al salir a luz pública el video…

Pasado el tiempo, mientras se subía el bloomer, unas manos varoniles, fuertes y peludas la ayudaron a subirla. Le acariciaban lo que ella se acariciaba antes. Su ano abría y lubricaba solo. El hombre abriendo la bragueta del pantalón sacaba su monumental pene y la penetraba. Al empujarla a la cama, era tal el placer al cambiar de posición que apenas reconocía los ojos que la veían a través de los agujeros de aquella máscara veneciana. Evelyn gemía. Jadeaba. Gritaba. Muchas veces quiso ver quién le hacía tales cosas. Intentó quitarle la máscara. Pero fue en vano. Sólo lograba sentir los pelos de la barba. Hasta que una vez logró hacerlo.

Le atraía a Evelyn ser amiga de Mauricio. Por eso se lo repitió una y otra vez antes y después de aquella noche tras la cual Evelyn no entendió para nada qué la había impulsado estar ante alguien que no la llenaba para nada.

-Amo a mi esposo –dijo Evelyn- y ni siquiera el sexo me atrajo de Mauricio. Posee algo que detesto en los hombres: Un pene gigantesco que cualquiera disfrutaría. Pero yo no. Porque yo no soy cualquiera.

Esa primera relación sexual fue desastrosa para Evelyn. Pese a ello recuerda siempre estar entre los brazos peludos de Mauricio. Su primera súplica en la terapia fue que la ayudara a descubrir lo que Mauricio significaba realmente para ella. Pensamos en brujería. Pero no. La Niña Blanca dijo que no. Dijo que era algo más extraño. Y con el tiempo descubrimos que era algo muy simple.

Al hablar de Mauricio, los ojos avellanados de Evelyn se iluminaban. Su tez se volvía radiante. Parecía estar enamorada sin estarlo. Descubrí que sí amaba de Mauricio algo. Pero no a Mauricio. Se había prendado de una parte suya solamente y aunque Mauricio pensaba sólo en su pene, que este entrara en el ano de Evelyn, el sueño casi imposible del puto, costó mucho que eso pasara.

-Ese primer día se me cerró. Me pasó lo mismo en Honduras con otro hombre. Yo que soy tan cálida mimeticé en témpano de hielo. En una nueva Virgen. En una estúpida y frígida insensible. Si Mauricio me hubiera hecho el amor como me lo hace mi marido mi ano hubiese estado listo y ni siquiera me hubiese importado el dolor que semejante pene me produciría.

Fue el día en que murió su mejor amigo. Pensó era una premonición. No dejó de no gustarle porque con su amigo jamás harían esas cosas. Pero no. Mauricio era el rostro de sus fantasías. En aquel sueño que se repitió durante muchos años, la cita en astral era siempre puntual y perfecta

Evelyn escribió desde el primer momento versos a Mauricio. Me calenté al oír de sus propios labios los primeros dos. Le dije que a la próxima mejor me los dejara para leerlos en la noche por si me daban ganas de masturbarme… Pero lo que más Evelyn gozaba era escribir la historia de Mauricio. Por eso me buscó. De Mauricio amaba con locura sus historias a tal grado que Mauricio llegó a odiar su propia vida. Evelyn sólo por eso lo quería.

Tienes dos cabezas

tu orgullo es la pequeña

eres más que eso

tu vida es una peña

(se llena de agua vivificante

se vacía de emociones

corazón partido)

Tu valor es de Sol

tu belleza de arena

nicaragüense querido

mas pareces sirena

si tu tierra es de poetas

de putos y de locos

si tu tierra es de paisaje

tú eres parte de ese rollo

-gracias por ser mi amigo

y traerme contigo

de tu Patria los celajes

Octubre, 12, 2008, 7:30 hrs.

La primera vez, Evelyn llegó en el Taxi de un amigo suyo que la enamoraba. Celoso se puso al irla a traer a su casa y verla salir a escondidas de su marido. Amenazó que si no le decía de qué se trataba se lo diría al marido y Evelyn le inventó que iba a ver a su hermano que estaba muy enfermo. Le registró la bolsa para ver si no llevaba preservativos o látigos para pegarle al hombre y al bajarse del taxi, ella lo engañó haciendo que tocaba en una puerta pero era en otra. Mauricio abrió y Evelyn por poco se caía del susto. Dios mío, se parece a Jesús. Con esas sus barbas es como el de las procesiones y los cromos.

Es tan cualquiera que también se parece a un amigo que murió y a sus dos hijos. Y en los brazos se parece a mi papá. Y en la fuerza de sus manos, al esposo de amiga que me salvó de caerme en el barranco. Pero Julián jamás me gustó. Mi padre jamás me gustaría. Mi amigo y sus hijos me caen mal. Y este tal Mauricio no me gusta. Qué hago aquí. ¿Seré yo más puta que él?

Mauricio de inmediato la condujo a la cama. Tenía la tele encendida viendo un video porno. Ella salió para la sala donde se sentó a platicar tonterías. Mauricio le contó tenía problemas en la columna y ella le dijo le daría un masaje. Se quitó él la camisa y ella empezó a sobar aquella zona maltratada. Se dijeron cosas médicas y ella lo condujo a la cama para seguir el tratamiento. Mauricio se quitó el pantalón y ella observó las nalgas de aquel hombre fascinada. No se dio cuenta estaba al revés el calzoncillo para evitar, según le dijo al ponérselo el otro día, que las brujas lo atacaran. Mauricio pidió permiso para ir a orinar al baño. Se fue.

Al regresar, Evelyn estaba desnuda. Había tirado la ropa y Mauricio la regañó porque para eso estaban las cerchas. Mauricio paró su pene y le dijo a Evelyn se lo mamara. Esta lo hizo gustosa… Mauricio gritaba fascinado. De pronto él se le tiró encima… empezó a acariciarla con brusquedad. Y al lamerle los pezones, Evelyn gemía como niña.

-Niña llorona, pedíme verga.

-No. Está muy grande.

-Sabía me ibas a decir eso.

-Sabía que al ver mi culo en el calendario querías sólo penetrarme.

-Date vuelta…

-No. Metémela adelante…

-Sólo te acaricio mamacita. Teneme confianza.

Este juego se repitió varias veces en la noche. La vez en que él se paró en la cama, vio un cromo de Jesús en la pared. Eso no me gusta, dijo y lo volteó. Evelyn reía. Durmieron en intérnalos. Evelyn se despertaba a ver la hora y por los ronquidos de aquel hombre quien la abrazaba. Eso le gustaba. Se sentía protegida y por eso lo premiaba con besos en la mejilla. Evelyn no sintió orgasmos hasta la última vez… Ella le mamaba el pene y el la penetraba pero con el dedo. Gritó muchísimo. Le mordió la pierna a Mauricio para hacer más silencioso el orgasmo. Al terminar preguntó si lo había mordidito mucho. No sentí, le dijo. Por Dios, exclamó ella, si eso es con el dedo cómo será con su monumental pene…

Y fue allí cuando lo reconoció. Se vieron a los ojos y él preguntó a quién habían salido los de ella. A mi abuelita, dijo, mientras pensaba dónde había visto aquella mirada de niño tierno y que salía de ojos de color similar a los de ella. Dios mío, se dijo muy en sus adentros. No era mi amigo el hombre de mis sueños. Es Mauricio. Mauricio es el enmascarado. ¡El sueño se hizo realidad!

Al sonar el despertador, se vistieron de inmediato. El la abrazó. Pero ella, comparando con lo que le hacía su marido, no podía corresponder porque no sintió realmente nada. Salió Evelyn de aquel lugar y se fue a pie a su casa mientras la mañana empezaba a iluminar nuevo día. Lástima, dijo Mauricio, que no hubo de todo. Algún otro día será, dijo Evelyn, con la seguridad no volvería a suceder aquello. De eso se encargaría ella.

Mi macho con sus barbas

se parece a Jesús

de las procesiones

(pero un Jesús más viejo)

Mi macho tiene un garrote

en eso no se parece a Jesús

porque lo tiene parado

entre las piernas

(Jesús lo lleva en hombros)

Mi macho tiene manos fuertes

nalgas deliciosas

espalda descuidada

y muchos pelos

aunque no los tiene en la lengua

Mi macho es un puto y no me cobra

se introduce en mí

de muchas formas

menos con el pene

(implacable en su resolución

sólo quiere desvirgarme el ano)

yo lo amo entre mi boca

y grita como rata

y jadea y me llena de su esperma

Yo soy la nena llorona de mi macho

desde que lame mis pezones

“nena llorona –me dice- pedime verga

que tu culo está muy bueno y muy rico”

y mi culo se sonroja

porque es sólo para mi marido

pero es tan macho tan macho

que no le doy lo que quiere a mi macho

me da miedo la grandeza

del garrote entre mi cuerpo

Mi macho es vulgar

y un cualquiera en la cama

(fantasía de cualquier idiota

creencia de cualquier estúpida

grandeza de cualquier imbécil)

pero me da seguridad

como si realmente fuera Jesús

el de las procesiones y los cromos

(aunque más viejo, arrugado

y con los defectos que el Maestro nunca tuvo).

Octubre 13 de 2008, 17:30 horas.

INTRODUCCION DE DINASTIA POR LA VENTANA

¡HOLA!

¡Holaaa! ¡Holaaa!

No soy una ventana cualquiera. Estoy abierta para que desde adentro de esta lujosa mansión puedan apreciar el colosal Volcán de Agua; el cielo azul que de repente viste de negro, de gris y de blanco. De luz y de oscuridad.

Para que vean el Sol que se sumerge o el Sol que emerge. Los techos de los pobres. Los techos de los ricos.

La piscina que está en el jardín. Las buganvillas que adornan la vereda. La fuente que está a la entrada. Las tapias. Los lirios.

Aquí se ve todo lo que se desea ver de la naturaleza porque los arquitectos me dotaron de las cualidades de un mirador y he sido testigo del crecimiento del Valle de la Virgen.

Pero si usted desea ver desde fuera no sólo podrá apreciar el bello amoblado. Las aterciopeladas cortinas. Las alfombras. El piano que Juanito tenía en su estudio. Las estatuas de mármol. Las lámparas. Y todo ese mobiliario que encierran las cuatro paredes interiores.

También puedo contar la historia que soy testigo. Toda una dinastía que agoniza en su última generación que ha posado su mirada desde el interior hacia el paisaje que puedo abarcar.

¿GUSTA QUE LE CUENTE?

Mauricio fue el ídolo de Evelyn desde que le contó cómo por defender a una muchacha de 19 años recién entrada en la prostitución fue a parar a la cárcel y perdió sus papeles de identidad. Ese hombre era un viejo mañoso y a la patoja sólo se la había agarrado su novio. Y ella se entregó al novio porque se iba a meter a esto y quería su virginidad fuera para quien él amaba. El viejo quería llevársela a la fuerza en su primer día de trabajo. Pa estrenarla, dijo. Pero nos opusimos todos los empleados. Nos pusimos en la puerta del Bar del Barrio La Parroquia de la zona 6 donde ocurrió el asunto…

La patoja llevaba el calzón en la mano El viejo amenazaba con la pistola y empezó a tomarla contra Mauricio. Tal vez por el acento, piensa Evelyn. El viejo se fue solo. Pero regresó con una patrulla acusando al héroe de haberle robado. Lo llevaron a una Comisaría lejana donde le extraviaron los papeles. Lo metieron a una celda. Le pegaron. Y pese haberse aclarado todo lo tuvieron detenido más tiempo con la amenaza del viejo de que se las iba a pagar.

Evelyn imaginándose una y otra vez aquella historia suspiraba pensando en su héroe. Usted debe entender, doctora, que no tan fácilmente se conoce a un héroe. Mauricio no me basta del todo. Pero basta que sus brazos peludos para sentirme protegida como la heroína de esta anécdota. Y es que en el fondo esa muchacha cuyo nombre ignoro me da envidia. Y no es por la edad. Sino por puta. Siempre quise ser una de esas mujerzuelas que un hombre quiere agarrarse a la fuerza y otro defender. Tuvo suerte esta muchacha que en su primera noche de trabajo se encontrara a esos dos: Al viejo y a Mauricio.

Y es que Mauricio nació para ser héroe. Y no precisamente de mi culo. Sino del culo de otras personas. Hasta de hombres. En Nicaragua, cuando estaba en el servicio militar y se bañaba desnudo en el río llegaban las locas a ponérsele enfrente y no tenía otra que agarrárselas. Incluso, dos soldados, aparentemente muy machos, se pelearon por él en el río. Se jalaban la trenza, se aruñaban, se pellizcaban. Se decían yo lo vi primero. No, es mío. Mío. Y se revolcaban entre el agua, en la arena… Cuando terminó el tiempo del baño, se sacudieron, se secaron, se vistieron y siguieron como si nada su vida cotidiana de machos en el Ejército nicaragüense.

Mauricio pasó a la historia de aquel río como “el vergudo por el que se peleaban los soldados”. Muchos empezaron a sacarle raja al asunto. Y decían que como allí se había agarrado a las locas, el agua quedó con el semen de Mauricio y obtuvo poderes afrodisíacos. Mucha gente empezó a hacer romerías y peregrinaciones desde lugares muy recónditos sólo para meter los pies o las manos y se les pegara lo macho. Claro, algunos se bañan completos. Pero otros sus mismas mujeres sólo querían se remojaran un poquito porque los querían machos pero no mucho…

Y Evelyn me hizo una invitación insólita. Ese fin de semana iría ella a aquel lugar y tenía dos boletos de avión, uno era para mí. Me voy a dar un baño de asiento, me dijo muy segura, para que se me abra donde él quiere entrar. Tal vez después se lo doy. Por supuesto que no me fui porque tendría que haber dejado mi consultorio y había muchos pacientes esperándome los ayudáramos la Niña Blanca y yo.

Al regresar, me dijo que no le había encontrado nada especial. El agua, igual que cualquier otra. De todos modos me metí. Y me traje una piedra larga de aquel río de recuerdo. Cada vez que desee a Mauricio en mis fantasías lo voy a usar de consolador. Al enseñarme aquella piedra pensé que Evelyn estaba más loca de lo que parecía porque si en realidad Mauricio la tenía de ese tamaño no me imagino quién iba a querer estar con él. Sin duda, a sus mujeres, las que tenían hijos con él, en Nicaragua y en Guatemala, les había dolido más hacer los hijos que parirlos.

Entre Evelyn y Mauricio había una química especial. Algo inexplicable para ambos pero que los hacía sentirse bien el uno con el otro. Hablaban largas horas por teléfono. El estaba encantado con ella. Se sabía idolatrado y estimado por alguien especial. Por aquella modelo deseada por sus fotografías que se daba el lujo de despreciar a cuanto hombre se le acercaba y de unirse con quien quisiera a la hora que quisiera. El primer problema que me planteó seriamente fue el gustarle Mauricio porque a él no podía engañarlo. Podía ser cínica hasta en sus celos. Como él lo era. La verdad es que no eran válidos ni ninguno de los dos tenían derecho pero se los gozaban mutuamente. Su problema era darse cuenta lo ilimitado del cinismo.

Y es que Evelyn se especializaba en no salirse nunca de control. Y cuando las cosas se salían, aunque sufriera, las exterminaba de su vida. En el amor y en las relaciones personales, su credo era lo que Flavio Herrera escribió en la novela Caos: “Nunca cuentes tu CASO, nunca digas tu historia, nunca desnudes tu intimidad con los seres que te interesan por amor o amistad. Desde que te reveles, dejarás tú de ser para ellos, dejarás de ser el tú que fuiste. Caerá el ídolo porque en todo afecto hay mentira, ilusión, mitología y, al revelarte como eres, caerás de tu pedestal… Cuando te sofoque el ansia de la confidencia, hazlo con la soledad, no con los hombres porque revelándoles tu esencia, la pierdes para siempre, porque, sin sentirlo, ya te has identificado con los otros, ya te has incorporado a los otros. Dejarás de ser diferente a ellos y se desvanecerá el encanto. Tendrías, en adelante, que fingir otra personalidad, crear un nuevo ídolo, con farsa y misterio, para rescatar el encanto y vivir en los otros. De no hacer esto, has muerto entre quienes aspiras a que te quieran, te estimen o te respeten”.

En ese sentido Evelyn era siempre ella misma. Quizá Mauricio sería la lección más grande de su vida porque, pese a tener siempre presente, que dos almas por gemelas que sean, siempre tienen cada una algo inexplorable para la otra, siempre había un límite, algún rincón del alma al que no llegaba ni siquiera el amor sentido. Mauricio era su prueba de cinismo, su tentación de dejar de ser ella, de perderse en el otro. Disfrutaban contándose sus aventuras por teléfono. Diciéndose lo desleales que eran con sus cónyuges y escuchando cómo cambiaba el tono de voz de uno y de otro. Pese a dicho cinismo ninguno de los dos sentía remordimiento alguno ante sus propias parejas. No se sentían comunes por eso. No lo eran. Y sospechaban que podrían sentirlo entre ellos. Quiero sentirme culpable por engañar a mi marido. Pero no puedo. Primero porque sencillamente no me sale la culpabilidad por ningún lado. Y segundo porque no sé de qué marido sentirme culpable. Cada uno me da algo diferente y Mauricio también es diferente. Si en algo se parecen todos es que son unos caballeros y me tratan como dama, me desean, me adoran, me hacen sentir su reina al hacerme el amor. Y todos me aburren por ser hombres comunes. No los aguanto más de una noche. Ni siquiera Ariel, el ingeniero del que estoy realmente enamorada. El es mi bebé, mi ángel redondo, el dueño de mi corazón al que también tiene redondo… Pero si hay algo de lo que me siento culpable: Del hecho de no sentirme culpable.

Cuando le dije a Mauricio que gracias a él me había dado cuenta yo era mujer que ama una sola vez, me dijo que recordara que entre nosotros no había nada serio. Lo tomé tan literal que ni siquiera me di cuenta que Mauricio tenía cierto tono celoso. Y es que no es tan celoso como Rembrandt, el pintor que me acaricia y me vuelve su gata doméstica. Y como gata reacciono: Llega el momento en que su exceso de amor me desespera y salgo huyendo. Ariel también es celoso y me desesperan sus groserías. Pero el que más me molesta es Aldo, el ejecutivo... Este es el más caballero de todos. Me hace el amor de frente. Siempre espera esté lista para tener orgasmos en conjunto. Igual que Mauricio me hace sentir protegida. Pero Mauricio no me da confianza. Aldo, si. Me voy a no sé donde cuando estoy con Aldo. Pierdo la noción del tiempo aunque no pierdo el control y por eso le digo que lo amo más de lo que lo amo. Y no le conozco sus defectos porque estos los aguanta su esposa. Como imagino aguanta los de Mauricio su mujer… o sus mujeres. A mí, en cambio, nadie me aguanta. Porque no me parece justo que me aguanten. Por ello, mi amor con Ariel también es libre.

Mauricio nunca me aburriría como Aldo. Pero si me aburriría, sería por su rusticidad. No sabe cómo tratarme para que no me vaya. Tampoco sabe que si llego a irme, regresaré cuando me dé la gana. Respeta mi libertad y yo la suya. Y eso aunque no les guste, todos mis hombres lo saben aunque sea muy en sus adentros. Presienten, intuyen, captan extra sensorialmente que soy felina. Una gata, caliente y rica para acariciar; imposible de aprisionar. Dispuesta a ronronear si se siente bien y a ponerme eriza y aruñar si se siente mal. Una gata que disfruta a sus gatos que son libres, independientes, aventureros, exitosos…

La segunda vez que Evelyn se escapaba a la cama de Mauricio, sentía que este era un reto para ella. En unos momentos, decidía no encontrarse con él jamás y usarlo sólo en sus fantasías eróticas. Pero había algo que la unía a él y eran más fuertes los momentos que decidía estar con él y casi siempre coincidían con su disposición de tiempo para la aventura. Enseñarlo a amarme es fácil porque es un hombre muy considerado. Mi preocupación es no dejar huella en él. En todos lo hago. Me recuerdan como una gran pasión en su vida, lo que los enloquecía, lo que amaron, lo que aborrecen por ya no poseerlo como antes… lo único en su vida aunque no fuera lo mejor. Me preocupa cómo me verá Mauricio. Siento que en él puedo no dejar huella. Y no quiero arriesgarme. Sé que mi pasión por sus historias va a concluir. Mi pasión por él, quién sabe. Por primera vez hay algo de un hombre que no comprendo y eso es lo que me hace querer desahogar en él mis ansias de confidencia…

El tiempo, el espacio, la realidad, la ficción, la vigilia y el sueño se confundían: Evelyn acababa de bañarse. Desnuda se secaba mientras unos ojos lujuriosos la observaban. Lo que más se frotaba eran los pezones para ponerlos erectos imaginando el dueño de aquellos ojos los lamía. Al empezar a vestirse, se miraba al espejo deseándose a sí misma Siempre se ponía las medias primero, los zapatos de tacón alto. Luego, el calzón tipo tanga y de hilo dental. Pero al sentir más aquellos ojos deseándola, ya no se vestía sino acariciaba su ano, los labios de su vulva y deseaba la presencia de hombre. Mientras se subía el blomer, unas manos varoniles, fuertes y peludas la ayudaron a subirla. Le acariciaban lo que ella se acariciaba antes. Su ano abría y lubricaba solo. El hombre abriendo la bragueta del pantalón sacaba su monumental pene y la penetraba. Al empujarla a la cama, era tal el placer al cambiar de posición que apenas reconocía los ojos que la veían a través de los agujeros de aquella máscara veneciana. Evelyn gemía. Jadeaba. Gritaba. Muchas veces quiso ver quién le hacía tales cosas. Intentó quitarle la máscara. Pero fue en vano. Sólo lograba sentir los pelos de la barba. Hasta que una vez logró hacerlo. Mauricio era el rostro de sus fantasías. En aquel sueño que se repitió durante muchos años, la cita en astral era siempre puntual y perfecta. Hasta que Mauricio apareció en su vida…

Esa segunda vez, Evelyn decidió que no la llevaría el taxista enamorado de ella. Llamó a otro servicio, a un desconocido. Mauricio la recibió impaciente porque tenía hambre de dos tipos: No había cenado y quería ansiosamente estar con ella. Se dio los dos banquetes. Pero antes conversaron cosas. Entre ellas, sobre la hijita de un año de Mauricio. Evelyn se sentía como tía o madrina. Lo de madrastra la aterrorizaba porque nunca simpatizó con la de la Cenicienta. Evelyn se dio cuenta que Mauricio le mandó mensajes encontrados y decidió dejar su diagnóstico para el día siguiente. Lo hizo. Pero nunca lo reveló. Pese a ello, le daba la bienvenida a su vida a Mauricio.

Cuando le mamaba el pene a su amante, Evelyn pensaba por qué le tenía tanto miedo a aquel genital si podía con él. Consideró una exageración de su parte, sus masturbaciones anales con un consolador para abrirse más. Eso, unido a que se sentía más segura de su amigo e inspirador de historias y a que ella dirigía el evento amatorio, le dio más confianza. Mauricio quiso terminar un par de veces pero le pidió que no. Como buena artista –así se lo había dicho a Giovanni, un chico que había desvirgado un día antes- sabía que la clave del Arte está en las pausas. Y en el arte de la cama, eran esenciales. Como lo son en el Arte de la vida.

Mauricio, como buen profesional, se comportó complaciente. Me dan ganas de pagarle, dijo ella para sus adentros, porque es un hipócrita que finge estar de acuerdo con todo. Pero sé lo que quiere. Por ello, el inicio fue a oscuras. Pero como él no quería, ella decidió encender la luz después que ya estaba excitada. Te deseo tanto, Mauricio, dijo ella. El suplicó más mamaditas… ese tono de niño le fascinó a ella. Cuando le puso el preservativo mientras él le colocaba lubricante en el ano. Ella se sentó y dirigía los movimientos… A ella extrañó por qué él no era morboso y no veía qué gestos hacía ella. Prefería tener cerrados los ojos como si fuera algo romántico. Para ella, no lo era.

-Por favor mírame.

El la vio. Y las miradas avellanadas de ambos se entrecruzaron.

-BIENVENIDO A MI VIDA.

Cambiaron de postura. El le abrió las piernas. Ella pensó buscaría su vagina. Pero no. Quería su ano y la penetró con suavidad… ¿Te duele? Hasta que sintió había topado el intestino dijo ella estar incómoda y que sacara un poquito. El lo hizo. Y ella empezó a sentir el cielo. Empezó a gritar de placer pero sintió iba a defecar. Mauricio terminó y ella con elegancia dijo podría suceder un accidente. No te preocupes amor, dijo, pasa seguido. Reposó un rato antes de sacar el pene. Colocó papel higiénico para ver que más salía. Pero nada. Apenas un gas tímido…

-Lo lograste. Te saliste con la tuya. Ahora soy toda tuya, a tu manera.

-Luego quiero agarrarte a gatas. Lastima que no te cabe toda.

Evelyn pensó eso sería para la próxima. Y así fue. El tenía sueño. Puso el despertador a las cinco, a petición de ella. La abrazó. Se taparon y no sintieron frío pese el clima que hacía. Lo que pasa es que ahora cerré la puerta, dijo Evelyn. No, eres tú. Durmieron un rato. Ella despertó primero y lo besó. Bajó entre las chamarras y le mamó el pene. Su amante ya le daba confianza. Es algo de lo que más te gusta, dijo él. Dicen lo hago bien, dijo ella jactándose.

Sonó el despertador, se vistieron. Ella pidió verle bien las nalgas y él dijo que a su esposa también le gustaba verlas. Ahora me voy a sentir solo, dijo Mauricio mientras llegaba el taxista. Salieron a esperarlo al jardín. Nunca vas a estar solo, mi vida, pensó ella. Yo me quedo contigo. Y te vienes en mi pensamiento, en mis sueños… mi enmascarado sin máscara. Ella se sentó en una pequeña pared. Quedó a su altura. El la apretó. Se dijeron cosas bellas, unas reales, otras mentiras. Pero los dos disfrutaban… Cuando vivamos juntos no quiero que haya tanto desorden como en mi cuarto, dijo él. Este está loco, pensó ella. Pero no dijo nada. Yo no soy desordenada, fue lo único que comentó.

Y llegó el taxi. Evelyn al llegar a su casa, tomó un café. Se acostó y durmió como nunca. Ni bien se levantó, desayunó fiambre. Era Día de Muertos en Guatemala. E inició su diagnóstico. El de su vida. El de Mauricio. Y llegó a conclusiones que nunca revelaría pero que tanto ella como su héroe disfrutarían. Esa noche, cuando ella le habló, hablaron muchas cosas. El preguntó si le dolía y ella dijo que no. Para eso se había preparado. Mauricio empezó a vulgarizar la conversación y ella preguntó por la niña. El dijo si ella estaba satisfecha y dijo que si contándole sobre sus otros hombres algunas cosas. Incluso sobre su amiga María. Por supuesto que estoy satisfecha, se decía Evelyn en sus adentros. Después de ese diagnóstico como para que no…

Hombre de mis sueños

tienes la llave de mil máscaras

enciendes mi llama

tienes la clave de todas las camas

si tú no me besas

me quedo con ganas

no sólo has entrado en mi

sino has salido de mí

hombre de mis sueños

enmascarado que me hace el amor

destino en lujuria, desenfreno

armonía me haces alta sin tacones

sexy sin espejo

mujer a tu manera

hombre de mis sueños

amante predilecto

divina ilusión de mujer

…y de puta.

Noviembre 02 de 2008, 23:36 hrs.

Cuando Evelyn tomó más confianza en Mauricio fue cuando averiguó el nahual de éste. Es Kame, la muerte. Le dio confianza por la Santa Muerte. Porque es la vida y la muerte. Se simboliza con el Tecolote o Búho y éste está siempre al lado de la Dulce Niña Blanca. Es el poniente, la oscuridad, la noche. Doble visión que mira en el día y en la noche. Es la claridad, es el amor. Son los ancestros difuntos. El espíritu defensor. El nahual del infra y supramundo. Es también la guía de la mujer. La protección de la mujer. La inspiración en el hombre. Energía de la luz y la oscuridad. Protector invisible. Por eso, aquella sensación de Evelyn entre los brazos de Mauricio.…

En lo espiritual Kame invita a cultivar el amor, la sabiduría, la humildad, la lealtad y la transparencia. Pide una oportunidad de vida y protege la vida espiritual. Alimenta a las ánimas y difuntos. Permite comunicación con difuntos. Su función en la vida es hacer curaciones y pedir la intercesión de los abuelos para curar la enfermedad. Para pedir protección, salud y vida. Para eliminar males profundos.

En lo cotidiano Kame ayuda a cuidarse de los accidentes en los que pueden encontrarse la muerte repentina. Por ello, Mauricio siempre estuvo en peligros y salió invicto. Como protegido. También a este nahual se le pide protección si se sale a caminar en la noche. Protege a comerciantes. Y ayuda a tener claridad para actuar. Por ello, Evelyn se sentía tan atraída a la noche, escenario donde se encontraría con Mauricio. Por ello, Evelyn, a pesar de las confusiones de Mauricio, vivía la etapa más lúcida de su vida. En armonía interior entre sus ángeles y demonios propios.

Las gentes de este signo en lo positivo son mensajeras, atrevidas, inteligentes. Tienen el don de curar. Poseen una fuerza energética. Protegen. Son visionarios, Reciben mensajes. Tienen capacidad de tener visiones y revelaciones. Previenen y predicen males. Son comunicativos, valientes, justos, tienen un poder espiritual fuerte, son tenaces, afortunados, con suerte en el amor Aunque muchas veces no se dan cuenta del daño que infringen al buscar placer. Lo hacen inconcientemente. Saber esto dio más valor a Evelyn. No tendría remordimiento si Mauricio quedaría atrapado. Y si a ella le pasaba, estaría cumpliendo con amarlo simplemente.

En lo negativo, los Kame son enojados, rencorosos, delicados, violentos, propensos a accidentes; con ideas suicidas, vengativos, infieles. Esto último era más que obvio desde que contactó a Evelyn. Pero los demás defectos, Mauricio tendía a ocultarlos por no perderla.

Evelyn, desde que supo los secretos del nahual de Mauricio, le insistía si él tenía presentimientos. Si había estado entre muchas personas muertas sin que a él le pasara nada. Ambas respuestas, afirmativas. En el segundo caso, Mauricio contó cómo para el terremoto que en 1972 destruyó a la ciudad de Managua, había quedado soterrado. Varios días permaneció bajo los escombros, en medio de muchas personas muertas que empezaban a podrirse cuando fue rescatado. También en la época de la guerra sandinista contra el gobierno del Gral. Anastasio Somoza: Mauricio perteneció al grupo guerrillero y tanto en el área urbana como rural donde combatió estaba siempre cerca de la muerte sin que le pasara nada. En el primer caso, atribuía los presentimientos a su aspecto femenino porque si él era muy macho es por atender una promesa que implicaba la renuncia a ese aspecto.

Una vez, la Guardia Civil contra la que peleaban los sandinistas, emboscó el grupo en el que estaba Mauricio. Este herido yacía tirado y por eso no lo decapitaron como hicieron con los demás. Para que sufrás más, le dijeron. De todos modos, te vas a morir. Pero no murió. Llegaron otros sandinistas y mientras ubicaban a qué cuerpo pertenecía cual cabeza, vieron que Mauricio no había sido decapitado y que aún estaba vivo. Lo consideraron, por ello, héroe nacional cuando triunfó la Revolución. Y lo que en caso contrario habrían sido considerados crímenes de guerra, fueron aplaudidos como las mejores estrategias para hacerlos llegar al triunfo como aquello de quitarle los ojos a los miembros de la Guardia Nacional que atrapaban y ponerles en vez de los mismos las fotografías de sus hijos, hijas o esposa que llevaban en su billetera. Algunos, tenían la suerte de morir. Otros, sobrevivieron muchos años sin ojos con la efigie de sus seres queridos, a los que nunca volvieron a ver, tatuada en las cuencas.

Después del diagnóstico, Evelyn ideó una estrategia. El azar la ayudó. Era el cumpleaños de su abuelita y Evelyn quedó sola en su casa. Se preparaba para salir en la tarde y tomó un baño. Llamaron a la puerta y como estaba pendiente del panadero que llevaría el pan que su abuelita necesitaría, Evelyn aún enjabonada sólo se puso una toalla y salió a ver. Compró el pan pero como se le cayó la toalla, el moreno nicaragüense dijo entraría él el pan a la cocina mientras ella se cubría. Al llegar ella a la cocina, él se había sacado el pene. Pese a ser nicaragüense, pensó Evelyn, no la tiene tan grande como Mauricio.

-Mamacita, se me paró, mire. Me excitó verla desnuda.

Evelyn por la pena de lo que había pasado le mamó el genital al hombre, la verdad es que ambos se habían gustado desde hace mucho. Se lo confesaron.

-Usted siempre me ha gustado mamacita

-Y usted a mi, papacito.

Evelyn se lo llevó a su cuarto. El quiso penetrarle la vagina. Pero ella se volteó y pidió sexo anal. Ella frotaba su clítoris con sus dedos. Los orgasmos vinieron en seguida.

-Dejó su bicicleta en la calle papacito.

-No se preocupe mamacita. Mi mujer viene conmigo. Ella sabe que usted me gusta y quería pasármela… Por favor, déjeme volver a verla.

-No sé papacito. Usted es amigo de mi abuela. No tendría que ser aquí.

-Yo me la agarro en la calle si la encuentro. Usted me excita mucho mamacita.

Se despidieron. Evelyn pensó que todos los nicaragüenses eran iguales. Pero se sintió satisfecha de haberle dado las nalgas a gatas al panadero antes que a Mauricio. Por cierto, cómo se llamaba… Ninguno de los dos sabía sus nombres.

Esa misma noche, Evelyn siguió con su estrategia. El tiempo, el espacio, la realidad, la ficción, la vigilia y el sueño se confundían: La ayudaron. Llamó en la noche como de costumbre a su amante. Se metió a la tina y marcó el número desde el teléfono inalámbrico. Le dijo tenía una fantasía.

-¿De qué se trata mi amor?, dijo.

-Quiero que JUGUEMOS A MORIRNOS LUEGO.

-No entiendo.

-No es necesario entiendas. Sólo acepta.

-Está bien, dijo Mauricio pensando lo sabría luego. Pero nunca lo supo.

Evelyn se bañó. Desnuda se secaba mientras unos ojos lujuriosos la observaban. Lo que más se frotaba eran los pezones para ponerlos erectos imaginando el dueño de aquellos ojos los lamía. Al empezar a vestirse, se miraba al espejo deseándose a sí misma Siempre se ponía las medias primero, los zapatos de tacón alto. Luego, el calzón tipo tanga y de hilo dental. Pero al sentir más aquellos ojos deseándola, ya no se vestía sino acariciaba su ano, los labios de su vulva y deseaba la presencia de hombre. Mientras se subía el blomer, unas manos varoniles, fuertes y peludas la ayudaron a subirla. Le acariciaban lo que ella se acariciaba antes. Su ano abría y lubricaba solo. El hombre abriendo la bragueta del pantalón sacaba su monumental pene y la penetraba. Al empujarla a la cama, era tal el placer al cambiar de posición que apenas reconocía los ojos que la veían a través de los agujeros de aquella máscara veneciana. Evelyn gemía. Jadeaba. Gritaba. Muchas veces quiso ver quién le hacía tales cosas. Intentó quitarle la máscara. Pero fue en vano. Sólo lograba sentir los pelos de la barba. Se empeñó tanto que lo logró. Mauricio era el rostro de sus fantasías. En aquel sueño que se repitió durante muchos años, la cita en astral era siempre puntual y perfecta. En medio del orgasmo, Evelyn lanzó con fuerza la máscara, la cual al estrellarse en el suelo se rompió en mil pedazos. Así Evelyn terminó con su sueño. Al terminar con su sueño, terminó con Mauricio. Al terminar con Mauricio, terminó con ella misma. Era su diagnóstico, lo que había ideado: Jugar a morirse luego.

Al dormirse, Mauricio volvió a roncar como siempre. Evelyn lo besó en su primer intervalo. Pero sigilosa se incorporó. Sacó debajo de la cama un cuchillo de carnicero que había mandado a reafilar días antes. Se acercó al pene de su amante. Le besó los testículos. Le mamó el pene y estando este ya erecto castró a Mauricio que dormido nunca supo lo que le había sucedido. Fue hasta levantarse y encontrarse solo en la cama y ensangrentado que se dio cuenta que Evelyn le había arrancado su más preciado tesoro. Lo peor de todo es que no quedaron rastros. Ni del pene. Ni de Evelyn.

Si yo hubiera inventado la historia, me dijo Evelyn, le hubiera dado otro matiz. Pero el amor hizo que Mauricio me contara los matices de mal gusto de su vida que en otras circunstancias ocultaba. En la cama empezó a dejarme con la sensación de dominarlo, cosa estúpida porque si yo lo hubiera buscado sería otra cosa. Pero el reto para mí era que él me dominara. Que el fuera el macho que me doblegara. Yo, ni de chiste lo hubiera buscado para someterlo…

Poco a poco, fue muriendo la expectación del inicio. Se cumplió lo que dice Flavio Herrera. Era un hombre común, cualquiera. De héroe se degradó él mismo a persona corriente. A tal grado que llegó a amarme. Yo no supe quererlo más: Era una diversión. Jamás amaría a alguien que no tuviera la categoría de mis hombres. Me decepcionó que no fuera tan perverso como yo. Que él mismo rompiera las reglas. Que fuera humano. Que no disfrutara tanto como yo aquel juego asqueroso. Que el amor le empezara a dar un toque de decencia a lo nuestro. Y es que no había “lo nuestro”. En nuestro trato eso no existía.

Eso que él llamaba “lo nuestro” llegó a asquear a Evelyn, a aburrirla y las historias de Mauricio se volvieron lentas, insípidas y estúpidas. Su imaginación empezó a ganarle a la realidad. Una vez, mientras él le besaba el cuello, ella le dijo necesitaba le hiciera un favor. Lo hizo atendiendo lo que llegó a saber de la espiritualidad Kame.

-Lo que quieras mi nena. Sabes que por ti sería capaz de matar.

-Pues qué bien. Porque eso es precisamente lo que quiero. Necesito mates a un hombre.

Le pidió eliminara a aquel tipo cuyos acosos la tenían harta. Le dijo estaría en cierta esquina la noche del día siguiente. Mauricio prometió acudir allí para liquidarlo. Le enseñó la escuadra con que lo haría. Eso excitó muchísimo a Evelyn quien bajó el súper del pantalón de Mauricio, le sacó el pene y se lo mamó. Se bajó el calzón. Se puso a gatas y pidió la penetrara aunque no tenía lubricación. Dio un grito de dolor. Se volvió una gata para sellar aquel pacto homicida.

A la noche siguiente, volvieron a encontrarse. Mauricio dijo había matado a aquel hombre.

-Lo siento pero no lo hiciste.

-Claro que si, dijo Mauricio describiendo detalles de lo que había hecho.

-No puedes haber matado a un hombre que no existe.

Mauricio sintió desfallecer. Había matado a un inocente. Evelyn explicó que como estaba harta de él y sus historias, decidió inventarse una así como romper la máscara y castrarlo en su sueño. Desde entonces ya no eres parte de mis sueños, dijo. Y aunque siento que parte mía ha muerto no me importa.

Mauricio se dio cuenta hasta entonces de qué se trataba aquello de JUGUEMOS A MORIRNOS LUEGO. El le propuso matrimonio. Le dijo abandonaría a su mujer e hija. Jamás permitiría eso, dijo Evelyn. Lo sabes. Y el matrimonio es la peor historia entre nosotros. Sobretodo en eso que tú llamas “lo nuestro”.

De alguna manera, Evelyn debía compensar el que Mauricio había matado a un hombre por ella. El pidió poseerla de nuevo como en el sueño. Ella accedió. Alquilaron la habitación de un motel con jacuzzi. El preparó el agua donde ella estaría bañándose mientras él fingía ser el enmascarado que la hispiaba.

Antes de empezar el juego intercambiaron una mirada silenciosa. Los ojos avellanados de ambos se dijeron que se amaban. El la abrazó fuertemente como a ella le gustaba. Ella pidió que así como en el sueño ella lo había castrado, en la realidad él la matara porque no podría desde ese momento vivir sin él. El dijo no era necesario porque habría muchos más encuentros. Ella insistió porque tenía miedo de quitarle la máscara. Tirarla al suelo y que se rompiera en mil pedazos. Además, le enseñó el cuchillo que había escondido debajo de la cama. Era igual al del sueño. De carnicero. Reafilado horas antes. Con él podría castrarlo mientras Mauricio roncaba. Con él podría Mauricio degollarla mientras hacían el amor. Pero optaron por no decir más nada. Ella se desnudó y se metió al agua. El se puso la máscara y fingió ser el hombre de sus sueños.

Evelyn acababa de bañarse. Desnuda se secaba mientras unos ojos lujuriosos la observaban. Lo que más se frotaba eran los pezones para ponerlos erectos imaginando el dueño de aquellos ojos los lamía. Al empezar a vestirse, se miraba al espejo deseándose a sí misma Siempre se ponía las medias primero, los zapatos de tacón alto. Luego, el calzón tipo tanga y de hilo dental. Pero al sentir más aquellos ojos deseándola, ya no se vestía sino acariciaba su ano, los labios de su vulva y deseaba la presencia de hombre. Mientras se subía el blomer, unas manos varoniles, fuertes y peludas la ayudaron a subirla. Le acariciaban lo que ella se acariciaba antes. Su ano abría y lubricaba solo. El hombre abriendo la bragueta del pantalón sacaba su monumental pene y la penetraba. Al empujarla a la cama, era tal el placer al cambiar de posición que apenas reconocía los ojos que la veían a través de los agujeros de aquella máscara veneciana. Evelyn gemía. Jadeaba. Gritaba. Muchas veces intentó quitarle la máscara. Pero fue en vano. Sólo lograba sentir los pelos de la barba. Se empeñó tanto que lo logró. Al verlo, amó más que nunca a Mauricio, el rostro de sus fantasías, del sueño que se repitió durante muchos años; de la cita en astral que fue siempre puntual y perfecta. En medio del orgasmo, Evelyn lanzó con fuerza la máscara, la cual al estrellarse en el suelo se rompió en mil pedazos…

FIN DE LA SEGUNDA PARTE

Vistas: 1002

Comentario

¡Tienes que ser miembro de SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL para agregar comentarios!

Únete a SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL

Comentario de César Chupina el julio 22, 2010 a las 5:48pm
Evelyn y Mauricio son dos personajes que existen en la vida real. Uno de los ejes en los que se mueve la historia en esta parte de la novela es que el nahual de el es Kame que en la Cosmovion Maya es la muerte. En base a ese conocimiento, Evelyn al aburrise sexualmente de Mauricio lo induce a extremos en el marco de su pasion maligna.

RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO

Fotos

  • Agregar fotos
  • Ver todos

PÁGINA HERMANA OME

Ando revisando  cada texto  para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.

Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.

http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/

 

CUADRO DE HONOR
########

TRADUCTOR

EnglishFrenchGermanSpain
ItalianDutchRussianPortuguese
JapaneseKoreanArabicChinese Simplified

Gracias por estar aquí, compartiendo en nuestro bello portal literario.


Insignia

Cargando…

BLOG Y FOROS DE LA DIRECTORA, SORGALIM

 

POEMAS

1

¡ERES UN ENCANTO!!

2

¿ADÓNDE FUE MI LUCERO?

3

A PAPÁ: NUMEN DE MI HISTORIA

4

A PAPÁ: NUMEN DE MI HISTORIA

5

A PROPÓSITO DEL DÍA DE LA MUJER...

6

ADORNARÉ MI ÁRBOL

7

ALBA POSTRERA

8

CABALGAS POR MI PIEL

9

CALZADAS. SONETOS EN VERSOS ALEJANDRINOS

10

CASCARILLAS CON PULPAS

11

CHANZA 2. DEL POEMARIO: GUASACACA Y CARCAJEO

12

COLORES DEL CAMINO ESPERANZADO

13

COMPLETA, PERO ABSURDA

14

DE CLARAS GOTAS CASCADA

15

EL BESO Y LA FALSÍA

16

EL DOLOR DE MÓNICA

17

EL HOMBRE SE REDIME

18

EL REGOCIJO DE LA PASIÓN CROMÁTICA

19

ENTRE LA BRUMA DE TUS SUEÑOS

20

ESA MÚSICA SUENA A CARICIA

21

FÁBULA DEL ZORRO Y EL LUCERO

22

FLOR DE TUNA

23

GUIRNALDAS

24

INFAUSTO PROYECTIL

25

LA ASIMETRÍA DEL ÁNGULO

26

LA CLAVE DE SOL POR LA PAZ

27

LA REDENCIÓN

28

LAS GOTAS

29

LLUÉVEME

30

ME DIJO SER JUAN TENORIO Y RESULTÓ MARICELA

31

MI VARÓN ES AGRACIADO

32

MIS METÁFORAS

33

NAPOLEÓN Y JOSEFINA

34

NECESITO

35

NERUDA, NO ESTÁS MUERTO

36

ORGASMO DEL AÑO NUEVO

37

PADRE, HOY EN TU DÍA, NECESITÉ APOYARME EN TU HOMBRO DE PAN DULCE

38

PADRE, HOY EN TU DÍA, NECESITÉ APOYARME EN TU HOMBRO DE PAN DULCE

39

PARA TODOS, MI PALABRA

40

POBRE ARTISTA

41

POEMA BEIGE - EJERCICIO DE ALITERACIÓN

42

QUIEN SE AFERRA

43

SE ACABAN MIS ENTREMESES

44

SE ACABARON MIS GANAS, SE ACABARON

45

SERENATA

46

SIENDO ALICIA LA ETERNA ENAMORADA

47

SOBRE EL OCÉANO QUE LA VIDA ESCONDE

48

SUEÑO QUE HALAGA

49

TE ANDO BUSCANDO

50

TU HORIZONTE Y MI ORQUÍDEA

51

UNA MUJER COMPLETA

52

UNO Y OTRO

53

VALLEJO SIGUE GRITANDO

 

PROSA

 

CUENTOS

1

GREGORIANUS

2

LA MAGIA DE BALTASAR

3

SOY PARTÍCULA QUE SUEÑA

 

ENSAYOS

1

MI FÓRMULA ECLÉCTICA DEL CONOCIMIENTO

 

PRÓLOGOS

1

CARMEN SÁNCHEZ CINTAS (SENDA), UN CAMINO VIVIENTE... 

2

MARCO GONZÁLEZ, EL POETA DE LA ADJETIVACIÓN ABUNDANTE Y APASIONADA 

 

NOTAS

1

¿TE PARECE QUE PEPE TIENE LA RAZÓN? ¿HAY QUE APOYARLO?

2

ACERCA DE LOS DONATIVOS MONETARIOS CON ESTE PORTAL

3

AL BORDE DEL ABISMO: ENTREVISTA REALIZADA A MARIO VARGAS LLOSA

4

COMISIÓN EVALUADORA DE TEXTOS Y OTRAS PARTICIPACIONES UHE - SVAI

5

COMUNICADO PÚBLICO

6

DESAHÓGATE: ¿QUÉ ES LO MÁS DECEPCIONANTE QUE TE HA CAUSADO UN AMIGO?

7

EXPO/INDIVIDUAL CULTURAL, EN HOMENAJE AL ARTISTA JUAN HERNÁNDEZ CHILIBERTI

8

FELIZ NAVIDAD - LOS AMAMOS

9

FOTOS - 3ª JORNADA DE PAZ Y 1er CONGRESO INTERNACIONAL DE LA UNIÒN HISPANOMUNDIAL DE ESCRITORES

10

HOMENAJE A MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA

11

LA TRÁGICA EXPERIENCIA DE UN TURISTA URUGUAYO EN LA VENEZUELA “CHÉVERE”

12

LA VENEZOLANA GLADYS REVILLA PÉREZ CELEBRA SUS 50 AÑOS COMO ESCRITORA Y BAUTIZA SU LIBRO "CAMINO DE BOTALÓN"

13

LO MÁS RELEVANTE DE ESTA SEMANA (TOP) [Y DE CADA SEMANA]

14

LO QUE MÁS AÑORO EN ESTA ÉPOCA

15

LUIS PASTORI DICE ADIÓS A SU RESIDENCIA EN LA TIERRA

16

MENSAJE AL FINAL DE UN AÑO Y AL COMIENZO DE OTRO

17

MUCHO CUIDADO Y PRUDENCIA CUANDO QUERAMOS EJECUTAR NUESTRO "DERECHO A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN"

18

NUESTRAS PETICIONES PARA NAVIDAD  Y AÑO NUEVO

19

PRETENDEN CHANTAJEAR A LA ADMINISTRADORA DE ESTE PORTAL

20

SEGÚN LA RAE, LA CONSTITUCIÓN VENEZOLANA RECARGA EL LENGUAJE HACIÉNDOLO IMPRACTICABLE Y RIDÍCULO

21

SÍ, LLORO POR TI ARGENTINA Y POR TI VENEZUELA

PRIMER ENCUENTRO DE ESCRITORES EN EL ARCHIPIÉLAGO

22

UHE ACUERDA REESTRUCTURACIÓN Y CONCURSO DE CREDENCIALES

23

VARGAS LLOSA: GRACIAS A LA OPOSICIÓN, VENEZUELA NO SE HA CONVERTIDO EN UNA SEGUNDA CUBA

 

FORO DE LA DIRECTORA

1

Tema 1. Teoría del Significado SEMIOLOGÍA Y GRAMATOLOGÍA. De Jacques Derrida

2

Tema 2. Teoría del Significado SEMIÓTICA Y COMUNICACIÓN

3

Tema 3. Teoría del Significado FILOSOFÍA DEL LENGUAJE. De Javier Borge

4

Tema 4. Teoría del Significado EL DESARROLLO DE LOS CONCEPTOS CIENTÍFICOS EN LA INFANCIA

5

Tema 5. Teoría del Significado PSICOLOGÍA DEL LENGUAJE

6

7

Tema 6. Teoría del Significado - EL SIGNIFICADO PREVIO A LOS SIGNOS.

REGLAMENTO INTERNO DEL PORTAL SVAI

Google Analytics.
Emoji