SOLSTICIO DE INVIERNO

[AZUCENA CABALLERO HERRERA]

Solsticio de invierno

Sabemos que el solsticio de invierno corresponde al instante en que la posición del sol en el cielo se encuentra a la mayor distancia angular negativa del ecuador celeste. Dependiendo de la correspondencia con el calendario, el evento del solsticio de invierno tiene lugar entre el 20 y el 23 de diciembre todos los años en el hemisferio norte, y entre el 20 y el 23 de junio en el hemisferio sur.

Nos corresponde entonces en el mes de junio conmemorar este importante cambio de estación donde comienza el clima frío y da lugar a la temporada de las lluvias, de las cuales depende que los sembradíos puedan germinar y crecer para cosechar posteriormente gran parte de los alimentos necesarios a la vida de los seres humanos como también la de los animales.

En el mundo se celebra de diferentes maneras y tradiciones este trascendental evento Las interpretaciones que las diversas culturas dan al solsticio ya sea de verano o de invierno, son variadas. Por ejemplo, el invierno es un término subjetivo, por lo que no está científicamente establecido el principio o la mitad de un invierno, pero el solsticio de invierno, sí está claramente calculado con exactitud. Basado en el solsticio de invierno, se ha celebrado por distintas culturas el renacimiento del año en lo que se refiere a la vida-muerte-renacimiento de las deidades o nuevos comienzos, como en la fiesta escocesa de Hogmanay, una tradición de Año Nuevo de limpieza. La inversión es otro tema habitual, como en las de La Saturnalia de esclavo y maestro y viceversa.

Pero queridos lectores, en nuestra zona se celebra el We Tripantu, siendo we tripantu: ‘nuevo año’; 'nueva salida del sol', en idioma mapuche. Es la celebración del año nuevo mapuche que se realiza entre el 21 de junio y el 24 de junio en el calendario gregoriano. Conforma la noche más larga del año y el momento en que el sol recupera su fuerza y la tierra comienza a renacer. La celebración consiste en velar en familia durante la noche, esperando el amanecer. Al aparecer el sol se le da la bienvenida y se practica un baño ritual en un río.

Los romanos celebraban el Festival del sol invictus; Sol Invictus (‘el sol invicto’), o más ampliamente, Deus Sol Invictus (‘el dios sol invicto’) fue un título religioso aplicado al menos a tres divinidades más tarde durante el Imperio romano durante el Siglo III: El Gabal; Mithras y al Sol.

Un festival del nacimiento del Sol Inconquistado era celebrada por los romanos el 25 de diciembre. En este respecto, el primer día después de los seis días del estancamiento solar (aparente) del solsticio de invierno, la duración de la primera luz del día comienza a aumentar, como el sol, una vez más, y la salida del sol inicia su movimiento hacia el Norte, lo que era interpretada como el «renacimiento» del sol. El mitraísmo, religión mistérica expandida con los legionarios por todo el imperio romano, vino a extender este culto. Con la creciente popularidad del cristianismo, Jesús de Nazaret vino a darse mucho antes del reconocimiento dado a un dios sol, con lo que se incluye a Cristo en la tradición. Esto fue más tarde condenado por la Iglesia Católica por la no asociación de Cristo con prácticas paganas.

Por otra parte, los poetas y artistas han tomado las palabras ‘solsticio de invierno’ a menudo en sus obras, ya sea como símbolo o como título a sus creaciones por lo curioso y poético de este vocablo, han pintado cuadros y han escrito poemas o han titulado sus libros. Transcribo esta estrofa de la poetisa Pat-Car “Hay un rincón del solsticio de invierno/donde una nube solitaria llora/y mi pincel púrpura dibuja sus besos/entre lloviznas de nostalgias…”. Hasta el martes.

Publicado hoy junio/30/2015 en mi columna de Diario 'El Trabajo'

[Elias Antonio Almada]

[AZUCENA CABALLERO HERRERA]

Gracias querido Elías Antonio. Eres muy amable.

Azucena

[Miriam Inés Bocchio]

[AZUCENA CABALLERO HERRERA]

Gracias por tu visita querida Miriam Inés

Abrazos

Azucena