HABLÓ EL MAESTRO

[Ilse Marina CEBALLOS]

Por Marina Ceballos

…Nadie se explicaba, que hacía Madeleine, encerrada en la vieja y misteriosa cueva esférica construida en cal y cáñamo, de la empinada y lejana montaña. Envuelta en extrañas nubes movedizas y custodiada por espíritus de otra dimensión-. Deseaba conocer a profundidad su guía; silueta en el espejo, ella, implacable consigo misma, -rasgos dementes, prisioneros en su imaginación.- Sosiegos anárquicos, le persiguen y expulsa del subconsciente, desechos electrónicos de su cerebro. Pensamientos [desbaratados],-mirada sombría…, a veces neurótica. -Noches de insomnio [kafkianas],-sufre desintoxicación cerebral-… Serenamente, -ángeles y poetas- de otra dimensión aparecen. En reflexión profunda, pasaba el tiempo controla sus pequeños –espaciales y alienados mininos-- se -transfiguraban- en libros de su biblioteca, los ojeaban, le dictaban, a través de sus –ronroneos maullidos- y hasta se escuchaban [sublimes coros]. En meditación, entró en profundo encuentro con su guía; -Mi señor-, ante tu presencia, me inclino con fervor, -me has sacado del aislamiento-, al darme, agujas de lápices para cocer, una a una, las letras plasmadas en lácteo papel, prensado al aro de bordar. Notas escritas como mariposas vuelan de alegría en la -majestuosa montaña-. Al anochecer, luminosas e intermitentes luciérnagas, embellecen el espacio del misterioso [ulular de los búhos] . Culmina el final del texto, -partituras musicales-, [danzan los –mininos]- al ruido de los árboles y recitó a las hojas caídas;
[…Hojas secas, al caer,
las plantas de mis pies.
Disfrutan del placer…]
…Pausadamente, acompañado por jerarcas superiores de otras dimensiones, [apareció el maestro], de mística presencia y simplicidad andante, con su túnica brillante y larga cabellera, le habló a ella: --he venido a darte sabiduría-, [busca, en lo más profundo de tu ser] y, encontraras la verdad; [-solamente el Amor puede comprender el Amor-] -en tu firmamento mental-, -lo hallarás-… -Sigue mis huellas- y, entenderás el propósito de la existencia humana, mantén la calma e iluminaré tu camino, -entrega tu ego y alcanzaras la liberación-… tus ojos en- penumbras- buscaran, [-el tercer sentido-], inspiración suprema, en el reino de tu mente encontrarás los -tesoros de la sabiduría-… [Ella siguió sus huellas].., caminaba solitariamente en peregrinación, encuentros con fantasmas del pasado; -los sustentó de amor-, y avanzó con ellos en armonía. De nuevo la presencia se hizo visible ante ella; [abre la puerta de tu corazón y escucha el silencio], -los sabios- te esperan en el [OM, infinito]…así habló El Maestro.

Tovar Mérida Venezuela
21/12/2021

[Elias Antonio Almada]