AMOR EN EL PARAÍSO
Autora: Iris Girón Riveros
Amaneció deslumbrante el día. El sol esplendoroso me invitó a salir. Cogí mi sombrilla y salí muy contenta, para disfrutar de un espacio más sereno, tranquilo y de verdor.
Habría avanzado unos doscientos metros de la ciudad al campo, cuando me encontré entre arbustos, flores y arboledas de frescor y aroma.
De pronto se dejaron escuchar bellos gorjeos y melodías, a cual más deliciosos y sonoros, que competían entre sí, dándome la bienvenida. (Eso me decía para sentirme aún más contenta).
Seguí avanzado buscando un tronco para sentarme y descansar.
Mientras me acomodaba, oí un levísimo y tenue crujir de ramas en un árbol.
Levanté la vista, y ¡oh qué maravilla!. Una bella ave emitiendo gorjeos, abría sus alas cual abanico de pureza, porque era blanco e impresionante el color de sus coberteras.
Daba salto tras salto sobre una rama, para impresionar a una admirada pajarilla que escondida muy cerca de él se encontraba.
Él recogía una rama, una hoja, un fruto y entregaba a la feliz avecilla, poniéndolos a sus pies. Luego, emitiendo bellos gorjeos, se retiraba para traerle más ofrendas. Y entre regalo y regalo, se lucía con una esplendorosa danza de cortejo, a fin de impresionarla más.
La bella musa de aquel entusiasmado pajarillo, estaba observando atenta sobre una rama, feliz y orgullosa, por todo el arte y la destreza que desplegaba su galán, para seducirla.
No quise hacer ruido para no quebrar ese momento idílico de dos aves enamoradas.
Casi estáticamente, giré mi cabeza buscando a la bella dulcinea del paraíso. Mis ojos, se entornaron aún más, al contemplar la multicolor belleza de esa pequeña criatura del edén.
Convencida y feliz de las muestras de predilección por ella, ésta bajó a la rama donde estaba el galán y abriendo sus bellas alas, lo acarició, acurrucándose a su lado. Eso demostraba su complacencia.
Con pasos suaves y muy despacito, me retiré de allí.
Me dije entonces meditando al caminar de regreso, que ese trovar tan cautivador de dos aves enamoradas, es lo que los humanos decimos que se llama amor. En este caso diré, qué delicado y galante es el amor de las Aves del Paraíso.
LIMA –PERÚ
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Hermosos pensamientos en un cuento breve y brillante, Me es de gran gusto leerte.
Rafael.-
Querida Ma. Adiela:
Si hay personas que llegan a calar en nuestros sentimientos,
no importa la lejanía, son seres con una alta sensibilidad
y comprensión que te regalan generosamente
momentos de alegría y felicidad.
Así eres tú mi distinguida Ma.Adiela,
desde que tuve el honor de conocerte,
solo bondades me has brindado.
Muchas gracias por Destacar mi narración.
¡ CORDIALES ABRAZOS !
Iris, que belleza a escrito y que mucha verdad dices, amiga, te felicito, Amaralis
¡Qué aprendizaje nos da la Naturaleza en su existir, tan natural, tan fresco, tan limpio! Iris, le has puesto alas y canto al amor humano comparándolo con las aves.
Felicitaciones y saludos.
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
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