“Andamiajes del poema y la utilidad del arte”
Disertación en la graduación de Arquitectos, EUNED. 2016
Buenos días, jóvenes estudiantes, docentes que nos acompañan.
Hablar del poema, hablar del arte, para muchos puede significar hablar de lo inefable, es decir, lo que está más allá de los textos, de las palabras, de las formas, de los sonidos, lo que nos deja la experiencia de asistir con conciencia al encuentro con el arte. Y eso es una paradoja.
La profesión que ustedes han elegido, es sin duda, profesión, oficio, pero a su vez, está considerado un arte, dicen que es el quinto arte, en una vieja clasificación. Sin embargo, tanto río ha corrido debajo de los puentes que algunos de los arquitectos e ingenieros han construido, que la utilidad del arte, de las otras artes, sobre todo las temporales, ha quedado en entredicho. Pues una pintura, ustedes cuando ejerzan, la colocarán en una pared prevista para ese efecto, y pensaremos que una de las utilidades del cuadro será la decoración. Pero todos sabemos que si hay comunicación con el vidente y una comunicación profunda, hay otras implicaciones, que nos cuesta llamar utilitarias, porque en realidad son más que eso.
Pero vamos al poema, me han entregado una motivación para seguir mi lucha, (referencia aL Premio Nacional de Cultura Magón que acababa de recibir) aunque mi necesidad de expresarme mediante el mismo lenguaje aprendido y aprehendido, mi vocación de dar poemas a los demás, iba a seguir mientras tenga la mente preclara y el entusiasmo que tengo ahora, después de 50 años de haber publicado mi primer poema en un medio de comunicación. Y de haber ingresado al Círculo de Poetas Costarricenses, al lado de chicos y chicas que me llevaban entre 12 y 8 años: Jorge Debravo, Laureano Albán, Julieta Dobles, Alfonso Chase, Rodrigo Quirós. Y muchos otros.
Vengo a hablar del poema, de esa sustancia que parece inefable y sin embargo se cuece con palabras: la poesía. Pero más que ella, el poema, que es la nueva entelequia que se instala cuando es escrita y se reinstala cuando es leída o escuchada. No olvidemos que toda la literatura, la poiesis, proviene primero de un largo ejercicio secular de la oralidad. Para los griegos POIESIS era fábrica, artilugio para hacer, construir, fabricar algo. De ahí que estamos, los arquitectos y los poetas, de alguna manera, en el mismo ámbito semántico. De fábrica, pasó a fabricación de la palabra nueva, al establecerse en sus asociaciones nuevas formas de relacionarse. Decía Lorca que poesía es aquello que junta palabras que no hubiésemos imaginado juntas, es decir: la metáfora o asociación inusitada, para los nuevos tiempos.
Por eso, no fue extraño ver a mi colega José Ma. Zonta, en el XII Festival de Poesía de Granada, realizando con otros poetas y con la gente una fábrica de poemas. Sale poema – decía –cuando alguien terminaba su composición, y pasaban a leérselo a alguien que pasara por allí. Y no es extraño que a esto y a lo que yo hice en la misma Granada, Nicaragua, un taller de poesía con jóvenes y adultos, se llame taller. Porque la entelequia escrita es susceptible de sufrir variaciones, de mejorarse, se pueden eliminar sobrantes, cosas explicativas o muy dichas, se pueden sugerir otras palabras e imágenes que se incorporen a un texto, se pueden añadir elementos como reiteraciones, anáforas, sinestesias. Pero no sigamos con esas palabras, algunos las recuerdan del colegio, otros piensan que son palabrejas de filólogos pedantes. Pero no, así como hay técnicas para reparar un paraguas, un automóvil, hay técnicas para hacer y para reparar un poema, que por impericia puede nacer sin un brazo, sin un silencio estrictamente necesario. Un arquitecto colega podría, al ver un proyecto, sugerirle al realizador de los planos, otra forma de atender un espacio.
Hablando de silencios, ustedes han oído decir que la música se compone de sonidos y silencios, si no existiese el silencio, no pudiésemos apreciar el sonido de una armonía. Pasa parecido en el poema, el poema más que decir, debe sugerir. Es más importante lo que el lector imagina a partir de las palabras que los conceptos allí emitidos. Pero el concepto es necesario al poema. Por eso, hemos de decir que hay una utilidad en el poema, es... ¿cómo decirlo?, como otra forma de pensar, de reflexionar, de dar ideas, y se usa, más que la razón y la lógica, la intuición que denominaremos trascendental. Más que concitar, sin embargo, al pensamiento, queremos tocar los corazones con la expresión del sentimiento. Pero ambas cosas son válidas en el poema: el pensar y el sentir. Es decir, comunicar pensamientos, sensaciones, emociones, sentimientos. De ahí podríamos derivar otra utilidad. Así que recordemos a Darío: Dichoso el árbol que es apenas sensitivo / y más la piedra dura porque esa ya no siente. Aunque nos hable de elementos de la naturaleza, que pueden convertirse en símbolos, nos habla con ideas, con conceptos: sensitivo: ya no siente. Porque no hay dolor más fuerte / que el dolor de estar vivo / ni mayor pesadumbre que la vida consciente”. Más conceptos: dolor, estar vivo, pesadumbre, consciencia.
Goethe, el gran poeta alemán dijo: Toda teoría es gris, amigo mío, pero verde es el dorado árbol de la vida. Es decir, contrapuso el concepto, la inteligencia, la lógica, la razón, a la vida, al amor, a la naturaleza.
Voy a decirles uno de mis poemas para ir aterrizando en la palabra que yo instauro, no la invento, hay en ella miles de intertextos entrecruzados que no son míos, pero en alguna medida, algunas relaciones quizá son nuevas, y de la manera en que aquí están acomodadas, es la primera vez que sucede, y eso es el milagro del poema.
Les leeré TESTIMONIOS DE LA PIEDRA, de mi libro Sed de otras piedras (EUNED)
Vemos en este poema que hay conceptos: testimonio, Dios, academias, soledad, olvido, memoria, la nada, sueño, instante.
Pero también palabras utilizadas con valor simbólico: piedra, fronda, caída, camino, espejo, soles, silencios, monasterios, silabarios, horizonte, muros, cicatriz, ríos, pero también, sueño, instante.
Y palabras que refieren a las cosas que denominan tan solo: dentífrico, niño, lavabo, formulario, psicóloga, líder, catarro, sida, farallones, lágrimas, pero también sueño, instante.
Pero lo más importante es que todo se une en lenguaje poético, metafórico: Abajo las lágrimas son /solo ríos inmisericordes / que renuncian a saciarse entre la nada”.
Y esta otra metáfora: la misma cicatriz llamada olvido, o esta: La memoria la pongo en el lugar del sueño.
Cómo acceder a esos significados que no son iguales a los del diccionario: no es como la música sinfónica, los sonidos van directo al sentimiento: los tonos bajos, los tonos altos, todo se confabula para dar un efecto sensorial y emotivo. No, en el poema, hay un primer acercamiento mental, la comprensión de los signos, de los significados individuales de cada palabra, pero para captar las asociaciones, parece ser que el mejor método no es el racional, es el acercamiento a la magia como cuando vemos un paisaje, o escuchamos esa melodía que nos llega de lejos. Es la captación intuitiva, emocional, de corazón a corazón. Este poema sólo es válido cuando se comunica, y aunque sea polisémico, es decir unos sintieron una cosa y otros otra, unos entendieron que es un poema de soledad y otros que es un poema filosófico sobre el tiempo, y otro pensó que es un poema de metalenguaje, es decir, que habla del mismo poema, todos tienen razón. Con todos los que así pensaron, se comunicó el poema, es decir, se comunicó este poeta, este hombre, que no es diferente a vosotros, solo que tiene, cumple el don, es decir, la dádiva del arte. Cuando ustedes hagan un mausoleo, una fuente con jardines, una residencia para un artesano o para un rey, no pensarán solo en su comodidad, ni solo en los materiales que se pueden usar, de acuerdo a costos y beneficios, ambiente y luz, pensarán que están entregando algo preciado de sí mismos a los demás; un poco del corazón, del sentimiento, ojalá afloren en ustedes los pensamientos más nobles y bondadosos.
Pero ojo, a veces el poeta es oscuro. ¿Y para qué ha servir un mensaje de oscuridad?
Pero antes de hablar de este tema, les diré otro poema luminoso del mismo libro:
ORACIÓN POR LA MAÑANA
¿Y por qué tanto Dios? Me preguntaron en una entrevista…Y les dije yo no tengo seguridad de la existencia de Dios fuera de nosotros, pero tengo dos pequeñas certezas: que existe el concepto creado por el hombre, y es un concepto muy bello, en tanto no lo ensuciemos con sectarismos, como lo han ensuciado las religiones organizadas por el hombre, con guerras, con crueldad, con asesinatos, cómplices del hambre y la ignorancia. Y la otra certeza, que sí mora dentro de mí mismo, y que yo soy solo una célula de un organismo mayor, que es toda la vida. Así mi Dios puede estar para mí en una concepción panteísta, holística. Y no solo estética, como dijo Vargas Vila: yo sería deísta por esteta, como soy ateo por razón. Yo les digo: soy deísta por sentimiento, como soy agnóstico por razón.
Pero no todos mis poemas tienen un acercamiento místico a la poesía, a veces proclamo a los poetas como los insurrectos, insumisos ateos, a veces utilizo a dios en minúscula, porque es el dios que anda en la boca de todos para mancharnos con la intolerancia y el desamor.
Les leeré POLEN DESPRENDIDO, poema de un libro inédito que he llamado Los últimos cuervos,
POLEN DESPRENDIDO
Ese otro sentimiento existencialista nos comunica con los momentos de poca luz, de ver las desigualdades, los desequilibrios sociales, y de comprender al artista como un ser de luz, pero revestido de harapos.
Les leeré un poema de mi libro Apuntes para un grafiti.
HAY QUE NACER, NACER
HAY QUE NACER, NACER
Hay que nacer de nuevo
para recoger el cielo de la fruta,
o su botón de sed o tus pezones.
Hay que nacer, hay que nacer
para saber de la sustancia intangible del amor.
Hay que empujar a la matriz
para nacer al viento.
Hay que nacer, hay que nacer
como si volviésemos a naufragar entre la lágrima,
ya sin la carga del pasado
tornándose destino:
aquí de pronto, sólo olvido te pertenece.
¡Sal de tu sangre a recorrer el sendero!
Hay que morir, hay que morir.
Después tus palabras
inventadas un viernes a ciegas
contra el mundo.
Hay que morir, hay que nacer,
saber hacia dónde,
sed del murciélago invertido
se desdobla en la espalda;
te levantas de los últimos sillones,
te pones los zapatos,
te urden hilachas, la sonrisa,
ese decir te quiero
cuando la noche obliga.
Hay que nacer de todo y contra todo
u por todo y hacia el silencio póstumo
del que revierte en canciones el secreto:
Todo está en tu frente como un ojo avizor
ante el abismo.
Yo seguiré cantando aunque estas huellas
de pronto se borren en invierno.
Hay que morir…morir…no ser,
escupir sin mancha,
socorrer sin nada a cambio,
oler la rosa equidistante que prepara tu abrazo,
bautizar los hijos quizá como conjuro.
Hay que dormir, dormir, soñar,
ser el anciano que está empezando a caminar,
con sus anteojos, sus muletas,
su licorcito escondido, sus metáforas,
su cicuta perfecta, su camino de luces
para volver a nacer cuando recoja
las últimas cosechas del olvido.
La oscuridad y la luz conforman una dicotomía, son los ejes de una dualidad que vive en nosotros, un poema cuando está lleno de luz, lo percibimos porque tiene sombras, tiene contrastes. Un poema cuando es oscuro, no porque no pueda interpretarse, sino porque sus símbolos nos arrastran a un abismo insondable, a la cárcel, a la guerra, al odio, solo puede ser útil, si deja asomarse entre sus signos, un hálito, un pequeño resquicio de luz. Así hasta lo que hoy denominan Realismo sucio, cumple una función de luz, aunque esta tendencia la haya iniciado un hombre viviendo en el alcoholismo en la ciudad más sórdida del mundo, andando con prostitutas y escupiendo con el alcohol hendido entre sus fauces. Claro, que a veces, sale tan poca luz en las iluminaciones de un orate, que al percibirlo, nos devuelve la luz que nosotros, simples lectores, no hemos perdido. Por eso, fueron importantes los poetas malditos: ellos hicieron belleza con el más cruel de los instantes del hombre. Por eso, son benévolos los mensajes del dolor vallejiano: porque nos ayudan a comprender ese dolor, la depresión, la verdadera melancolía, cuya etimología nos remite a la negra hiel, humor maligno. “Yo no sufro este dolor como César Vallejo”.
Pero también a veces la poesía ironiza, hace chistes, es cruel, se burla y pone en boca del deforme la más hermosa verdad, la que al menos parece por ahora una verdad. Recuerden o lean la novela Abbadón el exterminador de Ernesto Sábato. Yo en tanto les leeré un poema coloquial, quiere decir que parece una conversación, no un canto como otros que he leído (se leyeron solo algunos fragmentos):
HOJA DE AFILIACIÓN
Soy uno más
de los poetas de esta ciudad
y me atasco en medio de sus colas y salientes
también escupo
con el alcohol hendido para festejar
sus paredes sus ruinas
también vivo signado o perseguido
invento suturas axiomas
que rinden ganancias o sufrimientos.
Soy uno más que ya se acaba
con su olor y su garrapata
con el tranvía soterrado
entre su tienda de aparatos inservibles
alguien que enterró su mediodía.
Soy un poeta más
a veces flaco
a veces gordo depende del tiempo
o el espacio en que decido amar
a una poeta más
soy su fantasma cavilando
debajo del sol y de tantas lluvias
con sus charquitos subiendo a los ruedos
miserables.
Cuando llego a la alcoba pongo cosas
tiro pantalones saco papeles
con cifras y palabras
me engañan los descuidos
me tropiezan los zapatos y sus abandonos
hiervo la sopa o los frijoles
me rindo ante los versos
y prendo mecanismos
soy el botón que flota entre la ropa sucia.
Hace tiempo decidí ser tu oído sordo
por eso me repites
lo mismo cinco veces.
Es absurdo salir a la calle a la cantina
atisbar como loco donde viven
esas amigas
las que huelen a cigarros conclusos
desteñidos.
Es absurdo quedarse en casa
con el trasterío aún sin lavar
con pinkfloid en el cuarto más cercano
con la telenovela en nuestra alcoba
y con la refri descompuesta.
Por eso soy
uno más de los poetas incendiarios
uno que casi fue maldito
sí anodino renco ruin
uno con bigotes
con poemas para cada ocasión
con su holocausto
su camisa de besos indelebles
sin su nombre solo.
Uno más en busca de poetas
que la noche estiren
que hablen de poetas y de putas
de libros películas canciones
y del fango de bertoltbrecht de fútbol
de la lotería que no compramos
que invoquen brujas
hagan cartas astrales ladren
orinen rían gesticulen
uno más en busca de poetas
que muerdan su propia oreja
se declaren en bancarrota
digan preferencias sexuales
hacinados llorosos
eufóricos o tímidos.
Y como uno más alucinado
Lúdico enfermizo
Empleo palabras como maje
Ecléctico contumaz cabrón.
También remedo los periódicos
que el viento empuja
cuando el carro del olvido va pitando.
A veces busco a las poetas
tristes locas notables
con secuelas de familias ortodoxas
divorciadas agresivas buenas
a unas amo otras me odian
todas se encasillan en su género
algunas me pervierten
se desnudan con la luz delgada
se hacen brasa no me exigen poemas
sino brazos penes
lenguas increíbles
otras hablan y hablan
del hombre que las rinde
las viola las culmina
las orgasmiza hasta caer de hinojos
otras son equidistantes algunas
no sabes si amarlas
o pedir perdón
ellas también están perdidas
como vos
y son tan ciudadanas
que no gritan no corren
se deslizan
ellas también son parte del concierto
adonde acudo con los poetas
tristes que las aman
a veces ángeles
demonios que engañaron a dios
por eso nunca caen.
De todos modos el fondo de la ciudad
nos alimenta a todos
nos carcome engulle contamina
es el claustro la basura indolente
la botella por donde entramos
somos salvos
nos perdonan la palabra
que tanto repetimos el tópico
en el poema ajeno la viga en el infierno
el cuervo que cegamos
antes de alimentar
la maña de dormir insomnios
las ganas de mujer ajena.
Soy uno más de los poetas que la ciudad
amamanta vende alquila
abarata exhibe
amplifica subvierte calla.
La calle de la amargura me da
chicas universitarias que rasgan con uñas
mis anteojos
mascan chicle entre cervezas
me majan la colita me chismean
se ofrecen por poemas instantáneos
“corrí a romper la pared con estos dientes,
quería besarte quizá morderte”.
Soy uno más de los malditos
perro azul querrá incluirme
en su nueva antología
y en áncora tal vez
trasluzcan estos anatemas.
Soy uno más estoy en deuda
aquí valoran el hálito hediondo
de la noche que amanece
y no trasciende.
Soy uno más de la ciudad
más nada un poeta furtivo
un bufón de la corte que se añade.
(Libro HOJA DE AFILIACIÓN Y OTROS CLICHÉS, EUNED)
Pero también ha de servir el poema para hacer homenajes, los hombres y las mujeres siempre queremos rendir honores a aquellos que nos han legado algo magnífico.
Conocen la literatura de los años cuarenta y cincuenta de Costa Rica. ¿Han oído hablar de Calufa, Fabián Dobles, Joaquín Gutiérrez, José Marín Cañas?, ¿o de ese personaje maravilloso de Juan Varela, recuerdan el autor? (se establece un pequeño diálogo con los libros que recuerdan algunos estudiantes de estos autores) ¿Y cuántos han oído hablar de Yolanda Oreamuno?, ¿cómo se llama su emblemática novela, totalmente diferente a lo que estaba de moda, que era el realismo social, escrito por los primeros que mencioné? (Se habla de La ruta de su evasión y del destino trágico de Yolanda y sus novelas perdidas) ¿Y quiénes han oído hablar o han leído algo de Eunice Odio?
Veamos el homenaje que hacen poemas míos a estas mujeres, emblemáticas, que debieron salir del país, huyendo de una sociedad tan patriarcalista y poco empática con la mujer creadora:
Tercer movimiento en clave de La Mayor Incertidumbre.
A Eunice Odio
Los tímidos centauros, Eunice,
los tritones acaso tristes
pasamos muchas veces preguntando
dónde están tus huesos malheridos,
buscamos por D.F. y San José,
por el golfo y las fronteras sumisas
de un poema surreal,
de una desbordada revelación
de andrajos y esmeraldas.
Eunice, tus cenizas
y el número de tu lápida inservible
fueron guardados por un amor no resuelto.
Tus palabras fueron traficadas,
se pusieron en cursiva
debajo de los cartelones que te celebraban.
Los elefantes que te mataron
en la diatriba diaria de los diarios serviles,
no sabían que también te asesinaba
la soledad de un verso
mientras se deshacía tu carne,
y el agua de la ducha se repetía
insistente en tu sueño. Nadie lo sabe.
Fuiste la poeta que no pudo competir
con la musa de tu pupila verde,
que no pudo al fin con la pregunta
indecible de tus ansias.
Solo la imaginaria estructura de tu belleza
será traída en ancas a la vida,
pendiendo de unos versos,
cuando la muerte se torne un torbellino
incapaz de someterte.
Noveno movimiento fuga en el rondó caprichoso.
A Yolanda Oreamuno
Andate, andate, Yolanda,
evadite, vete, sal de aquí,
no dejes que te impregnen de carroña,
no dejes que te manchen, que te pudran,
que deshagan tus huesos en la tinta.
Solo sé la entereza de tu desnudez
ante la aurora, imposible de amar
sino por el amor total.
Emprendé ya el camino de regreso.
Sé la vendimia, sé la sed, sé el aire del vino.
No van a enterrarte en la tumba que te roban,
no van a enterrarte: el aroma ineludible de la rosa
no cabe en su muerte ni muriendo.
Andate, andate, levantate.
Pero el poema sirve también para cantarle al amor, para acercarse a la mujer o al hombre que amamos y confesar nuestro amor, o para llorar el desamor, o para celebrar la unión, o para maldecir la ausencia.
Solo esta utilidad del poema sería suficiente, si nos permite conquistar a la persona que amamos, o que otros se enamoren con nuestros versos, o restaurar el corazón lastimado, hacer la catarsis, restañar las heridas, aliviar la saudade.
Veamos este ejemplo:
RINCÓN PARA DICIEMBRE
Después vino diciembre
con sus trenes resucitando
entre avenidas,
con sus payasos alertas entre la garúa,
prestidigitadores de la nada
zumbando como avispas
mientras nos confiscaban el salario.
Pero vos y yo estábamos
ya pertrechados
en un lecho de lentísimos pétalos,
mirando al pie de la montaña
las prístinas neblinas del amor.
Aprendiendo el arrebol de tanta cercanía,
leyendo poemas de Federico o Hernández,
o los propios estigmas
que imaginé contra el olvido.
Después vino diciembre.
El mapa borró mis antiguas distancias.
Tus besos devastaron a su paso
todas mis más lentas heridas,
infringiendo con sus lágrimas
las señales tardías de mi ocaso.
Y amé todo el sentido de tanta noche nueva,
los signos que dejamos en la arena
para que fuéramos de pronto pescadores
halando las redes incesantes de una vida
que al fin se nos devuelve,
inagotable.
Después diciembre fue el rincón
donde amanecer contigo es un ritual de sed
y canto para siempre.
Fue sólo este rincón.
Pero también es el poema, un arma para meditar, para captar el milagro de lo cotidiano, veamos el haiku, algunos de mi autoria, de un libro en preparación. También preparo la Antología del haiku costarricense. (Se explica qué es y cuál es la estrutura y características del haiku).
Lectura de haiku
Color del claustro:
la oruga al quebrantarse
riega la luz.
….
Mirad la noche:
hay tanta luz en ella
que nos dormimos.
La ropa tiende
además de las telas
amaneceres.
Si son poemas
por qué se desvanecen
como la aurora.
Dije un poema
y el viento que pasaba
cantó conmigo.
Y a mis montañas,
si en mi balcón te espero
le crecen nieblas.
Nace una flor
en este cementerio
y huele a camino.
…
El papalote
pierde su libertad
a su regreso.
…
Revena todo,
hasta la mala hierba
de los caminos.
Luces avanzan,
sinuosa sed del tren
tiembla en la noche.
…
Y los que viajan
sueñan que ya regresan
a sus hogares.
…
Trepida lento
y lento nos arranca
la lejanía.
De pronto el fuego
que se encendió en el bosque
cae en tus ojos.
Un elefante
también puede soñar
atado a un hilo.
Un niño llora,
su silencio en la acera
está descalzo.
Pero también sirve para protestar, para luchar por la paz, para hacer consciencia sobre las injusticias y la guerra, y sobre el poder utilizado para el mal. Les leeré u poema inédito, de mi libro homónimo, publicado en 2019 por la EUNED.
RECURSO DE AMPARO
Vengo a interponer, señor,
este recurso.
Hace noches y días,
en los solsticios y equinoccios,
cuando el viento ulula por entre las paredes
y desde los marasmos
que se devuelven en poniente,
cuando la luna sangra inesperada
y el sol se hace un ovillo inquieto
que no podemos mirar,
en el eclipse, ante el abismo,
y cuando tomamos un libro
para leer los versos que dejara olvidados
un caminante en el destierro,
cuando platicamos con animales pequeños
que visitan el jardín
o que aprisionamos
en nuestras cerradas viviendas,
hace tiempos, lo digo,
cuando las estaciones
se cansan de reiterar sus costumbres,
y cuando llueve sobre los ventanales
que miran la indigencia de las calles
al pie de las montañas,
por donde no pasa siquiera el borracho
de la esquina.
Hace, como digo, señor Juez,
ante tanta soledad
y tanta algarabía de los desconocidos,
que me pienso en poemas y poemas,
que no escapo a la metáfora indudable,
que invento símiles
que dan vuelta y vuelta al llavín de la locura,
que fabulo y confabulo, improviso,
invento el quicio, el resquicio y los rescoldos,
pongo en las imágenes el margen dorado del olvido,
amo y desamo, ato y desato,
sueño y entresueño
para que no se desangren los caminos.
Y por eso, porque las ciudades
tengan solo explosiones de fraternidad,
y el campo solo frutas y semillas
para que el amor revene,
interpongo esta querella que me salve
y nos salve
de la ignominia del mundo del dinero.
Este andrajo de fe,
este recurso de amparo del poema.
O puede ser para hacer conciencia sobre el problema del medio ambiente, de la ecología, del calentamiento global. Etc. Veamos éste que se basa en el famoso texto lorquiano, pero con un mensaje diferente, lejos de ser tan solo lúdico, es una alerta ante el hecho inminente de que si el hombre se extingue sobre la tierra, en doscientos años, la naturaleza no dejaría vestigio visible de que estuvimos aquí.
ACASO TE QUIERO VERDE
Acaso te quiero verde,
verde mar, verde campana, verde latido
huyendo hacia la tempestad silente.
Acaso cascada, catarata, caída
vertiginosa del cielo entre tus verdes.
No sabes acaso que el lugar del edén
lo estamos perdiendo de puro desamor.
Y sólo nosotros no cabremos,
pues la tierra volverá a crecer con sus flores
y la sed saltarina del riachuelo,
sus lagunas, sus verdores y redes y marañas
en el poniente
y en las madrugadas,.
Crecerá y crecerá
cuando sólo el rocío selle estas memorias
del hombre que pasó doliéndose
mientras lanzaba los cuchillos y los gases.
Solo nosotros no cabremos
mientras renacen sobre los edificios soterrados
las miasmas, los esteros, la selva intrincada
volviendo a soñar
y a repoblar el aire,
el acantilado, el bosque
y el mítico subsuelo que sepultó la huella
de los viejos alambres interpuestos,
y los plásticos vacíos y las luces artificiales
y estas pantallas insólitas
que acaso vinieron a defender a Gaia
y fracasaron.
Verde que te quise verde.
De mi libro Recurso de Amparo, publicado en 2019 EUNED
Pero además, el poema está implícito en todo, sirve para que comuniquemos nuestras soledades, para que establezcamos un diálogo, para que nos enriquezcamos con los paralelismos de nuestros sentimientos, pero también con nuestras diferencias, para superar toda intolerancia, todo signo de discriminación, todo pensamiento odioso sobre la otredad, porque todos somos el mismo:
LA OTRA SOLEDAD de mi libro Porque el tiempo no tiene sombra (E.C.R.)
El poema también nos ha enseñado a descubrir la identidad dormida, por ejemplo, el instalar la cultura ancestral de lo precolombino que habíamos perdido, y hacerla parte de nosotros mismos, porque ya lo era, sin saberlo. Recordemos poemas como Piedra de Sol, de Octavio Paz, al indio Coraquenque ciego como se dijo Vallejo. A Neruda y su Machu Pichu, “ven a subir conmigo, hermano hombre. Y pusiste piedra en la piedra, y sobre la piedra, harapo”
Veamos precisamente la maravillosa forma en que dice esta idea Octavio Paz, cuando recibió el Premio Nobel de literatura:
“Cada aventura poética es distinta y cada poeta ha plantado un árbol diferente en este prodigioso bosque parlante. Si las obras son diversas y los caminos distintos, ¿qué une a todos estos poetas? No una estética sino la búsqueda. Mi búsqueda no fue quimérica, aunque la idea de modernidad sea un espejismo, un haz de reflejos. Un día descubrí que no avanzaba sino que volvía al punto de partida: la búsqueda de la modernidad era un descenso a los orígenes. La modernidad me condujo a mi comienzo, a mi antigüedad. La ruptura se volvió reconciliación. Supe así que el poeta es un latido en el río de las generaciones”.
Así la poesía une tradición con creación, con una nueva entelequia, con un milagro que antes no existía, aunque parta de lo que teníamos, a veces recóndito o escondido, como la cultura aplastada de quienes nos precedieron sobre estas tierras. La poesía recoge y rescata tradición pero también es ruptura, disidencia, es un hecho contestario de la cultura contra la cultura de masas.
Pero quizá todo lo que he dicho se podía resumir de una manera más sencilla, el poema sí tiene una utilidad, la que no cabe en el mercado de bienes y servicios, la utilidad de lo que no podemos poseer, solo en la fugacidad, aunque quede para siempre latiendo un verso en nuestras almas.
El hombre es trascendencia y el poema el mejor instrumento para trascendernos. Estoy parafraseando al mismo Octavio Paz.
El hombre querrá trascender el tiempo, y ante la inminencia de la muerte y la insatisfacción por nuestra ignorancia, festejaremos la vida, EL CARPE DIEM, como forma de revelación mayor, ante esa vida que se nos da y parece ser que nos la quitan, y para eso hacemos poemas, para que disfruten con nosotros, piensen, vivan, sientan, porque todos somos poetas, lo único que necesitamos es descubrir nuestro propio lenguaje con el arte.
Ahora, si van a ser arquitectos, recuerden todas estas dicotomías del poema, todas estas posibilidades, y pongan un signo en el espacio vacío, que los signifique y nos comunique, más allá de las lenguas y los lenguajes.
Hagamos las señales de humo…
Ronald Bonilla
Premio Nacional de Cultura 2015
Comentario
GRacias, Elías por destacar este escrito, abrazos
Gracias, Críspulo, por tu bello mensaje, abrazos
Hermoso y loable que haya compartido partes escritas de sus libros.
Muy bonitos versos y tambien los haiku.
Saludos a la distancia y buenas noches.
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
CUADRO DE HONOR
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