Y LLEGÓ EL DÍA DE LA PRESENTACIÓN DE MI LIBRO.
Fue en la Feria del Libro, por la mañana, antes de mediodía y por invitación de su presidente Carmen Amaralis, nuestra compañera del portal UHE. “La revalorización de la mística es una característica epocal. También la recualificación de la mujer y su rol en la historia. Este libro habla de once mujeres medievales, pero lo que dice de ellas nos deja fascinados en el descubrimiento de que su historia podía haberse escrito de las mujeres del Siglo XXI”, dice la hermana Yolanda Lourenço, profesora de Literatura y Lic. en Ciencias Sagradas, superiora de la Orden La Virgen Niña, residente en nuestra Buenos Aires. Estos tres valores enunciados son abordados en mi libro. Y el subtítulo nos da la clave para el comentario: exaltación de la mujer, del conocimiento místico y el reconocimiento de que hay mujeres en la historia y en la de la iglesia que avanzaron sobre el pensamiento de su época. Primero, voy a decirles que la tapa es creación del arquitecto argentino, residente en la provincia de Tucumán y hermano de mi comunidad Convivencia con Dios, que ha creado el padre Alberto Ibáñez Padilla, recientemente trasladado a la Casa del Señor y a quien valoramos. La figura es un dibujo de Hildegarda de Bingen, la iniciadora de esta historia relatada. Significa la creación: Dios, los arcángeles, los ángeles, el hombre se insertan en ella al lado de las estrellas. Los retratos de las 11 místicas investigadas están por debajo. La completud es el resultado. El libro contiene un capítulo sobre la vida y obra de San Benito, cuya existencia les hace posible a estas mujeres su desplazamiento. Luego está Hildegarda con su talento infinito y también se explican los beguinatos a través de la vida de Haydewich de Amberes. Sigue la flamenca Beatriz de Nazareth y místicas sajonas Santa Matilde de Magdeburgo, Santa Gertrudis la Grande y Hroswitha de Gandersheim. Si incluyen las místicas italianas: Santa Catalina de Siena y San Ángela de Foligno y finalmente, están las mística de Francia e iNglaterra Margarita de Oing, Margarita Porete, Santa Juliana de Norwich. El libro cuenta con un Estudio preliminar desde donde exponen las razones de abordar en la posmodernidad las bondades de la mística y la vida de esta mujeres excelsas y un Epílogo que tiene tres partes: Escribir es un mandato del Espíritu; La Libertad y la Verdad Y Lo Femenino como develamiento Sagrado de Cristo.
Para ilustrar leí el capítulo de Margarita Porete que trascribo. La ponencia tuvo repercusiones inauditas. El alcalde de Mayagüez, me dijo al día siguiente cuando compartí su mesa en un almuerzo que nos ofreció en la Alcaldía: “Que Dios te conserve ese talento que te dio y nos admires muchas veces más”. Y académicas puertorriqueñas manifestaron su deseo que vaya a su cátedra pues iban a darles a sus alumnos el libro para su lectura y análisis. Pura alegría y agradecimiento.
Me precedió en la ponencia Lydia Pistagnessi, quien habló de la mujer golpeada y del niño maltratado con gran éxito. Tuvo la deferencia de ser breve para dejarme lugar.
MARGARITA PORETE
El titulo original del libro que la llevó nada menos que a la muerte es “El espejo de las almas simples aniquiladas y que sólo habitan (o se demoran) en la voluntad y el deseo del Amor”, pero se tradujo al latín como Speculum Simplicium Animarum y al castellano como “El espejo de las Almas Simples”. La autora es Margarita Porete, una beguina nacida a mediados del Siglo XIII, sin duda en Valenciennes, en la región Hainaut, Francia. A Margarita se la conoce como una religiosa muy sabia y culta que expresó su misticismo en varios libros, de los cuales el más conocido es este espejo donde volcó aseveraciones que le costaron la vida. Se conoció su autoría recién en 1946: a causa de su prohibición, circulaba por el mundo como de autor anónimo.
Tras la partida de Hildegardis en 1179, muchas mujeres se destacaron en el ambito del pensamiento como Matilde de Magdeburgo, Haydewich de Amberes, Heilwige Bloemart; éstas dos últimas también beguinas : una corriente religiosa que frecuentaban muchas mujeres que vivían en los “Beguinages” o beguinatos y podían también vivir en su casa particular o en ermitas, dedicándose a labores sociales tales como ayudar a los pobres, curar a los enfermos, ocuparse de la limpieza, el orden y el economato en hospitales y hospicios y otros menesteres similares.
Sin embargo, siendo escritoras, ellas no exaltaban en su obra al mundo exterior, sino que hablaban de la relación de su alma con Dios. Así, sus textos son altamente subjetivos.
El protagonista de sus obras es Amour o Minne, personaje que encarnaba Dios y entablaba diálogos con el alma de la autora, ya sea tratando las creencias del cristianismo o bien evocando detalles de la intimidad de la escritora: la esperanza, las frustraciones, la plenitud, los temores y tristezas. Contrariu sensu a lo que aconteció con Hildegarda, quien tenía plena inmunidad para opinar, decir o profetizar, estas mujeres del Siglo XIII, presentan un alma que gime, sumida en la angustia al mismo tiempo que se apasiona por el Amor de Dios o la necesidad de estar inmersa en el Alma Divina.
Generalmente, para la comunicación, usaban mitos populares o los creaban ellas, y éstos contrariaban la doctrina cristiana y la cátara. Por ejemplo ellas creían en otra vida en la que nadie es condenado y manifestaban la búsqueda de una armonía en este mundo: una concepción muy alejada de esas dos doctrinas. Sin embargo, todos sus escritos están plenos de una belleza especial, emanada precisamente de esta vulnerabilidad.
Margarita habla en su libro del alma simple que se une a Dios y no tiene otra voluntad que la suya. Lo escribió en francés antiguo, se tradujo al latín y a otras lenguas y tuvo amplia difusión. Sus diálogos entre el Amor, la Virtud y el Alma se acercan al amor cortés que era popular en la época y la presenta al lector como una autora culta y sofisticada.
Aunque la mayor parte del libro sigue un argumento racional, ella insinúa que se debe dejar todo, incluso la razón para llegar a Dios. “El alma aniquilada” es la que abandonó todo excepto a Dios. Escribe con un lenguaje plenamente erótico en antagonía con usos nihilistas, a los que agrega a su texto, siempre dentro del ámbito espiritual. Lo que se encuentra en su libro es una verdad existencial que sin negar los mitos, valora la ley interior que late en cada individuo. Margarita, en extremo mística, usa un lenguaje provocativo, reclamando una forma nueva de percibir y aprehender el Reino de Dios. Y es esta postura la que molesta a la jerarquía de la Iglesia Católica que tomará sus represalias.
Escribe pasajes líricos de los que sale y a los que vuelve; lleva las paradojas más allá de lo previsible. Por ejemplo, utiliza imágenes del Fedro de Platón, y de “El Banquete” del mismo autor quien afirma un paralelismo sobre el origen y nacimiento del Amor, para él hijo de la Abundancia y la Pobreza. Conforme a las ideas de Margarita Porete el bien y el mal, el todo y la nada, la infinita necesidad y la infinita abundancia se tocan, se fusionan en un punto. Y ella no sólo enuncia las paradojas sino que las demuestra siguiendo el modo dialéctico. En su obra Miroir, el alma se despide de las virtudes porque está anulada en la nada divida: ella y Dios son Uno. Otra de sus afirmaciones es que existe una Iglesia Grande y otra Iglesia Pequeña. La primera establece la unión de las almas libres que aman a Dios y es la que juzga a la Iglesia Pequeña que supone la unión de los cristianos en la vida terrenal. Con esta definición que esgrime desde el comienzo de su obra, la autora presenta un desafío, una antonomia entre la Razón y el Amor. Esta no es otra que una fantasía. Un mito que la va a llevar al peor de los castigos que imparten los humanos: el 1º de junio de 1310, frente al Hotel De Ville, en París ella y su libro El Espejo ardieron en las llamas de una hoguera. El Inquisidor General de la Santa Madre Iglesia, el dominico Guillermo de París la ve por fin calcinarse junto al libro impío que escribiera esa mujer hereje, esa bruja que desde 1308, detenida por el Obispo de Cambrai, hasta el día de su muerte no pronunció palabra. Antes, había sido perseguida por Los Caballeros Templarios y el Obispo de Chalons a quien ella presentó el libro para que lo juzgara, la consideró hereje y mandó quemar su libro en 1306. No obstante la obra perduró al ser traducida a varias lenguas y siguió circulando en el tiempo de forma anónima.
El silencio es el lenguaje de las almas libres frente a la barbarie del fundamentalismo. Margarita Porete transitó un camino independiente, cultivó un pensamiento libre, entendió que la Búsqueda de Dios es la búsqueda de la libertad. Y se atormentó con la lucha del alma incompleta que busca un sentido a su existencia. Luchó con el corazón, el que puso en sus palabras y vio, serena, como su cuerpo dejaba ver a trasluz la limpieza de su esencia aunada a Dios, para siempre. El argumento de su libro es el amor y su desdicha, la búsqueda de lo inasible, y era tanta su luz que debió ser destruido con su autora por quienes no entienden el mensaje del Amor Supremo y por eso lo aniquilan. Ella no se inmutó. Lo había anticipado.
Vilma Lilia Osella
Comentario
VILMA
FELICITACIONES POR TUS LOGROS
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
CUADRO DE HONOR
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