Viernes de Bohemia 16 de Sep. 2011

[DR.RANSES BENJAMIN DIAZ BELLIARD]

 

 

Un velo muy fino arropa la ciudad de Santo Domingo hoy. Un velo que impidió que a tempranas horas empezáramos a freírnos. Esta preciosa mi ciudad, el color verde de las hojas de los árboles brillan con más fulgor; el termitero luce sus mejores galas en su indetenible avance por ganar el cielo; el Viejo Rey de Crinejas Doradas recargas sus baterías y nos muestra su poder de luminotécnico; el vetusto Eolo acaricia suavemente la cabellera de los árboles, cual abuelo sempiterno sentado en un parque acariciando las testas de sus nietas; diminutas mariposas amarillas revolotean entre las hojas. Esta ciudad luce apacible. Casi mansa, cual ninfa a la orilla del río, desperezándose lentamente, como queriendo que nunca llegue el comienzo del día. Todo está en calma. Thor, de juerga dos noches atrás, dejó de espartarnos los sueños… Tan sólo uno que otro motorizado cobrador se nos avecina, cual terrible corsario ingles, para quitarnos el aliento. ¿Y los políticos? Síííííí… no hagamos ruidos, que no se nos vayan a despertar. Con los cobradores, los banqueros y los locos al volante por ahora nos bastan…

Un arcabuz del siglo XIV, donado por el Imperio del Sol Naciente se ha perdido. Todo luce que hizo metamorfosis, le crecieron alas o piernas, y fue a para a los brazos de una cuneta de la Avenida Las América, tal vez se pasó de tragos o tal vez, el muy inocente, quiso jugarnos una broma, y salió por ahí a dar una vuelta. Se cansó de yacer en su cama de madera y su mosquitero de cristal o de que le mirase cada día tanta gente. O tal vez, huyendo de la mala suerte (todos sabemos que el fucú del Gran Almirante, El Innombrable, no es cosa de juego) puso pie en polvorosa, y partió raudo y veloz del Faro dedicado al ‘’Gran Descubridor’’ de esta América; o tal vez, digo tal vez, haya escuchado en los oscuro laberinto, del Faro aquel, alguna confidencia indiscreta que daba cuenta de que El Descubridor tuviese intenciones de volver a un quinto viaje para seguir descubriéndonos y el celoso samurai se fue a proteger a Las Americas. No sé. Que suerte tuvimos que esa solariega pieza nipona de un millón de dólares fuese encontrada dormida placidamente, sin que nadie la notase, en una cuneta de la Avenida Las América de esta ultramarina ciudad de Santo Domingo…

Bueno mis queridos Tainos Locos Bohemios, recién ha pasado la conmemoración del fatídico echo neoyorquino del 11 de septiembre. Septiembre mes terrible se llevó de La Moneda a Allende entre sus garra. La tristeza y la pena se nos llevó al huracán Neruda y Adolfo Hitler enterró sus garras de acero sobre Polonia. Y yo, en este septiembre, tan frutal, tan pluvial y fluvial, tan sólo quiero encallar manso y pacifico en un río solitario del sur caribeño, acicalado con unas chancletas de hule, con mis ‘’bolos’’, franela de hoyitos desmangada, un sobrero cana: recostado en una hamaca, mientras una piel juvenil me protege del frío y me hace pasar a una mejor vida… ¡ja!

Cae la tarde
Gota a gota
las horas como la lluvia
van cayendo
y los suspiros frente a mi ventana
y miles de los recuerdos
y cada sonrisa que me diste al pasar
Todo he visto caer esta tarde lluviosa
Las huellas de tus besos
tus quejidos de amor en la cama
el paisaje de caricias
en tu cuerpo
ese quiero más
que encendía mis adentro
y esa boca complacida
y volátil como mariposa
Pero nada importa esta tarde
a pesar de la sombra
de aquellos recuerdos
las gotas de lluvias
siguen cayendo
atropelladas al suelo
al igual que las horas de estar sin ti…Ransés 4:49 PM
Lunes 24 de agosto del verano del 2009