CIELO Y TIERRA UNIDOS
Tras “El Cerrojo de la Noche”, poemario que Alicia Belloso se autodedicó,
podemos ver como la autora enfrenta la noche, oculta en la pasión del deseo; crucifica el latido que yace junto al misterio y escapa para librarse de sí misma. Así – o más o menos – lo confiesa ella misma en la contratapa, brillante acabado de una tapa sugerente y sensual que arroba los sentidos.
En el interior, la palabra se desgrana; vaga entre el Cielo y la Tierra. Es que su piel creció en paralelo al goce interno de su alma y ella, con la exuberancia y la profundidad del idioma y el discernimiento atinado de la lengua, trabaja sus versos con sutileza y elegancia. Así, al intenso toque del amor, mientras sus pezones se endurecen, aroman a incienso y mirra: tal la simbiosis de lo corporal y lo neumático en esta autora que sabe dejar atrás los sueños y beberse a sorbos la pasión de una noche mientras se desnuda ante una hoguera apetecible. En su estética búsqueda y desde sus vibraciones, le cantará al hijo memorando la primera puja de su ausencia, o validando el nacimiento en el rostro invisible del germen. Es que sabe que no puede ocuparse del oxidado cubo del destino, que sus hijos navegarán en sus propios mares (porque, digámoslo, el mar que la vio nacer está presente como un faro en sus voces dirigidas al lector).
Alicia Belloso, poeta marplatense, puede guardar un encuentro en la memoria, en el otoño de sus canas. Y si ese amor brotara y se quedara con ella, se convertiría en nido, para entibiar el dolor; en viento, para besar el cuerpo del amado; en noche, para hablar con la aurora en un inefable espacio de luz tenue. Pero si ese amor fuera nuevo y se ofreciera, ella bebería con él del viejo barril de vino tinto, con el goce eterno, cómplice de sus travesías y nostalgias. Y renacería “al gemir afiebrado de la alcoba” mientras vibrara con los pájaros de papel que se metieron en sus sábanas.
En un juego existencial le reclama a Dios, con ese don sensible del lenguaje, por un hombre de fuego que le brinde un torrente de luz, por una alas, unas manos temblorosas
Mientras memora que sus glúteos están azucarados por caricias de miel. Se mecen sus palabras entre el Cuerpo y el Alma, la profundidad de la Fe y el inmenso placer del Amor. Remata sabiamente con “Los Amantes” un poema que lejos de rescatar los contrarios acerca los vocablos en expresiones como “temblor tembloroso”, “ansias ansiadas” o “intima intimidad”.
Quiero remarcar que cada poema tiene un epígrafe de un poeta famoso: menudo trabajo de investigación al que su vocación docente la condujo.
El Cerrojo de la Noche está planteado como un libro de poemas eróticos y sin embargo, abre otros espacios vehementes, desplegados con discreción y finura, en la gracia infinita de la poesía.
Vilma Lilia Osella
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Comentario
Gracias Vilma por compartir tan bellas letras.
Te mando un fuerte abrazo!!! Inesita
Me encantó el texto que nos compartes que le hace honor a la autora.
RED DE INTELECTUALES, DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE. DESDE VENEZUELA, FUENTE DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y POETAS, PARA EL MUNDO
Ando revisando cada texto para corroborar las evaluaciones y observaciones del jurado, antes de colocar los diplomas.
Gracias por estar aquí compartiendo tu interesante obra.
http://organizacionmundialdeescritores.ning.com/
CUADRO DE HONOR
########
© 2025 Creada por MilagrosHdzChiliberti-PresidSVAI.
Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL para agregar comentarios!
Únete a SOCIEDAD VENEZOLANA DE ARTE INTERNACIONAL