ESTE PORTAL SE MANTIENE CON LA COLABORACIÓN VOLUNTARIA DE POETAS DE BUENA FE
HOMENAJE A MILTON ZÁRATE, poeta
Milton Zárate nació en Barva de Heredia, costa Rica, el 18 de mayor de 1956. En el 2009, un día de tantos, pidió a su esposa que fueran en colectivo al hospital de Heredia, aún vivía en Barva, pues se sentía mal, luego de que el doctor lo viese y no hiciese gran cosa, de camino de regreso en el transporte colectivo murió de un segundo ataque cardiaco. Ha publicado varios libros de poesía: entre ellos ORDEN VENCIDO, 1983, LA SOMBRA VIGILANTE, 1985, ambos con la Editorial Costa Rica, CONFESIONES DEL OLVIDO, EDUCA, 1991, Premio Latinoamericano de Poesía, Valle Inclán, 1990; ELEGÍA PARA MORIR, Edit. C. R. 1991; AL FINAL DE LA MEMORIA (PREMIO EDITORIAL COSTA RICA 1990 y Premio Nacional de Poesía Aquileo Echeverría 1991). LA LUZ ELEGIDA (E.C.R. 1995) poemario sobre el Vía Crucis. En ese mismo año su libro EL ESPEJO INICIAL mereció el reconocimiento de libro finalista en el XV Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística, libro que versa sobre el Génesis; LA EXTENSA HUÍDA (E.C.R., Premio Nal. Aquileo Echeverría 1999), año en el cual tuve el honor de ser jurado de dicha premiación. Posteriormente publicó AÚN DESDE LA LLUVIA, E.C.R., 2003, que versa sobre el tema de la maternidad, y del cual compartiré un poema. Dejó varios libros inéditos, recuerdo uno que participó en el Concurso Sor Juana Inés de la Cruz, donde fue finalista con el apoyo de dos jurados foráneos, los otros dos costarricenses aliados al secretario de la embajada (suegro del premiado) decidieron dárselo a otro poeta con un trabajo considerado menor, por pura componenda, que luego fue denunciada, de tal manera que la Embajada de México, organizador del concurso, en adelante decidió no usar jurados de nuestro propio país. “En todo lado, se cuecen habas”. El libro de Milton fue recomendado para publicación, pero ésta no la autorizó el autor pues no quiso salir del anonimato.
Milton tuvo el honor de representar a nuestro país en un encuentro de escritores latinoamericanos reunidos en Jerusalem y otras ciudades israelitas, en agosto 1994.
Fue miembro activo de la Asociación de Autores de Obras Literarias, Artísticas y CientÍficas de Costa Rica, habiendo ocupado varios puestos directivos. También perteneció al Círculo de Poetas Costarricenses y al Movimiento Literario de Perspectiva Trascendentalista. Fue técnico en Ciencias Médicas, laboró durante casi toda su vida en el Hospital San Juan de Dios, pues su segundo gran amor fue el Banco de Sangre. Le sobreviven dos hijos.
LA LLAMADA
Mi madre es un rocío quemándose
despacio.
El alba lo sabe,
y tiende aromas de rayo que no cesa nunca
de reunirnos.
Por eso cada sombra posee
su propia incertidumbre
más allá de su voz.
Más allá de toda lejanía,
hay ángeles que pueblan
de sonidos la memoria;
el dolor es un rato retrato
de la noche y su música,
la madre lo sabe y calla…
Sus manos recogen todas las claridades
de la tierra
en donde las cosas doblan
su pasión,
y eligen al pájaro en una señal de luna
en su regazo.
Ella desde los años llama.
Su cuerpo es ahora el eclipse total
que se avecina,
repleta de nombre, pero sólo el mío
es suficiente deseo
en sus labios, para darle al día
la más absoluta existencia.
Ella repite entre los dientes
la primera palabra azul del nacimiento,
viste a la autora de premoniciones,
y escoge también desde su sombra
mi camino,
arcilla sublevada,
lámpara inmune,
ceniza plural que encierra el corazón,
lágrima hecha destello
en las entrañas.
Porque más alá del amor
está su amor,
la cifra absoluta de mi cuerpo,
hora de mi nombre selecto
que en sus ojos aguarda.
Del libro AÚN DESDE LA LLUVIA
Editorial Costa Rica, 2003
LA EXTENSA HUÍDA
Todo ha quedado tan lejos…
El recodo, la espuma
que tantas veces solíamos juntar
en soledades.
Te sentías prisionera en mi sonmbra,
rocío ligero
que las madrugadas tientan
con finísimos destellos.
La casa tendida en los rizomas,
el viento, su latido constante,
techo de ansias,
ventanas dándole vacío
nocturno a los sueños.
Y los hijos, Amada,
cayendo como sombras vencidas
por el día,
moneditas azules
que subían del gozo
a sus cansados cuerpos.
Ellos fijaron nuestros rostros
hacia una misma lámpara.
Vinieron a la sangre
desde inocentes profecías.
Ahora respiran los silencios
más escondidos.
Y cómo explicarles que la noche
tiene
un final en cada estrella,
los árboles no tienen límite
en la claridad del cielo,
y el dolor
es un ángel transfigurado
en nuestras manos,
agua sin destino.
Sólo hay una extensa huída
desde todo lo amado.
En los labios queda un mar
bebiéndonos lentamente,
volviéndonos sed
y lejanía,
el recuerdo ya crea
su sola memoria.
Todo en el corazón tiene
una puerta escondida
por donde huyen los sueños,
pájaros volátiles
entre el paisaje terrestre
que el aire imita.
Todo ha quedado tan lejos…
El río abandona al mar
con su pulsera de sales,
la noche muere también,
vieja sombra
que lleva a la memoria el instinto
del ansia y su ceniza.
Del libro LA EXTENSA HUÍDA,
Editorial Costa Rica, 1999.
…Cada noche abres la ventana. Y cada noche en tu calendario pasa otra noche.
Sientes cómo los ojos se te van haciendo más y más grandes y la venta más y más pequeña. Sientes que el tamaño de la ventana antes te parecía inmenso, pero ahora son tus ojos los que se han hecho inmensos y la ventana pequeña.
Te llega el Asombro, ese señor luminoso, que no tiene forma y habla con luz, en lugar de hablar con palabras. El Asombro se apodera de todos los rincones de tu cuarto, de todos los rincones de tus ojos, de todas las puertas de tu mirada. De tu poeta.
Como tus ojos han crecido y tu mirada se ha vuelto lámpara curiosa que va de aquí para allá por tu cuarto, la ventana se ha hecho más pequeña. Eso sucede. Entonces comienzas a quitar las paredes para aprender, dónde está el norte, el sur, el este, el oeste; o bien, para descubrir el este, el oeste, el norte y el sur, según la lámpara de tu mirada vaya haciendo crecer la llama del Asombro y crezca en tu corazón, al mismo tiempo, el cuerpo de la belleza.
Cuando hayas quitado las paredes de tu cuarto y la ventana sea pequeña y tus ojos, muy grandes, entonces abres el techo y miras cómo cae la Noche sobre tus ojos. Cae como una sábana tibia aplanchada por el viento. La Noche te cubre, t arropa, te tranquiliza para que no tengas miedo a la oscuridad.
Comienza ahora el camino del sueño: la extensa huída.
Tú estás despierto todavía, Milton Zárate, porque tu tarea es crecer como crecen los Árboles. Los Árboles empiezan temprano a llenarse de lluvia, o de nieve, o de sol, pero ya de noche crecen con la Luna cuando caen sobre la tierra las Semillas de las Estrellas y los abonan en secreto. Sólo tú sabes. Lo sabes porque al amanecer brillan sus hojas con un color húmedo entre el verde y el plata, y también lo sabes porque se han hecho grandes. Sólo tú lo sabes, poeta.
Ahora sólo tienes que esperar el Milagro. Tienes que esperar el momento en que ya no exista la puerta de la casa para salir afuera a construir tu mundo, a crear nuevos techos, nuevas paredes, nuevas ventanas, para que otros seres sean como tú, libres, y aprendan como tú, a salir y entrar de sus casas. Como tú, libres, limpios, con el libro preferido bajo el brazo…
Palabras de Jorge Charpentier, Premio Nacional de Cultura Magón, poeta también, sobre Milton Zárate en su prólogo a LA EXTENSA HUÍDA.
Recopilado por Ronald Bonilla.
Comentario
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ESCRITOR DISTINGUIDO Comentario de Ronald Bonilla Carvajal el octubre 5, 2011 a las 12:38am -
Maigualida, gracias, qué dicha que pasaste a conocer este amigo, se que está disfrutando esta conexión. Abrazos.
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ESCRITOR DISTINGUIDO Comentario de Ronald Bonilla Carvajal el octubre 5, 2011 a las 12:37am -
Con gusto, María Escalante, abrazos.
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Comentario de Maigualida Pérez González el octubre 4, 2011 a las 3:51pm
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Gracias Ronald por darnos a conocer a tan ilustre poeta, es una pena que haya partido tan pronto, pero sus letras siempre vivirán en corazones como el tuyo y...los nuestros. Besos,
Maigualida
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Comentario de María C. escalante el octubre 4, 2011 a las 11:54am
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Me alegra mucho que me presentaras este poeta y estos poemas.Gracias .
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ESCRITOR DISTINGUIDO Comentario de Ronald Bonilla Carvajal el octubre 2, 2011 a las 7:37pm -
Así es Ana María, un poeta fuera de serie. Gracias por tu paso por estas letras. Abrazos
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Comentario de ANA MARÍA HERNÁEZ el octubre 2, 2011 a las 3:39pm
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TE FELICITO AMIGO POR TU APORTE Y QUE BUEN POETA DEBIÓ SER SI ESTO ES SÓLO UNA MUESTRA TEIENE MUCHO VALOR LITERARIO
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ESCRITOR DISTINGUIDO Comentario de Ronald Bonilla Carvajal el octubre 1, 2011 a las 7:36pm -
Gracias, María Alejandra, por esta visita por estos poemas, sí, realmente es un poeta profundo, reflexivo pero también emotivo: no por ello descuidó la pureza del lenguaje poético, en otros libros brilla su expresión mística. Abrazos.
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Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
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