EL LAUREL DE LOS ENANOS:
Ahora salen a relucir las ideas de otros tiempos, que nunca fueron semillas del más dócil aprendiz y, sin situarlo en el tiempo, ni en ningún otro cubil, que no sea el pudridero de los sentimientos viles de muchos políticos nuevos, que quieren trepar como yedras para hacerse un porvenir en esta España risueña; pues la sienten desamparada y muy necesitada de esos ideales revolucionarios que ellos pretenden establecer con el único fin de afianzarse al poder, que pueda reportarle cualquier puesto en la Administración. Lejos quedó su enmarañada historia para que pudieran aprender de los errores del pasado –ni se ocuparon en leer algunas de las páginas que la han conformado-; sólo les guía un afán ardiente de formar parte de un conglomerado de atrevidos e inútiles elementos, que sólo buscan asirse al poder para medrar y garantizar su futuro. La vida ya es bastante ruin con los menesterosos y obreros que dan el cayo cada día para salir a flote; pero estos hábiles conquistadores de las mentes poco cultivadas, no se paran a pensar en el bienestar de los demás, sólo se contemplan prestos al poder, caiga quien caiga, con tal de subir ellos en el escalafón de la política. La mayoría, nunca llegó a saborear el sacrificio, ni brotó de sus cuerpos una gota de sudor, que los haga merecedores de ocupar el más ínfimo puesto de dirigentes políticos. Son los enanos de los emprendimientos laborales y sumamente hábiles para ir subiendo peldaños dentro de sus propios partidos políticos, aunque para ello, tengan que apoyarse o echar la zancadilla a algún que otro compañero. Han perdido el estilo de la competencia leal y avanzan sin méritos propios por el camino ascendente de la política hacia la meta final del poder corrupto. A centenares se cuentan los lechones, que pululan en cada partido, ávidos de conquistar mejores pastos o de compartir otros comederos que les lleve a engordar su ambición. Algunos se podrán contar con los dedos de una mano, que alcanzando el poder, dejen huella de su honestidad o los deseos claros de servir a los demás miembros de la comunidad a la que representan. De toda la vida: el poder social engendra la riqueza, pero en estos momentos, cuando la democracia se ha deteriorado tanto, es: cuando más palpablemente se notan las influencias ejercidas en todos los aspectos de la vida empresarial y al topar con algún político enmascarado en la Administración, la dicotomía prevalece para alcanzar las autorizaciones que pongan en marcha cualquier tipo de emprendimiento. El poder de las distintas administraciones estatales, ha llegado a tan alto encumbramiento, que todas las actuaciones de los particulares emprendedores se ven afectadas muy sensiblemente por sus prebendas o autorizaciones. No deja de ser mediocre la actividad que llevan a cabo estos elementos cuando alcanzan ciertos cargos en los Ayuntamientos, las Diputaciones, los Ministerios o en algunos de los estamentos, que tienen alguna representación legal o administrativa en el Estado; pues casi siempre se valen de sus despachos y de sus instalaciones para hacer uso indebido de ellos y ejercitar sus propios contactos y actuaciones, encaminadas en su propio provecho o para limitar coaccionando –en ocasiones- a otros, que nunca fueron adictos a sus propias inclinaciones. Muchos de éstos elementos, que empezaron pegando papeles por las esquinas, para hacer méritos dentro de sus propio partido, hoy se encuentran de Diputados, Senadores, Alcaldes y hasta de Presidentes de algún partido y no digamos los sueldos que han llegado a ponerse, causando en muchas ocasiones la ruina de la propia entidad que ocupan o dirigen. Es muy lamentable, que estos enanos de valores cívicos, se vean laureados y enriquecidos a costa del pueblo llano, que nunca cometió otro error, que el de creer en la democracia. Como consecuencia de los desmanes cometidos por la inmensa mayoría de estos oportunistas la situación social de las clases medias había llegado a tanta penuria, que la pobreza se extendió como un reguero de pólvora por toda la Naci, llegando a afectar a más de dos millones y medio de familias y a una juventud preparada, que tuvo que emigrar a otros países vecinos, al no encontrar un puesto de trabajo, que pudiese vislumbrarle un poco de porvenir a su futuro. Mientras tanto la clase política –en sus retos por alcanzar el poder- sólo estaba ocupada en conseguir mayor número de adeptos o militantes, olvidando claramente en ocuparse del bienestar del pueblo llano o en tratar de aunar esfuerzos encaminados a conseguir consensos, que pudieran llevarnos a alcanzar una mayor prosperidad. Todo se estaba dislocando de tal forma, que la mayoría de los españoles estaban tan cansados de los políticos de turno, que muchos de ellos echaban de menos la antigua dictadura franquista, con lo que ello representaba para la falta de libertades para un pueblo que había estado tan sometido durante tanto tiempo; pero la situación había llegado a un límite tal, que algunos militares se revelaron nuevamente contra el poder establecido, como consecuencia del malestar general y de algunos brotes fuertes de separatismo y la multitud de huelgas, que se habían organizado por parte de dos de los principales sindicatos, que hubo un nuevo y fecundo alzamiento militar, que aunque se sabía era latente, nadie se lo esperaba. Al filo de la última legislatura del Sr. Rajoy y cuando el país estaba en su último día de reflexión; las fuerzas armadas ocuparon los ministerios, los centros claves de los medios de divulgación y todos aquellos centros que pudieran tener algún resorte de eficacia o apoyo para consolidar el golpe de estado. Parece ser que la cabeza visible de todo ello estaba comandada por los tres principales generales de tierra, mar y aires; aunque posteriormente se pudo saber, que al frente de todos estaba el propio rey. Desde los primeros momentos, muchos de los políticos más conocidos y especialmente los cabezas visibles de los distintos partidos pusieron pié en polvorosa voluntariamente, quizás temiendo la quema que se les avecinaba o tal vez para dar rienda suelta a sus conciencias, que en definitiva venía ser como la penitencia auto impuesta por no haber sido capaces de cumplir con sus obligaciones anteriores, cuando tenían el poder en sus manos. El pueblo llano, cansado de tantos abusos, como se habían cometido anteriormente, se adhirió unánime al golpe de estado y la transición fue totalmente normal y sin graves deterioros físicos, ni personales. El pueblo llano, más bien enmudeció ante tales acontecimientos y rápidamente volvió a la normalidad de sus tareas cotidianas. El rey arropado por las tres fuerzas armadas, fue desde entonces la cabeza visible del nuevo estado, que se había organizado en torno a su figura. Antes se decía, que el rey reina, pero no gobierna, más desde entonces: el rey reinaba y gobernaba a la vez. En un breve espacio de tiempo de tres meses el congreso de los Diputados estaba nuevamente organizado, con la representación de un diputado por cada provincia y uno más por cada localidad que tuviese más de cien mil habitantes. Las Diputaciones y el Senado fueron eliminados y fueron los propios Ayuntamientos los encargados de rendir y administrar sus propias cuentas ante la Hacienda Pública, que pasó a ser dirigida por un subsecretario del Ministerio del Interior. La enseñanza pasó a ser gratuita hasta la mayoría de edad y quedó en manos de otra subsecretaría, al igual que la sanidad pública, que era gratuita para todos, así como las medicinas y la asistencia social a la tercera edad, estos organismos dependientes también del Ministerio del Interior, al igual que las fuerzas armadas y de orden público. Establecieron un sueldo máximo de 36.000 € anuales para los altos cargos –jefe de estado, ministros y los tres máximos jefes de los tres ejércitos-, de 25.000 € para los ministros; de 20.000 € para los catedráticos, jefes de hospitales y subsecretarios de los diversos ministerios; de 15.000 € para jefes provinciales de distintos ministerios, fuerzas armadas y delegados de estamentos provinciales; de 12.000 € para los diputados ( asignándoles una tarjeta especial para el uso de trenes, aviones, restaurante y hoteles) siempre justificados en clase turista, tres estrellas, dos tenedores .siempre que el gasto no superase los 50 euros al día; se estableció un sueldo anual de 15.000 € para la clase laboral como encargado o especialista y de 12.000 € para cualquier trabajador de 40 horas semanales. Se creó en cada capital con más de 100.000 habitantes un economato estatal, cuyos precios tendrían un descuento del 40% y del 50% para las familias numerosas de 5 miembros, cuando sólo uno estuviese activo laboralmente. Todos los miembros pertenecientes a la Administración, estarían obligados a presentar una declaración completa de sus bienes y la de sus familiares más cercanos y en caso de apropiación indebida, cohecho o malversación de fondos públicos, tendrían que responder con todos sus bienes y los de sus familiares. Los emprendedores, estarían obligados a presentar un estudio de viabilidad de sus emprendimientos antes una entidad bancaria, que estaría obligada a encauzar sus empresas y a financiarlas durante el primer año, con un bajo interés del más 1% Euribor.
Comentario
muy lindo
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
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