Me duele la partida de mi amigo de toda la vida, el gran poeta Laureano Albán, pero también me satisface decir que cumplió su destino de poeta durante toda su vida, sin desfallecer. Además de su vasta obra de más de 22 poemarios, conozco unos cinco libros al menos más inéditos, y creo que el país debe hacer el esfuerzo de rescatar esta obra para que salga de las sombras. Por ahora, comparto dos poemas que le dediqué en vida: CARTEL, de mi poemario HERIDA DE AGUA, DOLOR DE TRÁNSFUGAS que apareció en mi poemario LA CIEGA CERTEZA.
CARTEL
A Laureano Albán, maestro,
que entraba con sus libros a otros mares pero se devolvió…
Y siguió cantando.
Deja en el poema un verso como un bambú,
que se doble pero que no se quiebre,
que aúlle como un lobo,
que cruja como si doliese,
que sea un latido, que sea un latido.
Deja en el poema tu pálpito como un bambú
que cuando intrincado pase
parezca que viaja el agua entre las piedras.
Deja en el poema una lágrima
sobre una cuerda floja que nos recuerde
que somos aire, que somos viento,
como un quijongo, como un bambú.
No pidas permiso al municipio
para pegarlo en el poste de la ciudad,
tan solo deja que mire absorto
como lo miran los ojos nuevos.
Deja en el poema una gota de sangre
que se resbale, que se deslice
entre la noche.
I
Hermano, ya sé de las palabras,
de su insuficiencia azul
que a veces nos engaña,
y sé, desde antes de mi infancia,
que amar es apenas bogar y bogar,
quizá un techo ahora, una brazada luego,
un puñado de besos en el tiempo,
un crecer siempre hacia el dolor de dos;
por eso, amigo,
hoy que inclinas la nostalgia y la furia
enerva sus recuerdos
cuando intentabas tanto a Dios,
y está tu sombra bajo aleros
iniciando porqués interminables,
hoy que solo es vértigo el hollín
de una mirada tránsfuga, y pasa casi senil la piel que amamos,
por ella van hasta los nietos
subiendo a las mejillas,
te duele que no estén los pasos juntos
como duelen los partos
en esta noche que gira y gira hasta el milagro.
II
Pero nada de lo andada será desandado,
nada doblará por otra esquina,
aquí de tus palabras todo se desborda;
no sabe ese niño que a cuestas llevas
lo que cuesta caminar de tanto olvido,
có9mo vas llenando los cuadernos
y emprendes tareas imposibles
para ese poema que nunca imaginamos
y que seguimos grabando en la tempisca
hacia todas las frentes venideras.
foto 1 Ronald Campos, Laureano Albán y Ronald Bonilla, recital conexiones intergeneracionales.
foto 2 Ronald Bonilla, Laureano Albány Julieta Dobles, tres poetas con el máximo reconocimiento del país Premio Nacional de Cultura Magón.
¡Tienes que ser miembro de SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL para agregar comentarios!
Únete a SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL