Sarcófagos Invertidos

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Sarcófagos Invertidos

Duele la impotencia,

ese gigante gusano que se mete en la memoria,

bajo la piel,

fabricando túneles inmensos,

socavando la estabilidad de los pies descalzos.

Descalzos ante las rutas que bordean la vida,

y la risa que comparte la ruin hipocresía.

Esa impotencia de no poder cristalizar la bondad

en corazones huecos.

Débiles corazones de roca

maltrechos de amores ciertos,

descansados de no hacer lo que dicta la conciencia.

Si es que hay conciencia ante el basto camino,

ante las carencias del bosque

de pieles sedientas de una cuota mínima de afecto,

donde se escuchan los gritos de estómagos vacíos,

una cuota que se cuele por el pecho de la inocencia.

Cuento lacras, lagrimones, caras mocosas,

y la enredadera de la impotencia

ata los jardines de mis huesos

en sarcófagos invertidos de amor.

 

Carmen Amaralis Vega Olivencia

www.carmenamaralis-vega.com/

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Muchas gracias Críspulo por su presencia en mis versos, la valoro mucho, bendiciones, Amaralis

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Muchas gracias mi querida Miriam Inés, eres una fiel amiga y te lo agradezco con el alma, bendiciones, Amaralis

[Miriam Inés Bocchio]

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Ronald, muchas gracias por comentar mi poema con tanta sabiduría, gracias mil, bendiciones, Amaralis

[Ronald Bonilla Carvajal]

Bello poema ante una cruda realidad que, desgraciadamente, también abunda en los corazones de mucha gente, abrazos

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Mab, amiga querida, que hermoso DESTACADO, has diseñado, GRACIAS, bendiciones, Amaralis

[Carmen Amaralis Vega Olivencia]

Muchas gracias Carmen, cuando escribo siempre es un arranque emotivo, no me detengo a pensar en cómo serán o resultarán las metáforas, pero si gustan mi corazón da un salto de júbilo, amiga, gracias por tus palabras, Amaralis

[Carmen Hertmann López]

Me encanto y jugue con metaforas que seguro no son tuyas para sentirlas mis

FELICITACIONES MIL BESOS