- Si tu cerebro se ha vuelto demasiado cómo es probable que envejezca antes de tiempo. Márcale nuevas costumbres y ganará en agilidad y rapidez.
El ser humano es “animal de costumbres” y las necesita para sentirse seguro, sobre todo de niños pero de alguna manera también en la etapa adulta. Sin embargo, hacer las cosas siempre de idéntica forma, a la misma hora y con la misma gente no sólo puede provocar , a la larga, un gran desánimo en nosotros sino que también en nuestro cerebro, que se instala en la comodidad.
La mente necesita que se le ponga a prueba de vez en cuando. Por eso, las repeticiones continuas no le sientan nada bien.
DESAFÍA TU MENTE
El cerebro aprende y se activa con cada pequeño esfuerzo que le pides. De ahí que convenga que, de vez en cuando, le sometas a ciertos cambios “controlados”.
Los siguientes son sólo unos ejemplos de como modificar ciertas rutinas y poner a prueba la mente.
- Cambia tus itinerarios. Cuando tengas que desplazarte a algún destino habitual, modifica la ruta que sueles realizar. No sólo te servirá para mejorar tu sentido de la orientación sino también para que el cerebro no esté en ese momento “en automático” y eches mano de la lógica.
- Memoriza la lista de la compra. Es posible que las primeras veces algún artículo pero si eres constante en poco tiempo habrás logrado acostumbrarte y tu memoria habrá mejorado como nunca creíste que ocurriría.
- Comienza a vestirte “a la inversa”. Está comprobado que la mayoría de personas seguimos el mismo orden a la hora de vestirnos. Elige un día para invertirlo y, si por ejemplo sueles ponerte los calcetines y primer lugar, dedícate primero a la parte superior del cuerpo y deja los pies para el último momento.
- Lávate los dientes con la mano contraria. Te aseguramos que es más fácil decirlo que hacerlo, pero así fuerzas a tus neuronas a realizar un trabajo de manera muy diferente a como están acostumbradas. Puedes probar a realizar varias actividades con la mano no dominante (escribir, por ejemplo).
- Lee un libro y, cuando lo hayas acabado, repite el guión al revés. Es decir, cuéntate lo ocurrido pero empezando por el final y “retrocediendo” los acontecimientos hasta llegar al comienzo de la historia, a la primera hoja de la obra.
- Coloca el reloj en la muñeca contraria. ¿Cuantas veces lo has mirado y al cabo de unos segundos lo has vuelto a mirar por que no recordabas la hora? Seguramente muchas. Y ocurre porque realizas ese gesto de forma mecánica y poco consciente. Resuelvelo dejando el reloj todo un día en el brazo contrario al que sueles llevarlo. Lograrás captar la atención de tu mente.
Artículo extraído de la Revista Las Claves para Rejuvenecer Tu Cerebro