TRES POETAS COSTARRICENSES
Cristian Alfredo Solera nace en San José en 1975. Reside San Rafael de Heredia desde niño. Actualmente es profesor de literatura, graduado de la Universidad Nacional.
TiEne publicados los libros de poesía Traficante de Auroras (Fundación Intercultural de Comunicación, 1999) Itinerario Nocturno de tu voz (Líneas Grises, 2ooo) Ceniza (Láser de Centroamérica, 2003) Tú no sabes nada de la ausencia (Láser de Centroamérica 2004), La piel Imaginada (Editorial Costa Rica, 2008) Criaturas alucinadas y otros poemas que mienten, Editorial UCR, 2011.
Es miembro del Círculo de Poetas Costarricenses y participó durante muchos años en sus talleres.
Recientemente ha sido galardonado con el Primer Premio Lisímaco Chavarria en la ciudad de San Ramón de Alajuela,2011, con su serie de poemas IMPOSTERGABLEMENTE LA LLUVIA, de donde extraemos este poema:
Amanecer de Santiago
Me sobran todas las cosas,
el periódico viejo que aún releo con descaro,
la mañana repetida y la testarudez de este obituario
que revolotea con insistencia en mi garganta
despintado con sudor.
Me sobra el ángel triste que fue de la guarda,
el partido de fútbol, la tarde y el domingo
y una traslúcida cantina hecha pedazos
por quedarse en el papel.
Me sobra San Rafael, el pan, las manos heridas,
la campana minúscula del viejo parque,
la lluvia y la mejenga
y ese trampolín donde pude robarme
la sangre y los sueños.
Me sobran vocativos, legiones y demonios
y un corazón que vigila
cada mañana violenta de lunes
este espacio más próximo a tus besos
que aún se pierden lentamente ante mis ojos,
mucho menos que la duda,
mucho menos que nada ...
Rodrigo Zúñiga, ,nacido en 1982 en Guápiles, Limón, participa del taller literario POEISIS. Es profesor de inglés y bachiller en Psicología. Tiene dos libros inéditos: Si es que el tiempo existe y Luciérnagas Imposibles.
Reiterada niebla
La mirada, la mejilla, el beso,
el bolso habrán de callar
la ceniza incierta, profunda, inmensa
de mis aullidos y naufragios.
La noche, la nota, el piso,
el bullicioso frío serán sólo
un silencio atestiguando olvidos
y más y más silencios.
Que la risa, el verso, la blusa
guarden estas soledades.
Que el abrazo, ¡el abrazo! aguarde
entre las palabras y sus piedras
atropelladas por esas rendijas
que tiene la luz.
¡Que la noche
sabe más que yo de cielos!
Seguiré doliendo de silencio,
de calle, milagro.
Seguiré invocando más la ausencia,
el olvido…, ¡tu voz!
Será un asidero la excusa atenta
de reír un rato entre la niebla,
sin correr su dosel.
Aunque se agriete la luz
y me siga confundiendo su cicatriz,
que busque agolparte más
contra mis latidos ya deshechos.
Asumo el dolor, el ruido, la herida,
y apelo a la revolución
de saberte fingida a mi lado…
¡Pero nunca sabrás
esta reiterada niebla que te esconde!
LUCÍA ALFARO ARAYA, San José. Tiene estudios en administración de empresas. Después de incursionar en el campo de la pequeña empresa, se emplea en labores administrativas en la Universidad de Costa Rica. Hace cuatro años ingresa a la carrera de filología española en esa misma universidad, camino a uno de sus más anhelados sueños.
Durante toda su vida ha sentido pasión por la poesía y durante seis años asiste a los talleres literarios del Círculo de Poetas Costarricenses, y se siente muy agradecida con las enseñanzas de los maestros Laureano Albán y Ronald Bonilla, quien es ahora su compañero de vida. Obtuvo mención honorífica con la serie de poemas Inevitable Huída en el Certamen Lisímaco Chavarría, 2007, cuyo compendio se publicó un año después. Nocturno de Presagios (2010, EUNED) es su primer poemario, y en él le canto al amor desde el presentimiento hasta su consumación. Desde la ausencia hasta el júbilo primero. Desde la duda hasta el éxtasis. Conserva inédito Vocación de Herida, un trabajo poético de indudable compromiso con la niñez desamparada, en riesgo social o agredida. Actualmente pertenece al Grupo Literario Poeisis y participa activamente en sus talleres. Está escribiendo cuentos y ha iniciado una novela.
El siguiente poema pertenece a su NOCTURNO DE PRESAGIOS
TRASTOCADA DE TI
Me desordeno, amor, me desordeno,
cuando voy en tu boca demorada…
Carilda Oliver
Me desordenas
y amanezco tan plena,
tan tuya,
tan ajena de mí
y de mis contornos;
con ese aroma
a café recién chorreado
humeando entre tus muslos.
Soy campo de batalla
mientras la sábana
compite con tus dedos:
carboncillos ingrávidos
ruboreando mi cuello,
mi cintura, mi pubis,
mis íngrimas crecientes;
y me gobiernas
adverbio inexcusable
en el arrodillado
grito de tu cuerpo.
Oh eslabón del cielo,
que en el cielo me toca
y me trastoca,
cruzada fervorosa
franqueando en pleno
mis montañas.
Me desordenas toda,
tan esperado,
tan mío,
tan preciso.
LUCÍA ALFARO
De su libro NOCTURNO DE PRESAGIOS,
Editorial de la UNED, 2010.
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
CUADRO DE HONOR
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