Lucia es la niña mimada de sus padres, es una chica rubia con unos ojos verdes, como pocas veces se vieron en el pueblo.
El pueblo de pescadores tiene orgullo por la familia más prestigiosa y emprendedora, Los Rodrigues.
Llegaron en una época en que la pesca se realizaba en forma artesanal y con ingenio levantaron la planta procesadora de “Frutos del Mar” como a don Gonzalo le gusta llamar.
Con indudable ingenio y mucho esfuerzo fueron cimentando un prestigio que los distingue en la zona.
Los días de mercado los camiones y balanzas de la empresa funcionan a mas no poder en la clasificación y embarque de los diferentes productos, pescados y mariscos.
La modesta casa se fue transformando en una mansión con todas las comodidades y al cabo de un tiempo la señora Cristina regalo a don Gonzalo el premio a tanto esfuerzo. Una hermosa pequeñita: Lucia, que con el tiempo fue tornando una hermosa mujercita de 19 años.
Todo el pueblo tenia que ver con cada movimiento que la niña hacia, principalmente los jóvenes que morían por una mirada y suspiraban por una sonrisa.
Lucia conciente de su belleza se prodigaba en “provocaciones inocentes” y mantenía en vilo a la totalidad de los pretendientes.
Los padres, testigos interesados de la situación, tenían en mente un proyecto, de futuro importante, para su hija y a doña Cristina le llego la oferta de un curso de “Relacionista Público” en la capital.
Inmediatamente escribieron pidiendo detalles al instituto y recibieron una amplia información de las posibilidades que de mejores plazas de venta.
Y partió Lucia con todo tipo de recomendaciones a encontrar su destino.
Una de las posibilidades que ofrecía el curso era que al terminar podía enganchar una “Pasantía” en alguna empresa o embajada e incluso seguir la carrera diplomática.
Con el tiempo fueron llegando noticias de los adelantos de Lucia en los estudios.
Un día, la gran sorpresa, le ofrecieron un cargo de relacionista en un importante consulado y comenzó a aplicar sus conocimientos en todas las reuniones y eventos en que el consulado fue presente.
El tiempo fue pasando y la joven relacionista fue cimentando un prestigio como eficaz lazo entre personalidades y empresas y en reconocimiento a su labor le fue obsequiado un viaje al país anfitrión donde integró una delegación de personalidades del ambiente artística y cultural.
Fue una fiesta donde músicos, escritores y actores así como empresarios del mundo del espectáculo fueron guiados por la mano maestra de Lucia, quien no dejo nada librado a la suerte.
En la noche del cierre fue abordada por un pianista destacado quien la invito a un aparte y la colmo de atenciones,
no faltaron ni los grandes compositores ni las melodías inmortales de la música universal.
La sala intima donde el joven pianista colmo de floreados acordes el corazón de Lucia fue el testigo de la apasionada entrega y no falto el beso que como un premio dejo la chica en la mejilla del artista.
Larga fue la carta en que la niña contó a su madre los pormenores del suceso y larga fue la respuesta de la madre colmando de recomendaciones a la posibilidad de coronar con éxito dicho romance.
Fueron pasando los días y fue transcurriendo pausadamente el amor entre los jóvenes.
Hasta que el amor no fue suficiente y el artista metió la nota más alta,
Lucia escribió la carta más breve de toda su vida,
-Mamá, tengo que casarme… --.
Doña Cristina tuvo que poner todo su ingenio para contarle la nueva a Don Gonzalo.
Después del trago amargo, el padre accedió a consentir la “obligada” boda.
El casamiento de Lucia fue ideado con todo lujo de detalles.
El vestido fue encargado a la modista de más renombre y no se escatimo gastos en la decoración de la iglesia. La fiesta posterior fue encargada a la mejor confitería de la isla. Los músicos fueron contratados entre los más populares del momento.
El novio llegaría para el inicio de la iglesia pues unas presentaciones personales lo obligaban a llegar con el tiempo justo.
A nadie se le ocurrió pedir antecedentes del novio y basto con saber que constituía un ejemplar único por su calidad musical.
Además a la flamante suegra le pareció un detalle romántico conocer a su yerno a los pies del altar...
El momento llego.
La novia estaba ya en el altar cuando se abrieron las puertas de la iglesia.
Custodiado por los padrinos entro el novio enfundado en un brillante traje de etiqueta, tan brillante y negro como su piel...
- ¡SEÑORES CON USTEDES SYDNEY NOJOVANA INSIGNE PIANISTA DE HARARE, ZIMBABWE ¡ ...-
Doña cristina cayó desmayada.
Carlos Arboleda
Comentario
¡¡¡Buenísimo!!!
¡Abajo los prejuicios de todo tipo!
Me encantó. Te invito a leer mi "Leonor nació en La Plata! o "Leonor, muchacha fantasma" . El nombre es indistinto. Afectuosamente Martha Alicia
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
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