“No entiendo, el porqué…”…

Creación del omnipotente.

Corazón blando del alma llanera.

Tierra de gracia.

Mineral precioso de nombre Venezuela.…

Vicente Antonio Vásquez Bonilla

Amelia, siempre devota admiradora de la Virgen María, la que tanto veneran los creyentes católicos, soñaba con ser pura como ella, quién; a pesar de ser esposa de San José y madre de su glorioso hijo Jesús, se conservó pura y sin mancha por toda su vida.

Pero Amelia, mujer de este siglo, en dónde iba a conseguir un comprensible esposo que le diera el derecho a que la llamaran “doña”, pero sin tocarla; santos de esa naturaleza ya no se consiguen,…

He dejado de ser neutra

Mis manos ya no se aferran

Ni mis ojos quieren alcanzar

La lejanía…

VIVIMOS EN UN MUNDO DIFERENTE

Vivimos en un mundo diferente,

lleno de angustias y preocupación,

donde casi se pierde la visión

de la ruta a seguir, en el presente.

 …

El bote y su remo, solos.

La noche se solaza con los tibios amantes

y la línea sombreada de sus cuerpos

que apenas la brisa hace suyos.

Sí, la noche es parte de este lúdico enroscarse

del abrazo imprevisto.

Nadie vigila como la luna extraviada,

nadie nos…

Trovas meridianas . .

A

Testimonio adolescente

eres mi novia…

Siento emanaciones de salitre

Eambién las hay de incienso iglesia

Y emerger desde el fondo…

MALDICIÓN

Dijo Bolívar:…

NO SE LOGRA LA PERFECCIÓN

Lo que importa es decir lo que se siente

y más cuando es cosecha de la entraña,

regada con el agua que se baña,

el alma que es creativa y diligente.

 …

Amotinados

Vamos por la vida

Creyendo que la hoguera no se enciende

Aunque veamos como explota al más leve suspiro…

ASI COMO ES DE LIBRE EL PENSAMIENTO

 …

Soy la oveja negra

De un rebaño familiar

Que no entiende de…

Soneto Lipograma sin la “i”

.

.

El cerebro desaguado…

Soneto lipograma sin la “O”

El plumaje del Maizal

empina disimulada…

Al Hades, al Hades,

como antes a mis brazos

vas remando certera entre la luna y el tiempo.

Y el cancerbero ciego que te observa,

perro fiel que mira al viento deslizar su mano

entre tus faldas frías,

¿acaso sabe que una vez amaste

como si todo fuese nuevo en un juguete?

Las ganas de adorarte se cruzaban

con la suerte de mis viejos grilletes,

te incendiaba el ansia de mis venas,

pululabas…

Dime qué hacer con tanta incertidumbre

con las noches que me saben a disparos

y me hacen vagar por los pasillos

en…