Prosigo el homenaje a la poeta Narcisa Castro quien nos dejó, al menos físicamente, este 19 de agosto, con un poema de su libro LA ÚLTIMA HORA DE LA DISTANCIA, le agrego además el poema 7 DE MARZO que escribiera el joven poeta PABLO NARVAL dedicado a ella, pues ambos cum´plían años en la misma fecha, habían nacido en el mismo hospital, y eran amigos desde los talleres del Círculo de Poetas Costarricenses. Uno de esos cumpleaños decidieron pasar todo el día juntos, entre poemas, cafés, sus cigarros de ella, sus coloquios, la ternura de su amistad. Y de ahí nació el poema de este joven talentoso que ya tiene tres libros inéditos, y me ayuda con la dirección del taller literario POEISIS.
LAS CIUDADES DEL INSOMNIO
Autora: Narcisa Castro Arguedas
Tomá esta sonrisa
de mis soledades,
la lumbre suelta en el poema
y los cantos vencidos
inexplicablemente
en estas aceras desnudas
de la mañana,
que desnuda estoy
respondiendo las perezosas
preguntas de la noche.
Sí, amaneciendo
en tu apacible sombra
de pan y poesía.
Tomá este gesto
ceñido en todas las costumbres
del fuego,
de la lluvia
y de tantos y tantos mares
que se nos escapan.
Hoy parto mordida de abandonos,
descalza,
así desarropada
en todas las ciudades del insomnio.
Vení a beberte la lluvia,
todos los domingos amarrados
en mis azares
y no me veás desde ahí
donde el pecado es tan solo
otro augurio
y mi sonrisa el austero milagro
de todos los abrazos.
Y este es el poema del joven Pablo Narval:
SIETE DE MARZO
A Narcisa Castro
“Porque narcisamente se crearon la tierra y el poema”
Todo quedó en la mesa compartido:
Los cigarros de mil transparencia,
los café desbordando su locura negra,
las voces desprendidas
por una o dos soledades.
Así fuimos construyendo
los columpios perfectos de la hora,
nada existía,
solo tú y yo
y la mesa que ocupaba nuestro amor.
¡Qué día el de ayer!
Perfecto para atisbar las sombras soñadas,
Para escalar los sempiternos aguaceros
Que a la mitad de la ventana nos besaban.
Se organizó como una furia la vida;
tu hijo dormía nuestro dolor,
nos reíamos de tanta claridad en el segundo,
qué distinto el respiro de marzo en nuestras bocas,
pero la soledad es la misma
y nos detuvo en aquella mesa
a conjurar el vacío.
Narcisa, nacimos el mismo día,
en el mismo hospital azul.
El siete de marzo nos devuelve
lo que siempre miramos para siempre:
el mantel deshabitado de la ausencia.
Este poema es tuyo;
no lo silencies…
al final de la vida
es lo único que respira.
7 de marzo 2007
PABLO NARVAL
Comentario
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
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