NUEVA ORTOGRAFÍA

[Vicente Antonio Vásquez Bonilla]

Vicente Antonio Vásquez Bonilla

 

 

—Vos Laýne, vos que sos más estudiado que yo, decime. Es cierto que ya no se dice “v de vaca”, sino “uve”. ¿Es cierto o son babosadas?

—Es cierto, Victorio. Así lo dispuso la Real Academia Española y está normado en la más reciente gramática.

—Yo no estoy de acuerdo con eso, vos.

—Bueno, algunos países no están de acuerdo con esa y otras disposiciones —le respondió mientras miraba a Victorio, como quien dice «y vos quién sos para que te tomen parecer»—. Pero decime, ¿y vos por qué no estás de acuerdo?

—Porque creo que esa disposición puede dar lugar a equivocaciones; si no aquí, en otros lugares.

—A ver, Victorio, barájamela más despacio —una risita de incredulidad afloraba en sus labios—. ¿Por qué decís eso?

—Bueno, porque la “v” chica o la “b” larga depende del tamaño de la hembra del toro, lo que puede dar lugar a equivocaciones. Como te dije, si no aquí, en otros lugares o a otras personas.

Laýne rió con ganas.

—Vos Toyo, ahora sólo falta que me digás que si la hembra es chica se escribe con “v” y si es grande, se escribe con “b” —reía divertido—.  ¡Esa es una solemne tontería!

—No creas, mano —le respondió Victorio, viéndolo a los ojos con un dejo de burla—, ahorita te saco de la ignorancia.

—Explicame, pues —contestó Laýne, algo molesto; ya su amigo lo estaba sacando de sus casillas.

—Es fácil —«ya lo tengo en el bolsillo, pensó, Victorio»—. Sólo es cuestión de sentido común.

—¿…?

—Decime, aunque te parezca adivinanza —vio a Laýne con sorna—: ¿Qué es lo que se le achiquita a la consorte del toro, cuando crece?

—No lo sé —vio a Victorio con seriedad—. Decímelo de una vez y dejá de estar jugando con mi paciencia.

—Pues lo que se le achiquita al crecer —vio a Laýne con una mirada de autosuficiencia o de burla—, es la letra inicial. Si la hembra es joven se escribe con “b” larga y si es grande se escribe con “v” corta. De becerra pasa a vaca. ¡Decime que no!

—Pues así —«me embaucaste, cabrón»—, ¡pues sí!